“La Saga de los Perrate”

Eduardo Ternero - 17 de octubre de 2021

Hacer un recorrido histórico por la saga  de los Perrate se hace  difícil, porque se entrelazan nombres y lugares y porque están emparentadas con otras varias  familias,  también cantaoras: los Pinini, los Bacán, los Valencia…, lo que sí está claro es que  uno de los primeros gitanos de esta saga y primo del padre de la Serneta fue Gaspar Fernández Santana (mediados del XIX), apodado “El Perrate” por su afición a los perros  y que daría nombre a la dinastía.  La familia   se dedicaba a los oficios más dispares, duros  y denostados: gañanes, braceros, herreros… Uno de sus hijos,  Gaspar Fernández Jiménez, se hizo sillero, alternándolo  con trabajos en el campo y con una afición enorme hacia el cante. Gaspar se casó con Teresa Granados, gran cantaora con la que  tuvo once hijos de los  caben destacar: 

José Fernández Granados “Perrate de Utrera” nacido en 1915,  que ayudaba a su padre en el oficio de sillero y en la labores agrícolas. Desde pequeño cantaba con solvencia y con tan solo diez años actuaría en el café cantante “El Kursaal” de Utrera, donde se sacaba más dinero que con las sillas y el campo. Ganaría algunos concursos de aficionados,  siendo un niño; después  le coincidiría la mili en Algeciras con la llegada de la Guerra Civil donde estuvo los tres años como soldado. Años más tarde, Pulpón, aquel mítico empresario artístico, lo colocó en el tablao flamenco “El Guajiro”, donde conocería a los más ilustres cantaores de la época, en la Sevilla de aquellos momentos, como Chocolate, Farruco, Manuela Vargas… después marchó a Madrid, actuando cada noche en el  “Duende”, el  “Califa” y muchos escenarios más de la capital de España, derrochando su forma de sentir el cante, esforzándose, en su juventud,  en dar a conocer lo mejor de lo jondo que llevaba dentro. 

Empero, aquel mundo no le seducía y pronto se volvió  a Utrera,  a vivir con los suyos  y a casarse con Tomasa Soto Loreto, hija mayor del mítico Manuel Torre. Del matrimonio nacieron 9 hijos: Gaspar (cantaor), María,  Dolores, Teresa, José Manuel, Consuelo, Tomás (el que ha tenido mayor recorrido como cantaor y que últimamente ha colaborado con la Bejazz), Diego (muerto joven) y Adán.  José cantaría en los Festivales y fiestas de la época: Potaje de Utrera, Gazpacho de  Morón, la Caracolá de Lebrija, en el Festival de Puebla de Cazalla… pero tuvo la desgracia  que,  con apenas cincuenta años,  sufrió una paraplejia que le obligó a retirarse y estar el resto de su vida en una silla de ruedas.  Murió en el  Hospital del Tomillar de Dos Hermanas en octubre de 1992.  José Fernández “Perrate” dicen que era un soñador, un cantaor de lo jondo: “yo canto para mí en sueños”, decía amargamente imposibilitado. Su cante preferido tal vez fuera  el cante por soleá de la Serneta, que le llevaba al culmen del éxtasis y hacia enardecer el fervor de seguidores que, cual secta,  le admiraban e imitaban. 

Son muchos los  aficionados, críticos  y eruditos  los que han coincidido en afirmar que, José “Perrate”, junto a Fernanda, tal vez  haya sido el cantaor que elevó la soleá de Utrera a su más alto nivel de musicalidad y expresividad. José, aunque  dominaba casi todos  cantes, donde se mostraba más a gusto era en la seguiriya, la soleá y la bulería. 

María Fernandez Granados, “La Perrata (1922), hermana  de José, igualmente se crió en Utrera donde aprendió los cantes heredados de la familia, pero  se casó y marchó muy joven con Bernardo Peña un gitano de Lebrija, tratante y comercial colegiado, que inculcaría en sus hijos la necesidad de estudiar sin olvidar sus raíces y su amor al arte gitano. María, portadora de los genes de una saga conocedora de los cantes de Utrera, fue madre de Juan Peña “El Lebrijano”,  del guitarrista Pedro Peña y de la Periodista y comentarista  de flamenco Tere Peña.  La “Perrata” era prima de la Fernanda y la Bernarda, de Gaspar y Tomás de Perrate;  tía de Gaspar de Utrera, de Turronero, Inés y Pedro Bacán y un largo elenco familiar que sigue la dinastía. 

María, al igual que ocurriera con muchas mujeres de la época, por imposición de su marido, dejaría de cantar, se dedicó a su casa y a criar a su prole. A la muerte de Bernardo y por el empuje de sus hijos, retomó el cante y grabó varios capítulos de la serie “Rito y Geografía del Cantes”. En los últimos años de su vida, sería muy aplaudida y reconocida  por los estudiosos  y por el mundo flamenco. Colaboró en varios discos y en su vejez recibió premios como el Taranto de Oro de Almería, la Insignia de Oro del Rincón del Cante de Córdoba… Pedro Peña, comenta siempre que su madre no dejó de cantar nunca – mientras hacia las faenas de su casa –, dejándonos para los anales del flamenco  lo heredado de su abuela Teresa Granados, como  aquellas  nanas antiguas  del estilo de los Pavón o   unas cantiñas  llenas de nostalgia. Contaba María “La Perrata” que los gitanos de Utrera, cuando era aún una niña muy pequeña,  se ponían de rodillas delante de ella y le decían “Perrita, cántanos algo, que queremos llorar”. “La Perrata” , que murió en 2005 en Lebrija, tenía una voz doliente, afillá como el cante utrero-lebrijano, con un ritmo sentimental y entrecortado, que proviene de lo más oscuro y primitivo de las entrañas.

No cabe duda que desde aquel ancestro, de aquel gitano que presumiblemente inicio la dinastía,  Gaspar  Fernández, la familia de “Los Perrate” ha aportado artistas al mundo del flamenco en todos los órdenes. Desde Juan Peña “Lebrijano” uno de los artistas más universales del cante flamenco;  su hermano, Pedro Peña,  el primer maestro gitano, escritor,  guitarrista,  y padre del  gran compositor-concertista de piano David Peña (Dorantes). También la familia de los Bacán están emparentados con ellos: Bastián, Inés y el guitarrista Pedro (muerto en accidente de tráfico). Los “Perrate” de Utrera, Los “Pinini”, los Sotos… un sinfín de artistas ligados a la musicalidad  flamenca  que la han encumbrado a lo largo de su historia. Muchos son, los que partiendo de ese tronco  de consanguineidad los “Los Perrate”, han echado nuevas ramas flamencas, hablamos de algunos de ellos como Concha Vargas, Miguel “El Funi”, Curro Malena,   Manuel de Paula… y tal vez  uno de los mejores  valores y heredero de la dinastía hoy día,  la voz inconfundible y  de las más importantes del flamenco actual,  José Valencia. 

Imágenes: (Perrate de Utrera,  Perrata y su hijo Pedro Peña, David Peña “Dorantes”) 

PERRATE DE UTRERA-PEDRO PEÑA-SOLEÁ