Taquía

Taquía - y otras doctrinas de la doblez, deception تقية שלושת יסודות השיעה

No confundir con el marcador genético TaqIA, el factor biológico más estudiado en la predisposición al alcoholismo y otras adicciones, ubicado dentro del gen ANKK1, que está en unas células cerebrales conocidas como astrogliales, presentes tanto en el cerebro adulto como en el embrionario y con funciones clave en la actividad nerviosa.

Quien más quien menos sabe que si algo quiere de otro no ha de entrar en su casa como caballo en cacharrería ni acordándose de su mamá. Menos aún si el susodicho se halla bien armado o la cacharrería está bien o, al menos, abundantemente defendida.

El timador logra triunfar por su capacidad de embaucamiento, de engaño, de pretender y parecer lo que no es... y también por la avaricia, miedo o necesidad ajenos, claro. Cuando te quieres dar cuenta de sus verdaderas intenciones poco puedes hacer ya.

Los manuales políticos, que los islamistas también leen, además de haber escrito unos cuantos, describen el proceso de infiltrar estructuras enemigas, y todos conllevan la doble cara, la doble acción.

La taquía o simulación, más bien doblez o disimulo, no es, por tanto, mas que la expresión islámica, propia y típicamente chií, de una realidad consustancial a la acción política. Y va de suyo que la taquía se niega a sí misma, pues tal es su condición, ineludible e ineluctable.

Los conceptos político-guerreros, y la taquía también lo es además de ser una estrategia religioso-social, no son ni comprendidos ni utilizados por la mayoría en su sentido guerrero-político, pero sí por las minorías principales que los usan con conocimiento de causa y propósito cierto.

Hoy la taquía es claramente una técnica del yihadismo, especialmente usada por sus partidarios en Occidente donde deben enmascarar sus auténticas creencias para atraer a las audiencias sin provocar su rechazo ni caer en las manos de la Ley. Esconden su verdadero pensamiento y su objetivo de imponer la sharía y lograr el poder político presentando una visión 'amable' del Islam y de sí mismos, en la que no creen pero que saben que es la que las audiencias occidentales 'quieren' y están dispuestas a oír y aceptar. Al comportarse así, están negando a Alá y sus enseñanzas, estarían pecando gravemente, y la apostasía en el Islam se condena con la muerte. Pero en su ayuda viene la taquía, el instrumento que les permite comportarse así sin pecar ni contrariar a Alá.

De ahí que rechace la siguiente crítica (de un oficial useño casado con una mujer sunita, bajado el 6 January 2007 ), no porque me parezca incierta sino porque, aun siendo atinada, no niega el valor que para la acción islamista radical tiene la práctica hoy de la taquia:

"'One example is the ancient Shia concept of taqueeya. Muslims are masters at hiding their real views. Deception – taqueeya - is considered a Muslim art and virtue.´ This is almost completely false. The Shia concept of Taqiyah or religious precaution was a survival practice to avoid persecution by Sunnis or pagans who might kill them in the 8th-10th centuries, Today, Shia intellectuals still discuss the concept but it is not a major feature of Islamic culture. Educated Sunnis, particularly Palestinians and Saudis may not even have heard of it. [It took me an hour and several reference books to explain it to my Sunni-Arab wife] It is by no means a broadly understood or practiced concept and in no way a universally accepted "Muslim art and virtue."

Más cerca estoy de compartir las palabras, que no la intención exculpatoria, de la opinión de Ahmed (en el comentario que hace a un post del blog de islamiqua (bajado el 6 de enero de 2007):

Quand à la "taquiya", je suppose qu'au Maroc on est sunnite et que la taquiya est une pratique chiite. Mais même en supposant que les islamistes sunnites font de la "taquiya", est-ce tu penses que ceux qui font de la politique qu'ils soient de gauche, de droite ou du ciel, nous disent tout? En réalité, c'est un regard obsessionnel - et non critique et vigilant - en direction des islamistes qui pose problème. Faut-il les "éradiquer"?

Cita del libro de Edward Rice, Captain Sir Richard Francis Burton (bajado el 6 de enero de smirkingchimp):

"Under the Sunni princes, their enemies, the Shi’as, could be forced under pain of death to denounce Ali and the Imans. The hiding of one’s true beliefs by taqueeya came to be not only a matter of survival but of religious ordinance. The tenth-century Shi’a divine, Ibn Bubuya al-Saduq, stated, ‘Our belief concerning tiquiya is that it is obligatory...’".

Beth Goodtree resume el significado de taquia en el ámbito de la lucha antiterrorislamista (bajado de dafka.org el 6 de enero de 2007):

In Islam, lying or omissions for the 'greater good,' according to a strict or radical Islam/Islamist philosophy is not only acceptable, it is holy and blessed work. It is called al-Takeyya (or al-Taqiyya) ... Al-Takeyya is a policy whereby a Muslim may lie, deceive or omit critical truths if it promotes the spreading of Islam and the conquest of the non-Muslim world. According to William P. Welty, Ph.D., al-Takeyya/Taqiyya is: 'The Islamic principle of lying for the sake of Allah. Falsehoods told to prevent denigration of Islam, to protect oneself, or to promote the cause of Islam are sanctioned by the Qur'an, including lying under penalty of perjury in testimony before the United States Congress, lying or making distorted statements to the media such as claiming that Islam is a religion of peace and deceiving fellow Muslims when the one lying has deemed them to be apostates.

Y así lo define el sitio de una enciclopedia del Islam:

"Concealing or disguising one's beliefs, convictions, ideas, feelings, opinions, and/or strategies...'"

No comparto especialmente la sucinta descripción del concepto en el glosario del Islam de John L. Esposito, a mi entender algo taquiyista en sí:

"recurrir al disimulo ante el peligro, especialmente entre los shiíes." 

La definición es correcta, pero también conlleva disimulo por la ubicación y el carácter absoluto de la expresión 'ante el peligro' que matiza esencialmente la definición.

Jordán y Mañas, en su Jihad Monitor Occasional Paper No. 4, citan las siguientes palabras atribuidas a Ibn Taymiya recogidas, al parecer, en un manual de al-Qaida:

"si un musulmán está combatiendo o se encuentra en una zona pagana, no tiene el deber de mostrar una apariencia distinta de la de quienes le rodean. En esas circunstancias el musulmán puede preferir, o verse obligado, a parecerse a ellos, a condición de que su acción suponga un bien religioso, como predicarles, enterarse de secretos y transmitirlos a los musulmanes, evitar un daño, o algún otro fin de provecho." Los citados autores recuerdan que esta estratagema de engaño y disimulación es propia de la corriente takfirí, en su opinión la más radical dentro del salafismo yihadista, aunque reconocen que también se da entre otras corrientes islámicas "menos extremas, aunque no menos peligrosas". El converso español Abd al-rahman Medina Molera, defiende con orgullo lo que califica como maestría de Cervantes en el uso de la taquiya, a la que define como "vigilante cautela" (lo destacable de esta opinión es que la hace en un artículo que no tiene que ver, directamente, con la guerra islamista, sino con el mundo literario, aunque casi parece otro tipo de guerra islamista, más indirecta, cuyo objetivo es la captación de personajes y obras relevantes como acervo musulmán; también, que la publica en webislam, cuyo glosario de términos árabes no recoge el término taquia). Medina Molera dice así:

"El Quijote es una obra literalmente distinta a cualquier forma de novelar, no por prurito de originalidad, sino por ser necesario para el autor hacer sentir su posición adversa a la sociedad en que existía, incluso a la literatura vigente. El haberlo hecho con tan vigilante cautela –taquia-, revela hasta qué punto interesa a Cervantes que su obra circulara sin tropiezos innecesarios; no imitó la naturaleza ni tampoco el arte; manejó la literatura previa a él, e hizo lo mismo con lo existente en la realidad de su entorno. Cervantes usó de forma tan excelsa la taquia, que supera, en este arte obligado, a los más grandes maestro del siglo. En romance, no ha habido nunca nada parecido al estilo del Quijote. Cervantes, sin traicionar su conciencia, logró que su arte no se dejara arrastrar por las trágicas circunstancias que los andalusíes atravesaban, ni por sus más que justificadas antipatías personales, al amortiguar y buscar en la taquilla la expresión de sus intenciones, hace resaltar, por encima de todo, su hondo calado trascendente y artístico; estos versos dedicados por el Tiquitoc a Dulcinea son un ejemplo: 

Aunque de carne rolliza,

la volvió en polvo y ceniz

la muerte espantable y fea.

Fue de castiza ralea

y tuvo asomo de dama....

Nuestro caballero converso debía 'estar más obligado a su alma que a los respetos humanos' (I,28).

El arte y trascendencia del Quijote, hace indispensable tener presente la circunstancia personal y social de Cervantes como hijo de conversos. Cervantes arremete con la lanza del Quijote contra los nocivos fantasmas de cualquier siglo, salvando entre trascendencia y sonrisas, el desesperado gemir de los acabados, derrotistas, pesimistas, posibilistas y pícaros."

BuckStrider nos dice:

"Islam vocabulary ... actually provides for muslims to lie and decieve non-muslims to such an extent that they have specific words to describe different types of deceit. Taqueeya (also spelled taqiyya) - The Islamic principle of lying for the sake of Allah: specifically, lying to infidels about one's true intentions. It is used to postpone war until Muslims have gained enough strength to defeat their enemy, and/or when muslims feel threatened. Falsehoods told to prevent denigration of Islam, to protect oneself, or to promote the cause of Islam are sanctioned by the Qur'an, including lying under penalty of perjury in testimony before the United States Congress, and lying or making distorted statements to the media such as claiming that Islam is a religion of peace."

 [y nos llama la atención sobre otros conceptos islámicos próximos: Kitman, Tu-Quoque y Hunda]

Abdullah Al Araby nos recuerda que "en el islan hay ciertas normas bajo las que no solo se tolera la mentira, sino que se incita a la misma". Y Don Boys afirma que el islam permite engañar a los infieles:

"Muslims are permitted to lie: (1) to save their lives, (2) to reconcile a husband and wife, (3) to persuade a woman into a bedroom and (4) to facilitate one on his journey. Muslims are even permitted to disavow Islam and Mohammed if it is not a genuine heart-felt rejection. Muslims will tell you that concealment of a truth is not an abandonment of that truth if it benefits Islam."