1920 - (Haj) Amin el-Husseini - Revuelta árabe en Jerusalén y Gran Muftí

Revuelta árabe en Jerusalén

Tras la Declaración Balfour (2 de noviembre de 1917) y la inminente Declaración de San Remo (24 abril de 1920), que aprueba el Mandato Británico, que prometían y obligaban a establecer el Hogar Nacional judío en Palestina, los militares británicos - en este caso, representados por el general Sir Edmund Allenby, Comandante de la Fuerza Egipcia británica entre 1917-1919 y luego Alto Comisionado de Egipto, y el General Louis Bowls, administrador jefe de Palestina entre 1919-1920, se aprestaron a subvertir la declaración de su gobierno.

Con ese fin, colaboraron con los árabes para fomentar la violencia árabe contra los judíos, esperando que tan temprana reacción desanimara a los políticos y estos se vieran inclinados a retirar la Declaración Balfour. Así llegaría el primer estallido de revueltas durante las celebraciones de la Pascua judía, que en 1920 tienen lugar entre el 15-21 de abril.

En esas fechas, los británicos retiraron sus fuerzas de Jerusalén y un grupo de árabes entró en el Barrio Judío, donde durante tres días mantuvieron un asalto a los judíos, matando a cinco, violando a dos mujeres e hiriendo a más de cien (otros hablan de seis muertos y más de 200 heridos). El incipiente Haganá, entonces dirigido por Jabotinsky, lograría organizar la defensa, repeler el ataque y disminuir sus consecuencias (pero Jabotinsky, y otros 19 judíos, sería condenado a 15 años de trabajos forzados y deportación, aunque luego fueron amnistiados y posteriormente la sentencia revocada; para cubrirse las espaldas, los británicos también juzgaron in absentia, pues había huido a Jordania, a Haj Amin el-Husseini por sedición y le condenan a 10 años, aunque al año siguiente le permiten volver también).

La revuelta fue directamente promovida por Amin el-Husseini (a su nombre se le suele anteponer su título honorífico Haj) pero, según el coronel Richard Meinertzhagen, jefe de la inteligencia militar británica y luego Oficial Político Jefe Asesor para Palestina y Siria, fue concebida por el coronel Waters Taylor, asesor financiero del general Bols entre 1919-1923. 

Según Meinertzhagen, en relato de Denis Brian y Alan Patterson, pocos días antes de Pascua, Taylor se reunió con Husseini y le dijo que:

"tenía una gran oportunidad en Pascua de hacer ver al mundo... que el sionismo era impopular no solo con la Administración Palestina [británica] sino en Whitehall [sede del gobierno británico], y si en Pascua ocurrían en Jerusalén disturbios lo suficientemente graves, tanto el general Allenby como el general Bols abogarían en favor del abandono del Hogar judío. Waters Taylor le explicó que la libertad solo podía obtenerse mediante violencia."

Las revueltas se reproducirían en los años siguientes, unas con más intensidad (1929-1930 y 1936-1939) y otras con menos, hasta el establecimiento del Estado de Israel... y luego no han cesado (destacadamente en la Primera Intifada de 1987 y en la Segunda Intifada de 2000), con más o menos interrupciones, hasta hoy.

Consecuencias políticas de la revuelta

Sustitución del Gobierno Militar por un Gobierno Fiduciario Civil

La indignación manifestada por los partidarios británicos de Jabotinsky y por la comunidad judía en Palestina ante la condena de Jabotinsky, que solo había organizado la defensa de los judíos, incluso más grave que la condena a Amin el-Husseini, que había dirigido los ataques, llevó al Gobierno británico a poner fin en 1920 al gobierno militar de Palestina y sustituirlo por un gobierno fiduciario dirigido por civiles y encabezado por el Alto Comisionado Herbert Samuel, destacado judío británico con un historial de apoyo al sionismo.

Samuel fue objeto de ataques e insinuaciones inmediatos de los comandantes militares británicos de Jerusalén y El Cairo antisionistas, que alegaban que sus posiciones prosionistas inflamarían las pasiones árabes contra los británicos.

Perdón de judíos y árabes

Así, uno de los primeros actos de Samuel fue el perdón de Jabotinsky y, bajo presión de los militares, también de Amin el-Husseini, así como el de los demás árabes y judíos condenados por las revueltas de 1920.

Amin al-Husseini, espía británico

Por primera vez en 2014, los historiadores Barry Rubin, recientemente fallecido, y Wolfang G. Schwanitz, sostienen en su reciente libro Nazis, Islamists, and the Making of the Modern Middle East (2014), con apoyo en informes de la CIA de la época, que Amin al-Husseini no solo había sido un oficial otomano durante la Gran Guerra y un activo colaborador de los alemanes, durante esa Guerra y luego colaborador muy activo de los nazis durante la Segunda Guerra Mundial, sino que fue un activo agente y espía británico, a quienes ayuda a reclutar 1.500 hombres para el ejército de Faisal Hussein que entra en Damasco. Para redondear el asunto, Amin al-Husseini también fue espía y agente de los franceses en los intentos de estos de revolverse contra los británicos en Siria, especialmente en Palestina.

Amin al-Husseini se convierte tácita e irregularmente en Gran Muftí de Jerusalén

Bajo las mismas presiones de los militares británicos, y probablemente por su condición de colaborador y espía a su servicio, Herbert Samuel también permitió que Amin el-Husseini ejerciera como Muftí y Gran Muftí de Jerusalén y, poco después, Presidente del Consejo Musulmán Supremo. Ambos cargos le daban control absoluto sobre la vida religiosa y económica de la comunidad musulmana. 

El 12 de abril de 1921 los representantes de los árabes musulmanes habían elegido la terna de entre quienes el Alto Comisionado para Palestina, el Vizconde Samuel, debía elegir al muftí de Jerusalén. En la elección, Amin al-Husseini, nacido en 1895 de importante familia de terratenientes, es quien menos votos logra, solo logra ocho, y no logra ser incluido en la terna; el más votado fue Shaij Hisam al-Din Jarrallah. Inmediatamente los Husseinis y sus aliados entre los británicos se revuelven acusando a los judíos sionistas, y los 'traidores árabes y británicos que con ellos colaboran', de haber manipulado la elección: el mismo 19 de abril publican un cartel en Jerusalén que comienza:

"Despertad y evitad el daño antes de que ocurra.  Los traidores que todos conocéis se han aliado con los judíos para que uno de su partida sea elegido muftí..."

En el mismo sentido se manifiesta Richmond en un memorandum del 7 de junio en el que, después de alabar la candidatura de Husseini, denigra la de Shaij Hisam al-Din Jarrallah, diciendo que 'un muy gran número de personas' cree que la oposición a Husseini está formada por judíos contrarios a Haj Amin, con la colaboración de las 'intrigas de la facción de los Nashashibi' y en combinación con el secretario legal de Samuel, el Sr. Bentwich, judío y familiar de Samuel, que habían manipulado las elecciones para que Amin fuera apartado.

No obstante, tras las maquinaciones de los Husseini y sus aliados entre los británicos, Samuel acaba permitiendo tácitamente, aunque nunca se publica en la Gaceta Oficial, que Husseini asuma el puesto de Muftí de Jerusalén en junio de 1921 (aunque parece que ya el 10 de mayo, el mismo día en que se logra que Shaij Hisam al-Din Jarrallah retire su candidatura, Samuel y su secretario civil Wyndham Deedes habían asegurado a Husseini que había sido nombrado muftí), sucediendo a su hermano mayor Kamil. Ocupará el puesto hasta 1948, aunque antes debió huir de Palestina. Desde el principio, el muftí se califica y actúa como Gran Muftí (título inexistente en la tradición árabe musulmana u otomana). Richmond escribe numerosos memorándums en los que además le presenta como la máxima autoridad y representante árabe. Husseini sería nombrado en 1923 Presidente del recién constituido Consejo Musulmán Supremo para representar a los árabes palestinos. Probablemente, Samuel se vio influido en su decisión por el hecho de que el año anterior los británicos habían destituido a un Husseini como alcalde de Jerusalén, por haber participado y liderado la revuelta, y en su lugar habían nombrado a Raghin Nashashibi, del clan rival, y debió parecerle contraproducente enfrentarse dos veces con tan poderosa familia, favoreciendo a la rival.

El gran promotor de la candidatura de Haj Amin al-Husseini, y artífice de la anulación de la elección de la terna, fue, muy probablemente, el ya nombrado Ernest T. Richmond, arquitecto y antisionista acérrimo, consejero político adjunto de Samuel, pero no próximo a él, sino amigo íntimo de Storss, gobernador militar británico del distrito de Jerusalén, con quien antes había compartido tiempo y piso en Egipto y que fue quien le recomendó para el puesto con Samuel en Jerusalén. Sorprendentemente, en el propio gobierno británico se tiene a Richmond como el máximo representante árabe, esto es, como la contraparte árabe de la Organización Sionista, aunque 'los árabes no le pagan el sueldo', como escribió entonces un alto funcionario británico de la Colonial Office. La posición de Richmond contradecía frontalmente la entonces vigente en el Gobierno Británico; así lo manifestaría el propio Richmond al dimitir tres años después (aunque había amagado hacerlo mucho antes) y así lo escribe Clauson, alto funcionario de exteriores en Londres, en un informe:

"Es [Richmond] un enemigo declarado de la política sionista y, casi tan francamente, enemigo declarado de la política judía del Gobierno de Su Majestad Británica..."

Sobre la designación de Husseini como Gran Muftí es esencial Sir Herbert Samuel and the Government of Palestine, en The Chatham House Version and other Middle-Eastern Studies (Elie Kedourie, 1970).

Según Caroline Glick, ningún otro acto del Mandato británico ha tenido un efecto más devastador:

"Desde ese momento, la fortuna británica en el Mandato de Palestina , y también en todo el Oriente Medio, está unida a esa decisión. Husseini ya se había distinguido mediante su violento rechazo de los derechos nacionales judíos a a la Tierra de Israel; su elevación por Samuel fué la puntilla a cualquier posibilidad de que los árabes en el Mandato de Palestina vivieran pacíficamente con los judíos en el hogar nacional judío."

En el mismo sentido se manifiestan Barry Rubin y Wolfgang G. Schwanitz.

Las consecuencia del nombramiento serían funestas tanto para los británicos como para los judíos. Fue el comienzo de lo que se convertiría en el patrón que en lo sucesivo regiría las relaciones de los palestinos con los británicos: los palestinos usan el asesinato y el terror para dañar a los judíos y los británicos, esperando aplacarlos `[a los árabes palestinos], los recompensan con más poder.

Haj Amin el-Husseini: promotor del nacionalsocialismo e islamismo árabes y fundador del pueblo palestino

Haj Amin el-Husseini, miembro de un prominente clan árabe palestino, es el fundador del pueblo palestino. Puede incluso sostenerse que ha sido el líder del mundo árabe más importante del siglo XX, como sostiene Caroline Glick.

Ha jugado un papel esencial en la formación de las dos mayores corrientes políticas modernas en el mundo árabe e islámico: el nacional-socialismo y el islamismo.

Fue el líder musulmán más influyente durante la Segunda Guerra mundial. En gran medida, ha determinado la manera en que, desde entonces y hasta hoy, las grandes potencias se relacionan con los palestinos y con el mundo árabe en su conjunto.

Cuando Husseini incita el ataque a los judíos de 1920 no actúa por pasión nacionalista palestina per se, pues rechazaba la existencia de un pueblo o una tierra específicamente palestinos, considerando estos como parte de una nación panárabe o pansiríaca mayor, o de la umma (comunidad musulmana mundial).

Según los historiadores David Dalin y John Rothman, citados por Caroline Gilck, Husseini forma su visión islámica durante los estudios de bachillerato y universitarios (en la Universidad Al-Azhar) en El Cairo, al tiempo que desarrolló su odio genocida y absoluto a los judíos, como enemigos de Dios.

Husseini forjó un pathos nacional para los árabes palestinos que no gira alrededor de lo que son sino de lo que quieren destruir: los judíos y el sionismo. Su fin no era la conformación de un pueblo palestino (en el que no creía como algo distinto del árabe y de la comunidad musulmana) sino el fin del sionismo y la erradicación de la presencia judía en la Tierra de Israel y, como primer paso entonces, acabar con la inmigración judía en Palestina.

Colaboración con el nazismo

Sobre su conexión con la Alemania nazi el exhaustivo Nazis, Islamists, and the Making of the Modern Middle East (Barry Rubin y Wolfgang G. Schwanitz, 2014; audio de una entrevista con Schwanitz; otra entrevista con el autor), The Mufti of Jerusalem and the Nazis (Klaus Gensicke, 2007) y Haj Amin al-Husseini, the Nazis and the Holocaust: The Origins, Nature and Aftereffects of Collaboration (Jeffrey Herf, 2016).

En concreto, sobre su relación con Adolf Eichmann: Eichmann Before Jerusalem: The Unexamined Life of a Mass Murderer (Bettina Stangneth, 2014), que Denis Murray critica en Adolf Eichmann hoped his ‘Arab friends’ would continue his battle against the Jews (2015). 

Y sobre las razones por las que se libró de ser acusado de crímenes de guerra: The mufti's mysterious escape (Tsilla Herscho, 2015)

En Himmler’s Boost for al-Husaini (2017), Wolfang G. Schwanitz debate sobre el significado de un telegrama de 2 de noviembre de 1943 (con ocasión del 26º aniversario de la Declaración Balfour) de Himmler a al-Husseini, sosteniendo, contra lo dicho por la National Israeli Library, que el mismo suponía el apoyo nazi a la 'independencia árabe', a los "árabes, sobre todo en Palestina, amantes de la libertad, contra la judería mundial".

Amin el-Husseini y Adolf Eichmann

Con ocasión de la Guerra de Suez de 1956, Adolf Eichmann todavía libre en su exilio en Argentina, tentado para salir del incógnito y revelar su identidad y su verdad ante el mundo, rechaza hacerlo ante los occidentales, porque no serán justos con él, y añade:

‘Pero vosotros, vosotros los 360 millones de mahometanos con quienes he tenido una fuerte conexión interna desde los días de mi asociación con vuestro Gran Muftí de Jerusalén, vosotros, que tenéis una verdad mayor en las suras de vuestro Corán, Yo apelo a vostros para que me juzguéis. Vostros hijos de Alá habéis conocido a los judíos desde hace más tiempo y mejor que Occidente. Vuestros nobles muftíes y estudiosos de la ley pueden sentarse a juzgarme y, al menos de manera simbólica, darme su veredicto."

Fuentes

Una pequeña biografía The Grand Mufti (Zvi Elpeleg, 1993) y la nota sobre el mismo de Martin Kramer (2015); y otra nota de Kramer (2015) sobre una curiosa fotografía en la que aparecen juntos quienes inicialmente Anita Shapira identifica como Ben Gurión y su mujer junto al Muftí, pero que parece que no es el muftí.

Sobre el reconocimiento de Amin el-Husseini como Gran Muftí de Jerusalén es esencial Sir Herbert Samuel and the Government of Palestine, en The Chatham House Version and other Middle-Eastern Studies (Elie Kedourie, 1970, aunque había sido publicado antes, creo que en los 50, como artículo independiente)

También: The Israeli Solution (Caroline Glick, 2014) - Jewish Virtual Library - The Seven Lives of Coronel Patterson: How an Irish Lyon Hunter Led the Jewish Legion to Victory (Denis Brian y Alan Patterson, 2008) - Hajj Amīn al-Husaynī: the “creation” of a leader (Lorenzo Kamel, 2014) - The Israeli Experience “Part two”: Struggle for the national leadership between Herzl’s dream, Weizmann’s soft diplomacy, and al-Husseini’s recklessness (Khaled Abdelhay Elsayed, 2014) - 'The mufti planned to build crematorium in Dotan Valley', in 1942 (Daniel Siryoti y Erez Linn, 2015)