The Myth of Ethnic Inequality in Israel (Steven Plaut, June 2014) - El artículo es mucho más completo, y considera otros aspectos de posible discriminación (entre hombres y mujeres, entre mizrahim y ashkenazim, entre nuevos inmigrantes y ciudadanos desde hace tiempo, en favor de los veteranos, por estudios, etc.); lo siguiente es un mínimo extracto referido esencialmente a un aspecto:
Primero, tras ponderar por edad, educación y otras variables no étnicas explicativas, ¿es verdad que los árabes tienen peores resultados en el mercado laboral israelí que los judíos? La respuesta es que, en general, no. Depende de la definciión de ingresos que se use.
... [considerando como ingresos no solo los salariales] los árabes israelíes obtienen de media mejores resultados que los judíos , ingresando más que los judíos de edad y formación semejantes. De hecho, de media los árabes ingresan más que los judíos tanto ashkenazíes como sefarditas, alrededor de un 9% más, cuando las demás condiciones son iguales.
... La diferencia de ingresos entre las mujeres árabes y las judías es bastante pequeña cuando se tienen en cuenta otras variables; solo es de alrededor de un 2% favorable a las judías. Pero en el caso de los hombres, los ingresos totales individuales de los árabes son un 10% superiores a los de los judíos.
... Sencillamente, la etnia en Israel no juega un gran papel en el mercado laboral, a diferencia de lo que sí ocurre con el género y la educación.
Aunque está muy extendida la presunción de que la minoría árabe se desempeña peor en el mercado laboral del estado judío, sea por discriminación o por otras desventajas estructurales o culturales, lo cierto es que no ocurre así... Mientras que los datos brutos de ingresos de los árabes son considerablemente más bajos que los de los judíos, las dos poblaciones difieren en muchos aspectos significativos, incluidos edad y educación, y poco puede concluirse de su comparación en sí. Cuando se tienen en cuenta la educación, edad, estado marital, localización geográfica y grupo profesional de pertenencia, las disparidades de ingresos entre árabes y judíos prácticamente desaparecen y, en ciertos casos, incluso se invierten, de manera que los árabes logran mejores resultados que los judíos. Esto es especialmente cierto en el caso de los hombres con ingresos.
... En última instancia, los datos no apoyan la presunción de que los Mizrahim tienen una desventaja sistemática [respecto de los ashkenazim] en los mercados laborales israelíes.