Rincón Flamenco - "Reflexiones sobre el flamenco" por Eduardo Ternero Rodríguez
Eduardo Ternero - domingo, 27 de julio de 2025
La prensa madrileña, concretamente el diario “Pueblo”, anunciaba el 4 de enero de 1964: “Marchena grabó en tres años una Antología del Cante Flamenco”. La casa Belter de Barcelona había confiado hacía ya tres años dicho trabajo al cantaor Marchenero quien, acompañado a la guitarra por Paquito Simón, estuvieron grabando los temas en unas fechas concretas de 1961, más las audiciones posteriores que tuvieron que hacerse. Según el diario “Pueblo”, era la segunda vez, que Pepe Marchena se ponía en manos de una discográfica y ponía su voz en disco, aunque nosotros pensamos que había hecho otras grabaciones que, posiblemente se hayan perdido: “Esto se ha hecho para ofrecer a los amantes del cante jondo una verdadera antología del cante grande”, diría el cantaor. La primera vez que Pepe Marchena, se puso delante del micrófono de una sala de estudios fue en 1943, habían pasado 20 años desde aquella fecha”.
J. Antonio Pulpón, promotor y representante
En la entrevista que se le hacía a Pepe, respecto a por qué de dicha grabación, este diría: “Siempre me ha costado mucho trabajo grabar discos, pues no hay inspiración en el estudio cuando estás a solas con dos guitarras y los técnicos. Ya se sabe que nosotros, los cantaores, necesitamos ambiente y clima apropiados. Pero, ahora, me han convencido para hacer la grabación de varios discos titulada: “Memorias Antológicas del Cante Flamenco”. Hubo días en los que Pepe permanecería jornadas enteras, grabando fandangos, martinetes… Se llegaron a grabar 30 mil metros de cinta magnetofónica, que después, pasado el tiempo, fueron detenidamente escuchadas por el cantaor y del director artístico, Joaquín Alfonso, para elegir los palos que iban a ser contenidos de los discos”. “Esta labor de selección”, explicaba Pepe, “nos ha llevado tres años largos. Durante este tiempo, cada vez que iba a Barcelona, me pasaba horas enteras escuchando cante. Hasta ahora hemos grabado 4 discos de una hora de duración cada uno, en los que canto todo un vasto repertorio de cante grande. Además, la colección está presentada con unos dibujos de Ballester relacionados con las distintas coplas que interpreto”.
La gente ya no acude tanto a los macro espectáculos que se celebraban en los cosos taurinos, pues tenían mala audición. Ahora, se aprovechan los cines de verano, los patios de colegios para este tipo de Festivales y ya no son empresarios al estilo de Vedrines, Monserrat, Saavedra…, quienes montan esos espectáculos; sino que surge la figura del representante artístico que media entre los artistas y aquellos que los solicitan; uno de ellos y tal vez el más famoso sería Jesús Antonio Pulpón, trabajador infatigable, que llegaría a tener un enorme poder dentro del mundo artístico, teniendo en su cartera a casi todos los mejores artistas del momento en cualquiera de las disciplinas.
Creemos que existen otros motivos por los que Pepe se decide a grabar. El cantaor marchenero está siempre en vanguardia, observa y se informa. Tiene un amplio conocimiento de los gustos de los aficionados españoles que asisten en masa a Festivales Flamencos, sobre todo los estivales, muchos de los cuales servían y sirven para alivio de algunas Hermandades y Ayuntamientos, con el auspicio de las Diputaciones provinciales.
Julián Grimau, ejecutado en 1963
Pepe sabe que son muchos los nuevos aficionados que han surgido en torno al flamenco, motivados por el incremento de Peñas. La juventud toma la calle, se mueve entre múltiples gustos musicales, comparte rock, flamenco, blues..., se estaba iniciando la “beatlelmanía”, surgen numerosos grupos musicales españoles de pop (Los Brincos, los Pekenikes…), cantantes como Karina y Luis Aguilé están de moda, ponen en el mercado sus 45 RPM y LPs, discos que se venden hasta en bares y gasolineras, no solo para audición sino para bailes, fiestas particulares, clubes, verbenas…
En la España de 1963, el gobierno dictatorial franquista, a estas alturas de la historia, ejecutaría a Julián Grimau, un militante comunista por sus “¿delitos en la Guerra Civil?”. En contraste veríamos el impacto que estaban ejerciendo los avances de Europa en la juventud española, algo que no podía negarse: el movimiento “ye-ye”, la moda impone el bikini, el acortamiento de la falda, la barba, los cabellos largos…, que entran en España con la llegada de miles de turistas del norte europeo. Aparecen los cigarrillos con boquillas, como “Ducados” y Lucky Strike. Aun así, el gobierno autárquico franquista sigue patrocinando al Cordobés y al Real Madrid como elementos mediáticos para que la población tenga su circo y no repare en la represión, la censura, la falta de libertades…, que casi 25 después de la contienda seguía ejerciendo la Dictadura en conjunción con la Iglesia.
Ante todos aquellos cambios que se estaban produciendo, Belter creyó que era el momento y en diciembre se presentan en el mercado “Las Memorias Antológicas del Cante Flamenco” de Pepe Marchena, como hemos dicho. tres años después de la propuesta. Pero, este retraso venía motivado por las disquisiciones y controversias que mantendría Pepe con la casa discográfica Belter.
Quien mejor lo narra es Eugenio Cobo, que mantuvo una conversación con el secretario de Pepe Marchena, Pepe Azuaga, el cual resumía los hechos con estas palabras: “… la casa Belter, le había prometido a Marchena, una cantidad por anticipado y Pepe les reclamó el dinero en cuanto empezó el trabajo”. Algo que no nos extraña conociendo al cantaor marchenero que siempre estaba a ‘salto de mata’, económicamente, a pesar de lo que ganaba. “La Belter no cumplió con el pago cuando el ‘maestro’ se lo solicitó, lo que supuso una serie de disgustos y discusiones, entre el cantaor y la casa discográfica”. Seguía comentando Asuaga: “Hasta tal punto llegaba el disgusto de Pepe que solía tomar cerveza muy fría para llegar ronco a los ensayos”.
Paquito Jerez, cantante
De sobra conocemos las artimañas y los recursos que usaba Pepe para tratar de conseguir cualquier objetivo, sobre todo cuando los demás no cumplían sus compromisos. Continuaba Azuaga: “Tuvieron que hacer muchas repeticiones, para alargar el tiempo y también porque Marchena quería que fuese una obra bien hecha. Al final hubo un pleito y la casa Belter tuvo que pagarle lo estipulado además de indemnizarle por la pérdida de los paros de su Compañía… En total, a Pepe, la casa discográfica le tuvo que abonar más de 10 millones de pesetas”. Azuaga con ironía proseguía: “Pepe, los días de juicio, se presentaba ante el juez tosiendo, con un pañuelo en la boca para inspirar compasión y diciendo que aquello lo había arruinado…”
Mientras todo eso ocurre en el panorama artístico de Pepe, en Marchena se está intentando acabar con el chabolismo y se hacen unas casitas para los necesitados en lo que se llamaba “Las Torres Caídas”, en el lugar de Coca de la Piñera. El padre superior Mercedario solicita al Ayuntamiento que tutele al convento de San Agustín con una ayuda para impartir Bachillerato de Enseñanza Media a alumnos varones; que a la postre sería de 42 mil pesetas anuales siendo el Consistorio marchenero el cofundador y protector; pero quedaría adscrito como Centro Adoptado al Instituto de Osuna. Igualmente, se aprueban los precios de los 4 tipos de pisos que se están construyendo en el solar de la calle Olmedo y se empiezan a edificar 70 viviendas en la Avenida del Generalísimo, también llamada zona del Arrecife. Al tiempo, se solicita por parte de la Hermandad Sindical de Labradores y Ganaderos instalar un surtidor de gasolina en la zona cercana al puente "Mamedra" y Cuartel de la Guardia Civil. Además, se conceden 10 mil pesetas a la Peña ”El Viti” para editar una revista…
Muchos de los palos y temas que canta Pepe en su Obra Antológica, llevan las letras que él mismo había compuesto y otras del poeta José Arroyo; así vienen firmadas en cada uno de los discos. También podemos escuchar estilos propios de Marchena con letras antiguas, conocidas, que ya habían sido cantadas por los grandes de la Edad de Oro del flamenco; pero eso lo veremos más adelante, cuando le dediquemos tiempo a su obra discográfica y que magistralmente ha desarrollado y desentrañado el investigador y crítico flamenco Manuel Martín.
Portada de Memorias Antológicas de Pepe
Tendremos que volver reconocer la labor de Pepe, construyendo estrofas, rememorándolas, adaptándolas y teniendo que pasarlas a su secretario o al propio Arroyo. Jamás entenderemos como Pepe no se empeñó en aprender a leer y escribir, cuando dispuso de dinero, gente a su alrededor y maestros entregados a enseñarle; de haber sido así, seguramente, hubiera conseguido más altas cotas como poeta, compositor…, pues, tuvo capacidad, inteligencia y vivencias, demostradas a lo largo de toda su vida, como para componer, crear...
Durante aquel verano de 1963, Pepe había seguido actuando en Palma de Mallorca. Ahora los días 10 y 11 de agosto La empresa Velasco le tenía contratado para actuar en la Plaza de Toros con el espectáculo “Viva el Arte” y como dijimos le acompañaban: Paquito Jerez y Manolo el Malagueño, además de los cuadros de baile y otros cantaores y cantaoras. También, aquel verano, en muchas emisoras de radio de toda España se siguen dando programas exclusivos de Pepe Marchena, en los que el cantaor marchenero desplegaría en estas fechas un magisterio sin igual en las ondas, no solo cantando unos palos de flamenco, sino que explicaba el origen, las modulaciones, recovecos, melismas etc., como por ejemplo en Radio Rioja. Debemos reconocer que, Pepe, siempre tuvo una gran capacidad de improvisación y sobre todo de invención. Cosa que nadie podía rechazarle ni objetarle, pues, muchas de las veces, aquellas propuestas que él hacía, emanaban de los comentarios del paisanaje de aquellos pueblos que visitaba y que él sonsacaba. No hay que dejar de considerar que el artista marchenero siempre tuvo una enorme ansia por conocer y por saber cosas nuevas, sobre todo referidas al flamenco.
En aquellos momentos se reivindicaba la españolidad. El Ministro de Información y Turismo Manuel Fraga, incitaba a los periódicos a promocionar la Costa del Sol. También por entonces los titulares de la prensa decían que en Gibraltar se hablaba andaluz, incluso los ‘policemen’ y los soldados británicos; Así, miles de automóviles salen del Peñón hacia las costas gaditanas y malagueñas, y los pocos ingleses que quedan se casan con españolas. De Inglaterra no hay más que la piel. La prensa gibraltareña decía, hablando de Pepe Marchena, “… el día en que cantó Pepe en Televisión Española, en la Piedra Gorda – como le llaman a Gibraltar los chuflas–, se armó el ‘tangay’ (alboroto, jaleo… proveniente seguramente de tango gaditano), pues la mayoría sienten como españoles”.