TRUMP MINERO DE CARBON
EGMCONSULT 6/2/2017
El Acuerdo de París de 2015 es el primer acuerdo mundial sobre el cambio climático que tiene obligaciones de política para todos los países. Es un híbrido que consagra tanto enfoques de abajo hacia arriba y de arriba hacia abajo para tratar de "gobernar" el clima global.
El nuevo acuerdo climático es un acuerdo de laissez-faire entre las naciones que deja el contenido de la política interna a los gobiernos, aunque crea obligaciones jurídicas internacionales para desarrollar, implementar y fortalecer regularmente las acciones. Las Políticas nacionales se supone que están sujetas a un sólido sistema de transparencia internacional y a revisiones mundiales, y los planes políticos sucesivos se supone que deben ser progresivamente más fuertes.
El acuerdo de política tiene sin embargo debilidades considerables y, obviamente, aún es demasiado pronto para evaluar su eficacia. La ciudad de México, Monterrey y Guadalajara han aumentado sus niveles de smog - carbono- en el aire desde que México firmara el pacto; lo mismo sucede en las ciudades principales de India, China, Filipinas y Vietnam por solo citar algunas.
Aunque, el resultado ha sido un éxito político de negociaciones ya que de "dientes afuera" todos los principales protagonistas respaldaron el acuerdo y los países con intereses opuestos lo apoyan, se supone que esto pone de manifiesto el logro de que podría llegar a un compromiso eventual firme sobre uno de los temas más polémicos de la historia moderna.
Pero, ayer el gobierno de EEUU decide no firmar el acuerdo de París sobre la base de que las restricciones al uso de carbono de sus minas de la región del norte frenan la industria. En gran parte esta es una promesa política para los electores del presidente Trump y de los diputados y senadores del partido republicano que es mayoría en ambas cámaras.
Aunque hasta el 2019 por acuerdo legal EEUU no puede salirse del acuerdo además de que - como bien lo dijo el presidente en su mensaje la política de conservación de energía - continuará la baja de emisión de gases a la atmósfera principalmente por efecto del uso de gas natural y de autos eléctricos de Norteamérica, el efecto político y mediático es elevado.
Las razones del gobierno estadounidense son claras: países con los que Estados Unidos tiene desventaja comercial como China, India la Unión Europea y México cumplen poco o al menos, menos que la gente de EEUU con el acuerdo de París ya sea por no poder o no querer, o hacerse patos, y esto es ventaja para sus industrias y desventaja para las de EEUU.
Lo que es, para variar, extraño es que los medios de Lima, Ciudad de México, Beijing, lo tienen en primera plana y para no quedar atrás el presidente municipal -multimillonario y archienemigo de Trump - de la Ciudad de Nueva York, dice que pagará la cuenta del acuerdo de París, (ya que esta en campaña política para tratar de suceder a Trump) pero nadie hace una evaluación de la falta de compromiso del país con los cambios necesarios en la industria, por la sencilla razón que esto afecta a las empresas locales que al final del día son las que pagan los impuestos de lo que vive la clase gobernante de todos los países.
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