El Ciego de la Playa

Eduardo Ternero - domingo, 7 de mayo de 2023

Uno de los cantaores almerienses que más contribuyeron a la creación de los cantes mineros fue Francisco Jiménez Belmonte conocido en el mundo del flamenco con el remoquete “El Ciego de la Playa”, aunque algunos escritores, flamencólogos, se refieren a él con el nombre de Frasquito Segura, el Ciego. Nosotros ya hablamos de este cantaor cuando nos referimos a los precursores y creadores de los llamados cantes de Almería durante el XIX, ya lo nombramos junto con los otros reconocidos como Pedro el Morato, Pepe el Marmolista, Juan El Cabogatero, Chilares… 

De Francisco, Del Ciego, se conoce poco de su vida, ha sido la Peña Flamenca de Huercal de Almería la que se ha preocupado de ir rescatando datos sobre su biografía. Sabemos que nació en Almería en el año de 1864, siendo el mayor de tres hermanos. Muchos biógrafos coinciden en afirmar que no solo era un excelente cantaor, sino que también tocaba la sonanta, era un poeta y un trovero sublime. Durante toda su existencia sufrió una diabetes aguda, lo que con toda seguridad le causaría la pérdida de la visión cuando todavía era muy joven. Pasaría su infancia y juventud merodeando por la calle de Pescadores del antiguo barrio de Las Almadrabillas de la capital almeriense, ya desaparecido. Como el barrio marinero donde vivía estaba cerca del mar, su apodo de Ciego se completaría con el de la Playa. Durante toda su vida acusó esta ceguera; sin embargo, a pesar de esta discapacidad, formó una familia y tuvo tres hijos, y nunca dejó de escribir, tocar y cantar.

Calderas de Salamanca 

Se conoce que se ganaba la vida deambulando y cantando por las calles, plazas, barberías y cafés de Almería; y, según las referencias de la prensa de la época, como el diario liberal independiente, La Crónica Meridional, era admirado por quienes le escuchaban. Francisco sería uno de los primeros artistas que conociendo los cantes heredados de Juan Breva, quiso hacer algo propio, algo nuevo en los cantes mineros, en los cantes del levante andaluz. Por ello se distanció de los cantes de aquel notable cantaor de Vélez, siendo de los primeros en iniciar y propagar los cantes de Almería, prodigándose especialmente en el fandango y la taranta almeriense, aunque también se inclinara hacia la saeta.

Fue, además de trovero, autor tanto de la música como de la letra de sus coplas, muchas de las cuales llegaron a ser grabadas y popularizadas por Antonio Chacón, que le conocería durante una estancia larga del “Papa del Cante” por Almería. El flamencólogo José Blas Vega, en “Vida y Cante de Don Antonio Chacón” expresa la importancia que tuvo el Ciego de la Playa en la configuración y divulgación de los cantes de Almería y por ende en los cantes de Levante. Después, Chacón, en dos etapas cruciales de su ajetreada vida, remodelaría y los divulgaría esta forma de expresar los cantes por el universo flamenco. Diría Blas Vega: “A los pocos años, por el 1891, cuando estuvo en Almería y descubrió al Ciego de la Playa, vio en los cantes de éste la base del cante del Canario”. Y a continuación, en el mismo escrito hace referencia a una de las malagueñas de Chacón muy conocida y utilizada por los flamencos, cuya letra empieza: “Corte/Viva Madrid que es la corte/ y viva Málaga la bella...

Manolo de la Rivera

Pero, ¿A qué se debía la larga estancia de Chacón en Almería? Blas Vega ha hecho llegar hasta nosotros una bella historia que le contamos: “Chacón había conocido en Málaga, durante una fiesta flamenca a una aristócrata oriunda de Granada que vivía con sus abuelos en la ciudad de la costa del Sol. Se dice que vivieron una relación amorosa muy apasionada y muy llena de controversias por la diferencia social que les separaba, lo que conllevó a un escándalo en la prensa, y sobre todo porque Don Antonio Chacón casi dejaría de cantar en público, condensando su tiempo en viajar y compartir el tiempo con su amada. Durante un largo periodo estuvieron por la zona almeriense, tiempo que el famoso cantaor también lo dedicó a recoger y empaparse de los sonidos del oriente andaluz y murciano”. Sería por aquella época cuando Chacón conocería al Ciego de la Playa y con él establecería una relación muy estrecha en la cual recogería los cantes que hacía, para luego hacer nuevas creaciones que han llegado hasta nosotros.

Pero, no solo sería Chacón quien se beneficiaría de la impronta y sabiduría del Ciego de la Playa; también serían apreciadas por otros artistas flamencos como Antonio Mairena, Calderas de Salamanca (hermano de Rafael Farina), Pepe Marchena, o La Niña de los Peines…, así como muchos de los aficionados y cantaores almerienses cuasi actuales, como Manolo de la Rivera, han seguido cantando y recordando las letras y las músicas que entonara el Ciego de la Playa.

Años más tarde, el sevillano flamencólogo y profesor universitario José Luis Navarro García, que publicara la primera monografía sobre los cantes de Levante y los cantes mineros, diría del Ciego de la Playa: "Otro de los nombres míticos de la primitiva taranta almeriense es Frasquito Segura, El Ciego de la Playa. En su garganta el fandango verdial se tiñó de aires y tonalidades nuevas, aires mineros y tonos levantinos. El Ciego de la Playa fue uno de esos aficionados, mitad poeta popular y mitad mendigo, que sin salir de las tabernas y aguaduchos frecuentados por mineros supo conservar y transmitir esos cantes que él mismo había contribuido a desarrollar.” 

José Luis Navarro, flamencólogo

Uno de los que más contribuyó en la biografía del Ciego de la Playa fue Antonio Sevillano Miralles, quien investigó en los archivos almerienses, autor de “Almería por Tarantas. Cafés Cantantes y Artistas de la Tierra”. Antonio le atribuiría la letra siguiente, que grabó Juan Breva en 1910 y luego la Niña de los Peines y que tan en boga sigue estando hoy: “Un céntimo le di a un ciego/ y me bendijo mi madre.../ que limosna tan chiquita/ pá recompensa tan grande”.

En el XXIX Congreso Internacional de Arte Flamenco, celebrado en Algeciras de 2001, se aportaron nuevos datos sobre El Ciego de la Playa. En el libro “Recuerdos y Confesiones del cantaor Rafael Pareja de Triana (editado en 1951), su autor, Juan Rondón Rodríguez, nos descubre a este cantaor y letrista, nacido en Triana en 1877, amigo de Chacón, y dicen que maestro de Pepe Marchena.  En los comentarios que hace Pareja encontramos una referencia al Ciego de la Playa: “En los cuatro años que duró mi contrato en el Café El Burrero obtuve mi doctorado. Por allí   desfiló   don   Antonio   Chacón. También el Marrurro (muerto violentamente en la Plaza de Toros de Algeciras, sin que fuera encontrado su asesino), Enrique "El Mellizo" y un ciego de Almería, que era ni más ni menos que Frasquito Segura “El Ciego de la Playa”. 

Ya tenemos, por tanto, otros tantos datos que confirman la relación de transmisión que establecieron el Ciego de la Playa y los más grandes del flamenco de la época en Sevilla. Chacón, ávido en empaparse y crear para el mundo flamenco, seguramente, recopilaría sones para conformar sus malagueñas, granaína y media, cartageneras, tarantas, mineras,etc. 

Rafael Pareja

Gracias a aportación de Chacón, a la herencia atávica de Pastora, a la impronta y el ingenio de Marchena, y más tarde con la compilación de Mairena…, gracias a la enorme afición que tenían por escuchar a los valores locales, por descubrir lo que se guardaba en la memoria de los pueblos, gran parte de los ‘soníos’ flamencos, más antiguos, han llegado hasta nosotros. Sin su empeño, sin su amor al flamenco, estos cantes se hubieran perdido. Ellos constituyen el eslabón entre esa cultura ágrafa y las grabaciones y la literatura posterior. Ellos fueron los transmisores de lo que hoy disfrutamos los aficionados e interesados del flamenco. Esto no quiere decir que sean los únicos, también ha habido muchos otros que han aportado formas y expresar el flamenco, pero fueron más localistas o más particulares. Estos tres genios, estos grandes maestros, aportaron no solo las referencias, sino que fueron capaces de reproducir y transmitir lo que hoy se hubiese dado por perdido de nuestro peculiar y enigmático género musical.   

Terminaremos diciendo que Francisco Jiménez Belmonte o Frasquito Segura “el Ciego de la Playa”, murió en su ciudad natal, el día 7 de febrero de 1925, como consecuencia de la diabetes que padecía. Murió en la misma pobreza que había vivido siempre, como un mendigo, recitando y cantando acompañado de su guitarra por las calles de Almería, a cambio de unas monedas.

El año pasado 2022 se cumplieron 25 años de historia de la peña flamenca de Huercal de Almería que lleva como denominación “Peña Flamenca El Ciego de la Playa”.

(Nota) El apellido Ribera lo hemos encontrado con V y con B

Calderas de Salamanca -Bulerías

Manolo de la Ribera - Malagueñas del Ciego de la Playa de Almería