1995 - Rabin es asesinado

Resumen

Fuente: Sobre la vida y legado de Itzjak Rabin: The Life and Legacy of Yitzhak Rabin (varios autores, 2015)

Poco más de un mes después de que el 28 de septiembre de 1995 se aprobaran los acuerdos conocidos como Oslo B (Oslo 2 o Acuerdo de Taba o Acuerdo Intermedio Israel-OLP sobre la Franja de Gaza y Cisjordania), el 4 de noviembre de 1995, al término de una manifestación en favor del proceso de paz, un estudiante de abogacía de 26 años llamado Igal Amir asesinó al Primer Ministro de Israel, Itzjak Rabin.

Los tres disparos a quemarropa de Amir fueron el clímax de un proceso de extremización política sin precedentes. Sin duda, el marco ideológico transmitido desde las cúpulas partidistas e ideológicas, especialmente desde la derecha israelí, y los veredictos realizados por ciertos rabinos otorgaron el marco de legitimación para que un magnicida decida asesinar a Itzjak Rabin.

Para investigar el asesinato de Rabin se conformó otra Comisión Estatal de Investigación (Shamgar B) que estableció que la "concepción" reinante entre las autoridades de la inteligencia israelí no había contemplado en serio la posibilidad de un atentado de un civil judío contra el primer ministro y, por lo tanto, no se habían tomado las medidas necesarias para proteger la seguridad personal de Rabin.

Por votación casi unánime, por un voto de confianza conjunto entre el Likud y el Laborismo, se decidió que el laborista Shimón Peres sería el Primer Ministro del vigésimo sexto gobierno del Estado de Israel. Peres sería también Ministro de Defensa y Ehúd Barak (ex-Jefe del Estado Mayor) sería el Ministro de Relaciones Exteriores.

El PM ante la Knésset (5 oct 1995)

Discurso en la Knesset del Primer Ministro Yitzhak Rabin. 5.10.1995

PM Rabin in Knesset- Ratification of Interim Agreement (Ministerio de AAEE de Israel)

Rabin’s Last Knesset Speech (Dore Gold, 2012)

Remembering Rabin and Shamir, correctly (David M. Weinberg, 2015)

Discurso del PM Rabin en la Manifestación por la Paz (Tel Aviv, 4 nov 1995)

Fuente: Ministerio de AAEE de Israel

Permítanme decir que estoy profundamente conmovido. Deseo agradecer a cada uno de vosotros por haber venido aquí hoy para oponerse a la violencia y manifestar su apoyo a la paz. Este gobierno, que tengo el privilegio de encabezar junto con mi amigo Shimón Peres, decidió darle una oportunidad a la paz, una paz que solucionará casi todos los problemas de Israel.

Yo fui militar por 27 años. Luché cuando la paz no tenía posibilidades. Creo que la paz tiene ahora poasibilidades, muchas posibilidades. Debemos aprovechar esto en nombre de todos los que están aquí parados, y en nombre de los que no están aquí, que son muchos.

Siempre creí que la mayoría de la gente quiere la paz y está dispuesta a asumir riesgos por la paz. Con vuestra presencia aquí habeis demostrado, junto con muchos otros que no vinieron, que el pueblo realmente desea la paz y se opone a la violencia. La violencia erosiona los cimientos de la democracia israelí, la violencia debe ser censurada y aislada. Ese no es el camino del Estado de Israel. En una democracia pueden haber diferencias, pero la decisión final debe tomarse en elecciones democráticas, como en las elecciones de 1992, que nos otorgó un mandato para hacer lo que estamos haciendo y seguiremos en este curso.

Quiero decir que estoy orgulloso del hecho que representantes de los países con los que hemos firmado la paz están presentes hoy con nosotros, y seguirán a nuestro lado: Egipto, Jordania y Marruecos, que nos abrieron el camino a la paz. Deseo agradecer al presidente de Egipto, al rey de Jordania y al rey de Marruecos, que enviaron hoy a representantes aquí para participar con nosotros en nuestra marcha hacia la paz.

Pero, más que nada, en los más de tres años de existencia de este gobierno, el pueblo israelí ha demostrado que es posible hacer la paz, que la paz abre las puertas a una economía y sociedad mejores, que la paz no es sólo una plegaria. La paz está antes que todo en nuestros rezos, pero es también la aspiración del pueblo judío, una genuina aspiración por la paz.

Hay enemigos de la paz que están tratando de herirnos a fin de torpedear el proceso de paz. Quiero decir sin ambages, que hemos encontrado un socio para la paz también con los palestinos: la OLP, que era nuestra enemiga, ya no se dedica al terrorismo. Sin socios para la paz, no puede haber paz. Exigiremos que pongan de su parte para la paz, así como nosotros haremos lo nuestro, a fin de solucionar el aspecto más complicado, más prolongado y cargado de emociones en el conflicto árabe-israelí: el problema palestino-israeli.

Este es un camino lleno de dificultades y dolor. Para Israel, no hay camino sin dolor, pero el camino de la paz es preferible al camino de la guerra. Esto se los digo como exmilitar, como un hombre que es hoy ministro de Defensa y ve el dolor de las familias y los soldados de las FDI. Por ellos, por nuestros hijos y, en mi caso, por nuestros nietos, quiero que el gobierno busque exhaustivamente cada apertura, toda posibilidad de promover y lograr una paz comprehensiva. Incluso con Siria será posible hacer la paz.

Esta manifestación debe enviar un mensaje al pueblo israelí, al pueblo judío de todo el mundo, a los muchos pueblos del mundo árabe y de hecho a todo el mundo, de que el pueblo israelí quiere la paz y la apoya. Por todo esto, os agradezco.