Ruiseñor del cante

Eduardo Ternero - domingo, 2 de enero de 2022

“Ruiseñor del Cante”, así se hacía llamar en los carteles Manuel González Lora, “El Cojo de Huelva” que no  había nacido en Huelva como dicen muchos, sino en la calle Pureza del barrio de Triana de Sevilla. También se especula que no era cojo sino que andaba mal a consecuencia de un golpe desafortunado que le diera su madre de pequeño. Tampoco se ponen de acuerdo en la fecha de su nacimiento. Unos dicen en 1900 y otros en 1915 (diferencia abismal), nosotros nos apuntamos a que fue entre 1914 y 1915. Lo que si sabemos con certeza es que pronto quedaría huérfano de padre y tuvo que buscarse la vida. Aprendió el oficio de sastre, pero  prácticamente no ejercería en el corte y confección del tejido, lo suyo era el cante. 

El Cojo de Huelva 

Desde pequeño frecuentaba las tabernas y colmaos de la Alameda de Hércules de Sevilla, por entonces ocupada por los grandes de la época del flamenco: Torre, los Pavones, Chacón…, allí solía cantar por unas monedas, entonces se le conocía con el remoquete de “el Cojo de la Alameda”.

Con tan solo 17 años se fue a Huelva,  se le daban muy bien los cantes de la tierra onubense  y desde luego esos serían sus cantes preferidos  como referentes de su vida personal y artística. Desde esa fecha, allá por el 1932, Huelva sería su destino artístico y su madre de acogida por voluntad propia. Llegó allí buscándose un lugar entre los cantaores de la época, así lo diría el gran cantaor de la provincia huelvana Antonio Rebollo:  "llegó en busca de amparo y protección" , y en verdad fue muy bien acogido    por Pepe Vílchez, Pepe Vázquez “El Cano”, Diego Garrido “El Pipa”  por el guitarrista Rafael Rofa y otros aficionados locales.  Allí se juntaría además con una mujer, Catalina “La Portuguesa”, con la que viviría muchos años. Rofa fue quien le pondría en contacto con locales onubenses que daban espectáculos flamencos como el de Casa Alpresa y de ahí hasta conseguir ser conocido en el mundo del cante fue un proceso muy rápido. 

Volvería muy a menudo a Huelva; en las Fiestas Colombinas de 1934, con 19 años,  actuaría  en compañía de Pepe Aznalcollar y la guitarra de Gutiérrez. Pronto, se  casa en Sevilla  con Inés Alcaraz con quien tendría 2 hijos. Pero es tanto su cariño hacia Huelva que  vuelve  en cuanto puede. Es  allí donde le quieren y donde su fandango y su cante son admirados. Sería por ello por lo que se decide ponerse como nombre artístico “Cojo de Huelva”. 

cartel de la época 

En la capital choquera, terminada la Guerra Civil, “El Cojo de Huelva”, fue uno de los principales artífices del fandango. Desde mediados de los 40 y hasta su muerte en 1954 – toda una década –, fue quien puso eco a los cantes de Huelva. Recordaremos que muchos de los grandes fandangueros onubenses como Robollo, habían fallecido. Otros como Rengel o Paco Isidro ya eran mayores y habían dejado de cantar. Pepe la Nora ya cantaba muy poco… y Toronjo aún no había despuntado. No es de extrañar  que la voz del “Cojo de Huelva”,  una  voz redonda,  poderosa, se erigiese en estas fechas  en el  mejor valedor del cante de Huelva. En otros cantes como la milonga y la malagueña las hacía, como otros tantos  artistas, con aires de Marchena. 

Fue sobre todo un cantaor de fandangos, no olvidemos que le pilló en el mismo corazón de la Ópera Flamenca. Grabaría casi todas las variantes del fandango de Huelva: Santa Bárbara, los populares de Huelva, camperos, personales…  además los de Rengel, Rebollo, Paco Isidro… y un largo etcétera que solía realizar en su repertorio. Pero además, Manuel fue un  cantaor  largo que  grabaría otros cantes:   fandangos de Granada, malagueñas,  soleares, rumba, milongas, bulerías, tanguillos… que tendrían mucho éxito, porque  le pilló la etapa dorada de la radio y  le vinieron  muy bien  los programas de discos dedicados. 

A partir de 1947 participaría en muchos espectáculos, como "Solera andaluza", "Aires de Andalucía". Ese mismo año actuaría en  Circo Price de Madrid. En 1948  haría un espectáculo llamado  "Seguiriya gitana",  continuaría con  "Fantasía andaluza". Completaría hasta el año 50 y  estaría de gira por toda España con los títulos: "El sentir la copla", "Noche de coplas" y "Así canta Andalucía", siempre compartiendo cartel con primeras figuras como Manuel Vallejo, José Cepero, El Culata, Juan Varea,  Pepe Pinto, la Niña de Antequera y otros. 

el novillero Rafael Carbonell 

En 1951 actuaría con otro evento: "Fiesta del arte popular andaluz". En 1953 con "Rosa de España". Por todo ello, al finalizar ese año, la prensa lo calificaba como "coloso del cante flamenco". En 1954 se unió a la compañía de Concha Piquer, interviniendo en el espectáculo "Salero de España", pero rescindió su contrato porque no quiso desplazarse al extranjero. Uno de los lugares donde se sentía más a gusto era en Protectorado Español en Marruecos donde tenía infinidad de seguidores que llenaban los teatros cada vez que el cantaor  se anunciaba. 

El Cojo de Huelva fue durante una década la voz ortodoxa del fandango de Huelva en toda España, lo interpretó con una personalidad rica y vibrante y aportó al menos una variante personal. No se entiende que el Cojo haya sido  olvidado por los aficionados; menos aún que algunos concursos de fandangos, sobretodo  de algunas  Peñas de Huelva importantes, lo hayan excluido expresamente en sus bases como fandangos para concursar. Algunas de sus letras las  popularizó Pastora Pavón: «Déjame pasar que voy/al cielo que es mi morada…” Manuel publicó un libro con letras de  fandangos y actuó  en  algunas películas, que no sabemos si se  han perdido.

Lo que si fue siempre  un hombre generoso y se ofrecía, cantando gratis, para ayudar a quien le necesitara. La última vez que actuaria en su tierra de adopción y de su corazón (Huelva),  fue en un festival que se ofreció en la plaza de toros en Julio de 1954 a beneficio de la familia del famoso novillero Rafael Carbonell al que había matado un novillo en la fiestas del Corpus en  junio de 1954; al Cojo de Huelva le acompañaban aquel día dos grandes artistas Pepe Pinto y la Niña de Antequera. Huelva siempre sería para él un talismán y tenía que agradecerlo. 

Ese mismo año, Manuel acompañado de Pepe Aznalcollar y el guitarrista Gutiérrez, volvían desde Alcalá de Guadaira a Sevilla tras actuar en una fiesta cuando su coche chocó  contra un camión. En aquel aparatoso accidente, “El Cojo de Huelva”, sufrió tan graves heridas que le produjeron la muerte. Manuel González Lora murió en 1954 o 55 según las crónicas a los 39 años. En la lápida de su nicho, en el cementerio de Sevilla,  puede leerse la inscripción: Manuel González Lora,  "Cojo de Huelva". 

EL COJO DE HUELVA - FANDANGOS, GUITARRA LUIS MARAVILLA