El Doc

Hola mis queridos lectores. Este es un breve ensayo escrito el día del padre, recordando al mío. La vida nos da muchas perspectivas y vistas de las cosas y da más cuanto más años vivimos y cuanto más observamos. Hay algunos que ven y leen desde muy jóvenes, que leen a sus abuelos a sus padres a sus tíos y a sus amigos. Y lo hacen constantemente, de tal forma que al llegar a cierta edad algunos de tus amigos te llaman gurú, otros tigre y otros newton, pero el tema es que cada camino es uno entre un millón.

El Doc se refiere al Doctor Ernesto Garcia Rivera, que vivió y trabajó toda su vida en Matamoros, Tamaulipas

Archivo EGM

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El Doc.

Por Ernesto García Marín

“Cuando puedas amar a una anciana, a una niña y a una jovencita de la misma manera, serás libre para amar más allá de la forma. Entonces se desatará dentro de ti la esencia del amor, que es una fuerza universal. Y dejarás de sentir apego -el llamado silencioso, al cual obedece el amor". Deepak Chopra.

Hola mis queridos lectores. Este es un breve ensayo escrito el día del padre, recordando al mío. La vida nos da muchas perspectivas y vistas de las cosas y da más cuanto más años vivimos y cuanto más observamos. Hay algunos que ven y leen desde muy jóvenes, que leen a sus abuelos a sus padres a sus tíos y a sus amigos. Y lo hacen constantemente, de tal forma que al llegar a cierta edad algunos de tus amigos te llaman gurú, otros tigre y otros newton, pero el tema es que Cada camino es uno entre un millón. Por ende, no hay que olvidar que un camino no es más que eso. Si piensas que no debes seguirlo, no te quedes en él bajo ninguna circunstancia. Un camino no es más que un camino. Que lo abandones cuando tu corazón así te lo indique no significa ningún desaire a ti mismo ni a los demás. Pero tu decisión de seguir esa senda o apartarte de ella no debe ser producto del temor ni la ambición.

Cuando el Doc, Ernesto García Rivera, inicio su camino fue en noviembre 7, de 1918. Precisamente el día de san Ernesto en el calendario gregoriano. No significa esto que por esa razón María Rivera, media hermana de la Tía Zoila Rivera, ambas hijas del Cabo Rivera, funcionario de la aduana de Matamoros, quizá por allá por 1905, época de crecimiento en México y gran tráfico de mercancías, de por medio el gobierno del presidente Porfirio Díaz, allá bautizado con ese nombre al Doc. Porque el hecho es que el marido de María, Ernesto García y García, (hijo de Manuel García Longoria) originario de la Barranca, El Capote, El Panalito, etcétera, poblados todos de la margen derecha del rio Grande (Bravo) a 25 a 30 km de distancia de la plaza de armas de Matamoros (antiguo San Juan de las Lagunas -o esteros- hermosas), como hemos apreciado, pues también así se llamaba. Entonces pienso que lo más seguro es que siguiendo la antigua tradición familiar, que data desde Europa y España, el nombre se le puso Ernesto por ser el primogénito.

Pues el caso es que el famoso Doc, nació con un gran nahual, esto es con un fuerte espíritu, de acuerdo a la tradición indígena mesoamericana y utilizando un vocablo náhuatl. Físicamente era un niño rollizo, extremadamente rubio e intensos ojos zarcos o azules quizá. No lo vi, pero lo intuyo. Nació en Matamoros, en la casa ubicada en la calle Bravo, entre 13ª y 14ª, y hubo gran jolgorio y regocijo, asistiendo al evento toda la familia, desde Baltasar García y familia, vecinos en la 13ª y Bravo y contiguos a la casa del Doc, hasta toda la Garciada, Garzada, Longoriada, Peñada, Ramireada y demás parientes de los mencionados sitios de origen de papa Ernesto, mi abuelo rama paterna y por supuesto de Monterrey y parientes Rivera de María. Para el bautizo, que fue unos días después, por supuesto había que echar la casa por la ventana, y fue en Catedral del Refugio, o sería en la capilla de Sagrado Corazón, no lo sé, pero esto fue el mismo año de 1918, ya en plena revolución mexicana, y si se’, que le vistieron con un excelente y bello ropón, característico, con la gorra y calzado que la ocasión amerita para vestimenta de bebe en bautizo de pompa, enjundia y protocolo.

Después del bautizo, empezó la vida cristiana del Doc. Tuvo tres hermanos: Humberto (1920-2001), Homero (1922-1996) y Carlos Héctor (1928-2003). Los cuatro jugaron, estudiaron y compitieron viviendo siempre en el solar familiar de casa. Los cuatros fueron profesionistas, pero solo Ernesto y Carlos fueron doctores, el primero en medicina general y cirugía por la universidad de Nuevo León en Monterrey y el segundo en psicología por Lovaina. Humberto y Homero se graduaron de Comercio e hicieron su carrera en el mismo tema.

El Doc, al estar estudiando de 1938 a principios de la década de 1940 en Monterrey por razones sui generis fue adscrito a la vanguardia Comunista, supongo que por instrucciones del Gobierno de Lázaro Cárdenas, por el Doc llamado el Trompudo, roba vacas, etcétera.

Pero nunca en mi vida que lo conocí, mas de 55 años, le vi al Doc en vida ninguna traza de cultura de izquierda, ni de comunista ni de nada por el estilo, más bien fue en sus últimos 20 o 30 años de vida, muy católico, de esos que van a misa todos los días.

Fue el Doc también siempre un libre pensador, un espíritu de gran nobleza, de alma grande, sin una adscripción ideológica alguna, de esas e tipo político, más bien una adscripción a la generosidad y amor, entrega, responsabilidad y apoyo a su familia, familiares y semejantes.

Fue el Doc en un periodo de su carrera director administrativo del Hospital Civil (hoy centro de artesanía), el mismo que fuera construido en tiempo record por el gobierno de Santa Ana como hospital militar en 1847, cuando la guerra con Estados Unidos. Durante el periodo de 1961 – 1966, el Doc dedicó todo su esfuerzo y dedicación a las mejoras del nosocomio, trabajando pro bono, para la ayuda de los pobres que no podían solventar ningún gasto hospitalario. Con la llegada de las ideas del estado benefactor, del gobierno federal mexicano que como tenia buenos ingresos después de la pos guerra de 1939-1945, y la ampliación de la gestión de la llamada secretaria de salud, se decretó por el gobierno del estado de Tamaulipas, que los médico que trabajaban en ese hospital debían cobrar, a fuerza, y que por lo pronto se despidiera al Doc, como persona non grata para la política del nuevo régimen estatal. Esto devastó temporalmente el espíritu de creencia en las instituciones mexicanas de muchos médicos, y vi como devastó al Doc, que por cierto era muy sensible a las ingratitudes humanas, y en esta caso era risible para todos el pensar que en aras de utilizar el dinero de los impuestos, se cargara al erario el pago de los médicos que gratuitamente daban servicio en el hospital. Y como muchas cosas que aun siguen sucediendo en México, ese caso vergonzoso para el gobierno sigue sin explicación y así estará por muchos años más. Seguramente.

El Doc regresó a su vida profesional normal y como todo en la vida, fue recompensado con más trabajo, más fama, más dinero y más esfuerzo eficaz para ganarlo. Así que por el hecho de que en general se dedicara al libre ejercicio de la profesión, enfocado a la atención de niños, en la rama clínica, poco ejerció la cirugía, sin utilizar ya mas el servicio pro bono “oficial”, por mas que él quisiera dar, pues su consultorio se llenaba de más de 80 demandas de consulta diarias, y eso pasó por más de 25 años. Muchas de las personas, estimo el 20%, eran gratuitas para la gente está muy jodida de Matamoros, porque mis amigos, y no de ahora sino desde antes, siempre han existido.

Así que Dios provee, y lo digo no solo por el trabajo y el dinero, sino porque siento que esos fueron los mejores años del Doc. Nunca diré que fue rico, nunca lo fue, pero era libre, pudo educar profesionalmente a seis hijos, todos en escuela privada, y de las cara. Además ayudo a la educación de alguno que otro sobrino.

Que fue generoso. Lo fue. Que fue amoroso. Lo fue. Que fue hombre de su tiempo, pues lo fue. Para mí y muchas personas pensantes que lo conocieron es un héroe, no como los héroes militares y políticos o comerciantes que nos tiene atiborrados en México, y muchas partes del mundo, el Doc es un héroe real, de carne y hueso, que tiene muchos adeptos y que muchos de ellos me dicen que les hizo un milagro. Así que el Doc era un brujo, un profeta, un gurú, bueno al fin de cuentas un médico, temeroso de Dios y amoroso de los humanos.

Este artículo es sencillo, la vida del Doc no fue tan sencilla. Se casó con una hermosa mujer, que toda su vida se vio en sus ojos. Emma Marín de La Mora- Ruiz- Rougier fue su gran amor, Emma fue su vida, y también fue su paciente por décadas. Sus hijos todos fueron sanos y vigorosos, muy buen vigor hibrido, de esos que mezclan la sangre de dos cepas, pa mi que irlandesa con sefardí, y revolturas de godos, y nórdicos de Europa.

Pero su hermosa sobrina Kuki García Hernández, a la que la pareja cuidó de 1967 a 1989, tuvo un accidente al nacer de muerte de parte del cerebro, o llamada a veces parálisis por causa cerebral. A ella la cuidaron celosamente, amorosamente, más que a sus hijos naturales, en el aspecto que era quien más lo requería, y ella pa mí, les dio la santidad. En fin hay tema para rato, pero el caso es que el Doc, mis amigos, es un héroe, un héroe de Matamoros, de México y del mundo, sin monumento de piedra, mas con un hondo grabado en los corazones de humanos, que aun por estos días me lo recuerdan.

No quiere decir que todo lo dicho aquí este totalmente apegado a fechas histórica exactas, puede haber varios errores, pero si les aseguro que esta apegado al corazón, y el corazón del hombre es la piedra maestra de sus pensamientos.

Finalmente les dejo con unas frases que escribiera mi hija Piki sobre el Doc antes de morir ambos:

“Mi abuelo Ernesto es médico pediatra, fue muy reconocido en la ciudad de Matamoros donde mis abuelos Emma, Josefina y Ernesto eran originarios. Mi abuelito Ernesto era sumamente inteligente y atinado, además era muy caritativo, cuando veía que la gente que iba a su consultorio no tenía recursos económicos con que pagarle no les cobraba nada, y mucha gente todavía lo recuerda con muchísimo cariño porque salvo a muchos niños. Me he encontrado gente que cuando sabe que soy nieta del Dr. Ernesto me cuentan lo bueno que era mi abuelo. Mi abuelito adoraba a mi abuelita Emmita. Matrimonios como esos he visto pocos.” Emma Josefina García Hernández, My History.

Bibliografía.

Deepak Chopra. El sendero del Mago. En http://www.rincondelpoeta.com.ar/cuento_elsenderodelmago.htm

Emma Josefina García Hernández. 2009. My History. En

https://sites.google.com/site/ernestogmsite/articulos-y-ensayos/my-history