Pobreza Mexicana 2016

Los niños son los reyes del futuro, muchos mexicanos no tienen niñez.

Después de casi 4 años de gobierno, el Presidente de México, Enrique Peña Nieto está tratando de ganar la confianza pública en el plan económico de su gobierno en medio de mediocres proyecciones de crecimiento. En tanto que sus esfuerzos se han centrado en la atracción de inversiones e impulsar la competitividad del país, el gobierno se revoluciona en medio asombrosas luchas contra los índices de desigualdad de ingresos y la pobreza que se han mantenido prácticamente sin cambios durante las dos últimas décadas.

Las cifras por sí solas demuestran lo largo del que México tiene que recorrer hacia la prosperidad: el 1 por ciento de los más ricos se apropian del 43 por ciento de la riqueza del país, y los activos de sólo cuatro multimillonarios dan cuenta del 9 por ciento del PIB, según un informe de junio de la Organización internacional de ayuda Oxfam. Mientras tanto, el 46 por ciento de la población de 122 millones de México se mantiene por debajo del umbral de la pobreza, una cifra que la Secretaría de desarrollo social del gobierno dijo que ha sido esencialmente la misma desde 1992. México también tiene el mayor índice de desigualdad de los ingresos de los 34 países de la Organización de Cooperación Económica y Desarrollo, el grupo de economías de mercado de mayores ingresos del mundo. Los mexicanos más ricos han visto cómo se hincha de billetes su riqueza en los últimos 20 años.

A pesar de que la riqueza de los multimillonarios mexicanos se multiplica por cinco, el 48 por ciento de las escuelas estatales no tienen acceso a las aguas residuales, el 31 por ciento no tiene agua potable, el 12.8 por ciento no tienen baños o aseos y un 11.2 por ciento no tiene acceso a la electricidad, reporta Oxfam.

El problema sólo se ha visto aumentar en los últimos años bajo la vigilancia de la administración de Peña Nieto. El número de mexicanos que viven en la pobreza aumentó en alrededor de 2 millones entre 2012 y 2014, según datos del propio gobierno. Eso coloca a México en contraste directo con la mayor parte de América Latina, que constantemente ha estado reduciendo la pobreza.

Peña Nieto ha señalado que la desigualdad de ingresos como uno de los principales obstáculos para el crecimiento. Una vez mencionó: "Reconozco México todavía no se está moviendo a la velocidad que todos queremos", en un mensaje de video publicado en Youtube antes de su tercer informe. La desigualdad, junto con la corrupción y la crisis económica mundial, han sido los tres principales desafíos para la economía de México, dice EPN.

El presidente ha pasado la mayor parte de su mandato impulsando un conjunto de ajustes necesarios y urgentes sobre el petróleo y la energía, la educación, los impuestos, las telecomunicaciones y las políticas electorales, todos ellas diseñadas para abrir el país a una mayor inversión y hacer de México un importante agente económico global. Por ejemplo, Peña Nieto impulsó un cambio constitucional en 2013 para abrir el sector petrolero a la inversión privada. También ha introducido un plan para revisar las evaluaciones de los maestros y de pago basado en el mérito.

Pero a medida que Peña Nieto se ha centrado en estos cambios radicales, algunos críticos dicen que no ha demostrado un compromiso con la lucha contra el problema de ls desigualdad que causa la pobreza. Ni la desigualdad ni la reducción de la pobreza han sido prioridades de la administración. Tal parece que el gobierno solo está dispuesto a tratar de estimular la inversión privada y extranjera a gran escala.

Aunque la pobreza es la mayor preocupación entre la mayoría de los mexicanos, a pesar de amplias disparidades de ingresos y el gobierno no ha sido eficaz en la reducción de la pobreza, asi la gente se preocupan menos por la desigualdad, pero al final del di'a son los mismo.

México ha tenido algunos pequeños éxitos en la lucha contra el problema en los últimos años. Los programas de desarrollo como Prospera, una extensión de un programa puesto en marcha en la década de 1990 que proporciona transferencias de efectivo a las familias pobres si los padres envían a sus hijos a la escuela ya controles médicos regulares, se han acreditado con ayudar a reducir los niveles de pobreza extrema en los últimos años. Sin embargo, bajo la administración de Peña Nieto, la pobreza extrema se redujo únicamente en un 0.3 por ciento entre 2012 y 2014, algunos críticos señalan que cuesta más Sedesol que lo que beneficia.

Los programas de transferencias monetarias han ayudado a los niños de familias pobres a recibir educación y el acceso de primera necesidad, pero hacen poco para ayudar a entrar en la fuerza de trabajo después. El problema es que [los programas] no están en contacto con las condiciones económicas locales que son necesarias para la incorporación de los niños en los mercados de trabajo en empleos productivos. Los que no son capaces de encontrar puestos de trabajo a nivel local terminan emigrando fuera de sus comunidades, ya sea a partes más ricas de México o el norte de los Estados Unidos.

Hay alrededor de 2 millones de personas más pobres en 2016 en México que las que había hace dos años. Dos tercios de ellos viven en sólo dos estados - Veracruz y el Estado de México. Mientras que la tasa de pobreza en la nación fue mayor a finales de 2016 de lo que era a finales de 2012, la mayoría de los estados en realidad redujeron sus tasas de pobreza. Los aumentos significativos vinieron de pobreza en sólo seis estados - los abandonados o mal administrados Chiapas (campeón nacional), Oaxaca, Michoacán y Morelos.

Colofón

Hay poco optimismo de que el gobierno de Peña Nieto tratará de asumir los problemas de desigualdad y pobreza a la segunda mitad de su mandato. Los índices de pobreza y desigualdad han sido altos en la sociedad mexicana durante tanto tiempo que la gente se ha acostumbrado tanto a ella, y tal parece que el gobierno confía en ello.