La tragedia de Enrique Peña Nieto

Actualización al 2 de mayo de 2018

La novedad es que la corrupción del gobierno de Enrique Peña Nieto, si gana Andrés Manuel López Obrador, será en su mayor parte gracias a ello.

Me preguntan si hay diferencia de gobierno con AMLO y la respuesta es que si, ya que habrá un regreso al pasado, a las Políticas de Luis Echeverría (1970-1976) y de José López Portillo (aka Jolopo, El perro)

Veamos los escrito hace 5 años:

Las elecciones para presidente en 2012 estuvieron divididas en tres partes, Enrique Peña Nieto la ganó por el PRI con el 38% de los votos computados. La abstención fue similar al ganador, 37%. Obviamente no fue una elección de carro completo como solían ser antes de 2000, pero sí claras de que la democracia al menos electoral ya ha llegado. Por supuesto que la elecciones fueron impugnadas por tantas corruptelas (apoyo de los medios, la prensa y la TV,TELEVISA y de estudiantes #YoSoy132) con la compra de conciencias o compra de votos, pero al final del día ganó la idea que EPN tenía la varita mágica para eliminar de tajo la violencia que se ha desatado sobre el país desde hace al menos 30 años y que particularmente explotó en la década de 2000 y hacer crecer al país.

Hasta hoy es un fiasco.

Las evaluaciones de los mexicanos que demandan menos mentiras sobre datos del control de la violencia, fueron respaldadas ayer por Newsweek en un artículo donde evidenció que las promesas de Peña Nieto en torno a la seguridad no se han cumplido a 19 meses de que asumiera la Presidencia de México. Se aclara que el ahora Presidente había garantizado en discursos que escribió en mayo de 2012 como parte de una propuesta hecha durante su campaña proselitista, “Con esta estrategia me comprometo a disminuir significativamente las tasas de homicidios y de secuestros del país, así como las extorsiones y la trata de personas”.

Más de dos años después, la seguridad en México sigue siendo un problema fundamental sin una solución. Ni siquiera en los peores momentos de la lucha contra el crimen organizado del gobierno del ex Presidente Felipe Calderón Hinojosa (2006-2012), México había registrado tanta violencia.

De verdad que todos deseamos que este violencia se erradique, pero de la raíz de la solución parece que ni idea tiene. Varios factores convergen, que nunca menciona en el discurso, ni tampoco los legisladores, ni los magistrados, que al fin de cuentas son el gobierno responsable.

Y para colmo de males el país no crece, ya que en lugar de adelgazar el gobierno, de respetar las leyes, de buscar buenas finanzas públicas, de erradicar el estado benefactor como estrategia electoral, continúan las sinsabores con, la mala administración de gobierno, los elevados impuestos que detienen la economía, que frenan la inversión en micro negocios productivos, y por ende no dan empleos ni bienestar. En lugar de respetar la ley el gobierno es el que más la viola. Por ende los ciudadanos no confían en el gobierno ni tiene credibilidad. Para colmo, el índice de desarrollo humano que mide el bienestar ha caído en este régimen.

Ahora dice EPN que la "reforma energética" va a resolver muchos males. Quién le cree? Al final del dia la reforma es para poder seguir extrayendo más hidrocarburos para generar energía y arreglar el desorden que se tiene en el monopolio eléctrico, después de que por décadas el PRI (y después el PRD) defendiendo el dogma del estado socialista monopolio de la energía como coto de poder. Como ya no funciono esa idea Marxista-Leninista, producto de malas ideas y creadora de corrupciones, pues borrón y cuenta nueva. Quo vadis?

Es la culpa solo del gobierno? Parece que no.

La culpa es quizá más fácil encontrarla en los ciudadanos que se dejaron deslumbrar por EPN que creen que hay varitas mágicas y milagros y que la mano invisible nos guía hacia el bienestar. La eterna búsqueda de caudillos. Pero el tema allí no para. (Nota, se repetirá la historia si llega a ganar AMLO)

Los demócratas Schumpeterianos creen que el rol esencial del ciudadano debe ser relativamente limitado, confinado principalmente a las elecciones del congreso o el presidente o gobernadores y a la vigilancia del buen gobierno: En las democracias unos pocos innovadores construyen partidos políticos que luego desarrollan un comportamiento rutinario y luchan por el soporte de las masas.

Esta visión limitada, aun así, percibe en la participación política un aspecto esencial en el gobierno representativo además de otras salvaguardas institucionales. La cuestión de la oportunidad para que todos participen, de que el sufragio sea efectivo y se respete el voto, y de que todas las voces se escuchen en la legislación, son aspectos muchas veces insuficientes en sí para asegurar que la democracia representativa funcione efectivamente. Los regimen poco o no democráticos entienden muy bien el poder simbólico de legitimarse mediante reuniones públicas con el pueblo o declaraciones de apoyo al gobierno, o la televisión de HD para los logros del presidente.

Es cierto que se ha avanzado mucho, al menos ya hay salvaguardas mejores para la votación, aunque es una lástima que los vicios arraigados en la cultura persisten.

Se debe pensar que en sí misma la participación electoral no garantiza el funcionamiento del gobierno y menos la democracia representativa. Aunque una condición necesaria para el camino democrático es que al menos haya libertad electoral, en general a mayor desencanto con el sistema electoral o el gobierno, es más baja la participación cívica o el absentismo electoral es alto. Si la libertad no se da sobre todo en los negocios y el gobierno insiste en ser benefactor a costa del dinero de los ciudadanos pobres, nunca crecerá México.

Esto es problemático para un país como México si se desea que se elijan gobernantes de valía, que se puedan expresar y articular reclamos y demandas públicas, que se pueda desarrollar, educar eficazmente, entrenar los futuros líderes políticos.

Se considera que la falta de participación electoral erosiona la confianza y legitimidad de los gobernantes electos, extrae el espíritu de las nuevas y frágiles democracias y refuerza la desigualdad social, coloca en desventaja a la población de las minorías como las mujeres, los pobres y las etnias que están al margen del poder.

Hay una letanía de los males que han erosionado la participación política que vincula a los ciudadanos, al gobierno y al estado. Se da por hecho que las elecciones son el camino más simple para que la gente común exprese su opinión. Algunos consideran que las urnas medio llenas son síntomas de enfermedad de la democracia de una sociedad, y de que el haber elegido a un gobernante con solo el 38% del voto es sintomático.

Pero también es un hecho irrefutable que la presidencia de la república no hace al hombre, el hombre debe hacer a la presidencia, y eso en los próximos 4 años difícilmente lo veremos.

Referencias

PNUD ONU 2014 INFORME REGIONAL DE DESARROLLO HUMANO 2013-2014 http://www.latinamerica.undp.org/content/dam/rblac/img/IDH/IDH-AL%20Informe%20completo.pdf

GARCIA-MARIN, ERNESTO. 2005. DE SALINAS A FOX: EL ACTIVISMO POLITICO EN MEXICO 2005 http://www.monografias.com/trabajos-pdf4/salinas-fox-activismo-politico-mexico/salinas-fox-activismo-politico-mexico.pdf