Competitividad de ciudades mexicanas

¿Las ciudades y su competitividad

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¿Qué es lo que hace que algunas ciudades sean exitosas y que otras fracasen? Esta pregunta se la hacia Aristóteles desde hace 2,500 años. no existe una fórmula única para el éxito, sin embargo los expertos dicen que todas tienen en común la habilidad para atraer a personas talentosas y permitirles generar sinergias entre ellas, ya sea a través de la creación de empresas, en los centros de investigación o en los centros recreativos.

En 2002 participamos en un estudio sobre fortalezas y debilidades de Ciudad Victoria. En el se aplico la metodología del Banco Mundial. En este análisis se utiliza un estudio comparativo descriptivo del Instituto mexicano para la competitividad 2012.

Las Ciudades como Nueva York y Londres son ejemplos de la gran capacidad que se requiere para aprovechar el talento que ahí reside para reinventarse una y otra vez. En contraste, la ciudad de Detroit está en declive desde la década de 1980, la pérdida de talento y capital humano por apostar el futuro de la ciudad a una sola industria.

México como país tiene grandes deficiencias nacionales en materia de competitividad, que se han mejorado particularmente en la última década. Entre las ciudades hay contrastes sin embargo mientras que la Ciudad de México, Guadalajara y Querétaro han logro atraer industrias diversas de alto valor agregado gracias al acervo de talento con que cuentan, Ciudad Juárez, Matamoros y Reynosa enfrentan un dramático declive por la inseguridad y por una pésima política urbana.

Esto lo constata el hecho de que las manchas urbanas de estas ciudades crecieron más de 10 veces en relación a su población, convirtiéndolas en las ciudades con más expansión de territorio. ¿Cuántos policías más se necesitan ahora para vigilar esas ciudades? Con una expansión así, no hay presupuesto que alcance ni para dar seguridad ni para ofrecer servicios públicos de calidad.

Los problemas que actualmente aquejan a todas las ciudades de México y que hace que ninguna ciudad sea de clase mundial, se deben fundamentalmente a un mal diseño del municipio como institución encargada de gobernarlas. En 1917 se definieron las leyes para el municipio libre con un enfoque rural de país. Este enfoque ha tenido pocos cambios pero la demografía ha cambiado radicalmente, en 1960 la población urbana supero a la población rural, en 2012 más del 80% de los mexicanos viven en zonas urbanas, cerca de dos terceras partes de la población vive en municipios que son parte de una zona metropolitana, en ciudades que exceden los límites territoriales de un municipio en particular. Esto implica que decenas de millones de mexicanos deben trasladarse a un municipio diferente al que residen para realizar sus actividades diarias. Por ello, podemos afirmar que más que el municipio sea una institución diseñada para el fracaso, se trata de una institución cuyo diseño actual es completamente obsoleto e ineficiente para gobernar las ciudades que sean competitivas. Con una institución diseñada hace 95 años, esperamos enfrentar los desafíos de gobernar las ciudades del siglo XXI. Aunque es muy importante legislar al respecto, poco interés hay en los diputados de enfrentarlo y mejorar las ciudades.

A continuación se presenta un análisis de 77 ciudades más importantes del país. La comparación se realiza a través de 60 indicadores sobre la calidad de la gestión urbana y el entorno socioeconómico, a través de 10 factores que son clave para la competitividad urbana.

• Ciudades compactas

• Finanzas públicas

• Seguridad

• Transporte

• Gestión del agua

• Residuos urbanos

¿Qué hace el Índice?

• Compara transversal y temporalmente la posición relativa de 77 zonas urbanas del país en torno a 10 subíndices que tienen un impacto significativo en la competitividad.

• Otorga una calificación de 0 a 100 para cada ciudad, tanto a nivel general como para cada subíndice, a manera de conocer su desempeño.

• Permite hacer conjeturas razonables en relación con el efecto en inversión y talento resultante de los aumentos en la posición competitiva de las zonas urbanas.

• Permite comparar el desempeño de las diferentes ciudades en distintos indicadores, temas y a nivel general.

¿Qué no hace el Índice?

• No pretende ser un modelo de equilibrio general ni parcial.

• No permite realizar predicciones en relación con la inversión ni el talento en las zonas urbanas.

• No hace explícitas las interacciones entre los indicadores considerados.

Definición de Competitividad

El Índice de Competitividad Urbana 2012 mide la capacidad de las ciudades mexicanas para atraer y retener inversiones y talento. En las ciudades, como en los países y en las regiones, el nivel de productividad de las empresas y de las personas –y por lo tanto su prosperidad y bienestar- está estrechamente vinculado al acervo local de capital físico y humano. Pero tanto la inversión como el talento tienden a gravitar hacia los lugares donde pueden obtener los mejores retornos. Por lo tanto, una ciudad competitiva -que consistentemente resulta atractiva para la inversión y para el talento- es una ciudad que maximiza la productividad y el bienestar de sus habitantes.

Este Índice evalúa la competitividad de las 77 zonas metropolitanas más importantes del país –que en conjunto concentran a más de 63% de la población nacional- a partir de 60 indicadores. Conforme a nuestro modelo conceptual, estos indicadores han sido categorizados en 10 subíndices que son colectivamente exhaustivos y mutuamente excluyentes. Esto quiere decir que cada subíndice investiga una dimensión distinta de la competitividad. En este índice, además de presentar la calificación general de competitividad de las ciudades mexicanas, se presenta la calificación de las ciudades en cada uno de los subíndices que lo conforman.

Grupos de competitividad

Debido a la poca variabilidad entre la calificación final de una ciudad y las próximas a ella, se decidió agrupar a las zonas urbanas en seis diferentes categorías de competitividad. Estos grupos fueron conformados tomando la distancia en desviaciones estándar con respecto a la media tanto para cada uno de los subíndices como para el Índice general. Las categorías son las siguientes:

• Competitividad Alta: Aquellas ciudades cuyo puntaje se encuentra a dos o más desviaciones estándar por encima de la media.

• Competitividad Adecuada: Aquellas ciudades cuyo puntaje se encuentra entre una y dos desviaciones estándar por arriba de la media.

• Competitividad Media Alta: Aquellas ciudades cuyo puntaje está por encima de la media y hasta una desviación estándar.

• Competitividad Media Baja: Aquellas ciudades cuyo puntaje está por debajo de la media y hasta una desviación estándar.

• Competitividad Baja: Aquellas ciudades cuyo puntaje está entre una y dos desviaciones por debajo de la media.

• Competitividad Muy Baja: Aquellas ciudades cuyo puntaje está a dos o más desviaciones estándar por debajo de la media.

El Valle de México se convirtió en la primera zona metropolitana del país en los años 40 con la conurbación entre la delegación Miguel Hidalgo del Distrito Federal y el municipio de Naucalpan en el Estado de México. A 2005, CONAPO identificaba 56 zonas metropolitanas en el país, que concentraban al 56% de la población nacional y al 79% de la población urbana del país. Lo anterior quiere decir que México no es sólo un país urbano –estrictamente hablando, sino que es un país de zonas metropolitanas.

Cuadro 1: Evolución de las zonas metropolitanas de México 1960-2010.

Fuente: CONAPO (2007). Delimitación de las zonas metropolitanas de México 2005, p.10.

*Estimación IMCO con datos del Censo 2010

Ahora bien, la pregunta obligada seria ¿Quién gobierna las metropolis- ciudades mexicanas? Pues bien la metropolización ha implicado múltiples retos institucionales para la gestión de las ciudades del país. Cuando una ciudad se extiende sobre varios municipios, ¿quién la gobierna realmente? ¿lo hacen de manera conjunta todos los municipios conurbados, o ninguno?

La respuesta es por demás muy conocida por los mexicanos, actualmente las zonas metropolitanas no se gobiernan, cualquier acto de gobierno pasa necesariamente por la autoridad municipal que forma parte de ella, o por las autoridades estatales o federales. Al final del día todos se echan la bolita cuando hay problemas. Cuando vivimos en Veracruz- Boca del Rio, metrópoli de los municipios conurbados del centro del Estado de ese primer nombre, los problemas nadie los soluciona. Y también sucede en Monterrey y su área metropolitana donde cada quien jala para su santo, siendo que colmo que los gobernantes son de diferentes partidos políticos que crea abismos en la comunicación y gestión. Es evidente para los municipales que el buen funcionamiento de las conurbaciones intermunicipales requiere el trabajo coordinado de los gobiernos involucrados.

Las principales tendencias en la gestión de las ciudades competitivas del mundo se enlistan continuación

• Un diseño institucional que facilita la gestión de la ciudad, primer lugar un mando único, y recursos fiscales únicos.

• Administrador urbano, profesional, que experiencia y no de política. En el mundo se les denomina administrador general de la ciudad o City Manager. En México aun no existe.

• Autoridades metropolitanas, comprometidas y profesionales, auditadas y acciones públicamente conocidas. Todo proyecto realmente se somete a auscultación ciudadana, al bien común.

• Medición de desempeño, en caso de falla, despido como en empresas.

• Desarrollo compacto y vertical, evitando así las famosas dadivas políticas características de los gobiernos de los estados y municipales de entregar terrenos a líderes clientelistas de PRD (México DF) o PRI (resto del País) de colonias populares por toda la ciudad sin los servicios.

Índice de Competividad por ciudad.

Este Índice evalúa la competitividad de las 77 zonas metropolitanas más importantes del país, que en conjunto concentran a más de 63% de la población nacional, a partir de 60 indicadores. Conforme al modelo, estos indicadores han sido categorizados en 10 subíndices que son colectivamente exhaustivos y mutuamente excluyentes. Esto quiere decir que cada subíndice investiga una dimensión distinta de la competitividad. En este Índice, además de presentar la calificación general de competitividad de las ciudades mexicanas, se presenta la calificación de las ciudades en cada uno de los subíndices que lo conforman.

Tabla I.1. Resultados en el subíndice de Sistema de derecho por tamaño de ciudad y grupo de competitividad, 2010

De acuerdo a los resultados, la única zona metropolitana que puede llamarse competitiva en México es la ciudad de Monterrey, ciudad de Mexico y Guadalajara. Sin embargo, aquí está la disyuntiva, este es solo in indicador de que es la mejor en México pero ni por mucho pasa los nivele requeridos internacionales.

Algunos factores que la destacan:

Monterrey

La lista de temas en los que Monterrey destaca es extensa. Hasta 2010, el clima de negocios era uno de los mejores del país: el número de días para ejecutar un contrato en la ciudad era de 236, la mejor cifra entre todas las ciudades, y muy inferior al promedio nacional de 359 días. La ciudad es líder nacional en manejo sustentable de recursos como el agua y los residuos: es una de las 8 ciudades mexicanas que generan biogás a partir de los residuos sólidos, y ocupa el 2º lugar nacional por su capacidad de tratamiento de aguas residuales. También destaca por sus indicadores en capital humano: es la 4ª ciudad con mejor calidad educativa (medida a partir de los resultados de los alumnos en la prueba ENLACE) y la 10ª ciudad con mayor grado de escolaridad (9.7 años). En cuanto al nivel de marginación de los hogares, Monterrey también destaca respecto a la media nacional: sólo 3 de cada 100 viviendas no cuentan con drenaje y 2 de cada 100 no cuentan con piso de concreto. Los retos de Monterrey están relacionados con los altos niveles de inseguridad y violencia que ha padecido la ciudad en años recientes. Otra debilidad de Monterrey es la eficacia de sus gobiernos locales. Los municipios que conforman esta zona metropolitana tienen en conjunto niveles de deuda que equivalen a 64% de las participaciones federales. Esta cifra es la 12ª más alta del país, e implica que las finanzas públicas regiomontanas serían altamente vulnerables a una caída en las transferencias que reciben del Gobierno Federal. La ciudad también dista de ser líder en materia de transparencia presupuestal; en el último estudio de información presupuestal del IMCO, los 12 municipios que conforman la zona metropolitana de Monterrey obtuvieron una calificación promedio de apenas 19 puntos sobre 100.

Valle de México

La Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM) es el centro económico, político, educativo y cultural del país. Es, por mucho, la ciudad más grande de México: la población conjunta de las 16 delegaciones del Distrito Federal, los 59 municipios conurbados del Estado de México, y el municipio conurbado de Tizayuca, Hidalgo, fue de 20.1 millones de personas en 2010. Esto significa que la población del Valle de México es mayor que la suma de las poblaciones de las otras 9 ciudades más grandes del país (que apenas rebasa los 20 millones). Las ventajas competitivas del Valle de México son robustas, pero sus retos y debilidades también son muy grandes. Si bien la ciudad se colocaba en 2010 como la 2ª más competitiva del país, su nivel de dinamismo económico es muy inferior al de muchas otras ciudades que resultan cada vez más atractivas para la inversión y el talento. Querétaro, por ejemplo, en

3 años avanzó 4 posiciones en el ranking general y actualmente se ubica como la 4ª ciudad más competitiva del país.

El Valle de México destaca en indicadores relacionados con el tamaño de su mercado interno: es la 2ª ciudad con más crédito al sector privado en relación a la población, con un nivel cuatro veces superior al promedio de las ciudades mexicanas. Su mercado hipotecario es el 5º más grande del país, también en relación a la población. La ciudad ha sabido aprovechar sus relaciones internacionales: ocupa el 6º sitio entre las ciudades mexicanas por su nivel de inversión extranjera directa per

cápita, y es la ciudad con la mejor conectividad aérea del país. El Valle de México es también un centro de desarrollo de conocimiento y nuevas tecnologías a nivel nacional: es la 2ª ciudad con mayor generación de patentes en relación a la población (sólo detrás de Monterrey) y la 4ª ciudad con mayor número de investigadores por cada 100 mil habitantes.

En general, la competitividad del Valle de México es un resultado de la alta concentración de empresas del sector servicios, de instituciones educativas (que aseguran la generación constante de personas talentosas) y de empresas manufactureras orientadas tanto al mercado interno como al mercado de exportación.

Los retos que enfrenta el Valle de México son múltiples. Gran parte de ellos están directamente relacionados con su enorme tamaño (territorial y poblacional) y con la complejidad de lograr la coordinación eficaz de 80 gobiernos distintos - 76 gobiernos municipales y delegacionales, 3 gobiernos estatales y un Gobierno Federal –todos ellos involucrados en la gestión de la megalópolis. La mancha urbana del Valle de México ha crecido de forma rápida y caótica, y no ha podido responder a la creciente

demanda de empleo, educación y servicios básicos. Como resultado de ello, la tasa de desempleo del Valle de México es de 8%, la 14ª más alta entre las 77 ciudades evaluadas.

De igual modo, el salario promedio de la ciudad, 5,406 pesos mensuales, es inferior al promedio de las ciudades mexicanas (5,905 pesos). El bajo nivel salarial probablemente está relacionado con el bajo nivel promedio de capital humano: aunque el Valle de México cuenta con más instituciones educativas que cualquier otra ciudad, la ciudad ocupa la posición 69 entre 77 ciudades en calidad educativa (medida a través de los resultados de la prueba ENLACE). La ciudad también enfrenta otros problemas como

la mala calidad del aire, que daña directamente la salud de la población; el bajo nivel de transparencia presupuestal de los gobiernos municipales y delegacionales y el desarrollo urbano caótico y expansivo.

Por último, cabe recalcar que, si bien el Valle de México no ha padecido los niveles de violencia extremos de otras ciudades del país, la percepción de inseguridad que existe en esta megalópolis es una de las más altas: en 2010, 7 de cada 10 habitantes del Valle de México reportaban sentirse inseguros, la 6ª cifra más alta de las 77 ciudades evaluadas.

Pero espérense los regios y chilangos que creen ya cantan victoria. Debemos ahora revisar el llamado Sistema de Derecho. ¿Qué mide el subíndice de Sistema de derecho confiable y objetivo? Este subíndice mide el entorno de seguridad física y jurídica en las ciudades del país. Se incluyen, por una parte, indicadores relacionados con el crimen y la violencia y, por otra parte, indicadores asociados con la protección de los derechos de propiedad. La seguridad física está estrechamente vinculada a la calidad de vida y a la atracción de talento en las ciudades. Por otra parte, la seguridad jurídica es determinante para la inversión, toda vez que brinda certeza a inversionistas y empresarios, además de reducir sus gastos en protección y seguridad privada. Ambos tipos de seguridad inciden directamente en la competitividad de las ciudades. Los indicadores que componen al subíndice son:

• Ejecución de contratos (número de días)

• Competencia en servicios notariales (notarios por cada 100 mil habitantes ocupados)

• Robo de vehículos (por cada mil vehículos registrados)

• Tasa de homicidios (por cada 100 mil habitantes)

• Percepción sobre inseguridad (% de gente que siente que su municipio es inseguro)

Las mejores ciudades en Sistema de derecho

Campeche – La ciudad de Campeche se coloca como la mejor dentro del subíndice de Sistema de derecho principalmente por el buen resultado que obtiene en los indicadores de tasa de homicidios y robo de vehículos. En el mismo sentido, la proporción de la población que reporta sentirse insegura es muy baja. Campeche tiene también un alto número de notarios, lo que permite a sus habitantes tener un mayor acceso a la seguridad jurídica.

Mérida – Al igual que Campeche, Mérida es impulsada por su clima de seguridad, al presentar la más baja percepción sobre inseguridad de entre todas las ciudades mexicanas. Esto se sustenta de igual manera en las cifras de homicidios y robos dentro de la ciudad.

La mejor ciudad que podríamos tener en México

Construimos la mejor ciudad mexicana posible tomando el mejor valor presentado en cada uno de los indicadores a partir de los datos con los que contamos para 2008, 2009 y 2010. En la Tabla 1.2 se resaltan los resultados de la mejor ciudad de acuerdo a su población. Entre paréntesis se muestra el promedio de las ciudades de cada categoría.

Tabla I.2 Mejor ciudad por indicador de derecho y categoría de población

Ahora bien en contaminación ambiental:

Índice de la Calidad del Aire:

• De las ciudades de más de medio millón de habitantes, sólo 21 de las 77 ciudades miden la calidad del aire.

– De las ciudades que miden la calidad del aire, solamente Toluca, Monterrey, Valle de México y Juárez se exceden en más de 10% del límite permitido. O sea son altamente contaminadas. Pero menos que las demas!

– Querétaro es la única ciudad de más de 1 millón de habitantes que no monitorea la calidad del aire.

– Toluca sobrepasa los límites más del 50% de los días del año.

Valoración del manejo de residuos sólidos urbanos:

• Las ciudades como Puerto Vallarta, Los Cabos, Cancún, y el Valle de México son las ciudades donde más dinero se genera por esta actividad.

• Celaya, Piedras Negras y Hermosillo generan alrededor de tres veces el promedio nacional.

• En muchas ciudades grandes como Minatitlán, Toluca, e Irapuato, el manejo de residuos no constituye una rama económica importante.

Emergencias industriales:

• Las ciudades con mayor incidencia de emergencias industriales son el Valle de México, Monterrey, Poza Rica, Guadalajara, León y Reynosa-Río Bravo.

Las mejores ciudades en Sociedad

Ciudad Victoria – La capital tamaulipeca se ubica como la mejor del subíndice principalmente por su buen desempeño en tres indicadores. En primer lugar, los habitantes de Ciudad Victoria tienen la escolaridad promedio más alta del país: 10.5 años, cifra 22% mayor a la del promedio de las ciudades mexicanas. Esto se ve reflejado en otro indicador de educación, ya que en esta ciudad aproximadamente el 54% de la población mayor a 18 años cuenta con educación media superior o superior, el valor más alto de entre todas las ciudades. Por último, Ciudad Victoria destaca por su elevada concentración de médicos, que impacta positivamente en la salud de sus habitantes. En esta ciudad hay dos médicos por cada mil habitantes de la zona metropolitana, cuando el valor promedio de las ciudades del país es de 0.7 por cada mil.

¿Qué mide el subíndice de sociedad?

Este subíndice mide el bienestar y las capacidades de la fuerza laboral y de la población en general, como una aproximación a la calidad del capital humano en las ciudades. Se consideran aspectos como la cobertura y calidad de la educación así como las condiciones generales de salud. También se incluyen indicadores sobre equidad de género en la distribución del ingreso y las condiciones de vida de la población a partir de la calidad de las viviendas. Los indicadores que componen al subíndice son:

• Grado promedio de escolaridad (años de educación de la población mayor a 15 años)

• Calidad educativa (% de alumnos en niveles de logro Bueno y Excelente de matemáticas en la prueba ENLACE a nivel básico, medio y medio superior)

• Población con educación media superior y superior (como % de la población mayor a 18 años)

• Mortalidad infantil (decesos de menores de un año por cada mil)

• Médicos (por cada mil habitantes)

Conclusiones

Las ciudades mexicanas muestran claros síntomas de que no están funcionando bien. La expansión caótica de las manchas urbanas, la saturación de las calles por vehículos que contaminan el aire, la mala calidad del agua suministrada, la deterioración de espacios públicos, así como la inseguridad que manifiestan sentir los ciudadanos son solo algunos de ellos. Esta situación ha hecho que las ciudades pierdan capacidad para atraer a personas talentosas y permitirles generar sinergias entre ellas, ya sea a través de la creación de empresas, en los centros de investigación o en los centros recreativos.

El actual diseño institucional del municipio en México no ofrece los incentivos adecuados para llevar a cabo políticas públicas de largo plazo que solucionen de fondo los problemas que aquejan a los ciudadanos.

Ante la breve duración de las administraciones locales que conlleva a una alta rotación de funcionarios, junto con la imposibilidad de la reelección, los proyectos impulsados por los gobiernos municipales regularmente son más superficiales que efectivos. Además, dado que casi todas las ciudades importantes se componen de dos o más municipios, es indispensable lograr que éstos se coordinen entre sí de manera efectiva y sin estar sujetos a la voluntad de los funcionarios en turno.

La falta de coordinación entre municipios conurbados, aunado a la nula profesionalización al interior de la administración municipal, son hoy los principales obstáculos para elevar la competitividad urbana del país. Ante esta situación, se ha puesto sobre la mesa de debate una propuesta central: la creación de la figura de administrador urbano, o City manager.

El objetivo de introducir esta figura es profesionalizar la gestión de las ciudades al contar con un funcionario técnico encargado de coordinar la provisión de todos los servicios públicos urbanos. El beneficio para los alcaldes también es claro: éstos dejarían de estar ocupados en el día a día tratando de resolver problemas de carácter técnico, ganando mayor libertad y tiempo para ocuparse del diálogo continuo con la comunidad y para diseñar las grandes estrategias de la ciudad. La figura del administrador urbano (apoyada sobre elementos jurídicos que blinden tanto su autonomía como su campo de acción) puede representar un cambio profundo para nuestras ciudades al establecer una gestión orientada a resultados y cuyo desempeño sea medible con base en herramientas tanto cualitativas como cuantitativas. De esta forma se estaría supeditando la continuidad de un proyecto a los resultados obtenidos y no a los ciclos políticos.

En suma, se requiere urgentemente de una innovación institucional a nivel ciudad. De no hacerlo, el municipio seguirá siendo una institución de fracaso.

Referencias

IMCO. 2012. El municipio: una institución diseñada para el fracaso Propuestas para la gestión profesional de las ciudades.