El debate del salario mínimo

El debate del salario mínimo

El salario mínimo es un término legal que muchos gobiernos aplican para "control" de los factores económicos sociales, pero el incremento "por ley" siempre causa desempleo por su misma razón de ser. Sinnúmero de economistas y políticos prudentes lo consideran perjudicial y existen otros mecanismo para compensar la pérdida de poder adquisitivo del salario producto de la inflación generalmente. Es innegable que el salario no puede aumentar por arriba de la competitividad de la empresa o de la nación en cuestión, pero también que es necesario ver opciones para compensar a los trabajadores no calificados así como a los pensionados y jubilados. Aunque miles de economistas de renombre, incluyendo premios nobel se han opuesto al sistema de salario mínimo, muchos países como EE.UU. y México se empecinan en utilizarlo como medida de política económica. El reciente debate que inicia el presidente Obama y secunda el jefe de la ciudad de México es el ejemplo de políticas económicas que se aplican sin conocimiento del problema de fondo o quizá que lo conocen pero para ingeniería electoral funcionan.

Marco teórico

Un salario mínimo, es la remuneración más baja que por hora, o diario o mensual los empleadores pueden pagar legalmente a los trabajadores. De manera equivalente, es el salario más bajo en el que los trabajadores pueden vender su trabajo. Aunque las leyes de salario mínimo son efectivas en muchas jurisdicciones, existen diferencias de opinión acerca de los beneficios y las desventajas de un salario mínimo.

Los partidarios del salario mínimo dicen que aumenta el nivel de vida de los trabajadores, reduce la pobreza, reduce la desigualdad, aumenta la moral de las empresas y obliga a ser más eficientes.

Por el contrario, los opositores al salario mínimo dicen que aumenta la pobreza, aumenta el desempleo (y por lo tanto disminuye el deseo de trabajar), es perjudicial para las empresas, y en última instancia, aumenta la pobreza de los trabajadores y las empresas.

La letanía del jefe del DF "El salario mínimo no es un precio que resulta de la oferta y demanda del mercado laboral; es más bien un acto jurídico ejecutado por un organismo constitucional, dependiente del Poder Ejecutivo. Dicho de modo llano, hoy los salarios mínimos -en México - se determinan por decreto."

En la historia de los tiempos modernos el salario mínimo instaurado no beneficia de manera efectiva al trabajador, pero sí hace daño a la economía. En México se han realizado incrementos irresponsablemente por gobiernos de izquierda del PRI causando inflaciones galopantes, mientras que los de derecha del PRI y PAN de 1987 a 2014 lo han controlado para mitigar efectos desquiciantes en la economía que desenfrenan el control de la inflación.

A veces existe un salario mínimo sin una ley. Personalizado y presiones extralegales de los gobiernos o sindicatos pueden producir un salario mínimo de facto. Así puede la opinión pública internacional, al presionar a las empresas multinacionales a pagar los trabajadores del Tercer Mundo salarios que normalmente se encuentran en los países más industrializados. Esta última situación en el sudeste asiático y América Latina fue publicada en la década de 2000, pero que existía con las empresas en el África occidental en la mitad del siglo XX.

Antecedentes históricos

El precursor de las leyes del moderno salario mínimo se puede encontrar en la Ordenanza de Trabajadores (1349), un decreto del rey Eduardo III, que establecía un salario máximo para los trabajadores en la Inglaterra medieval. El rey Eduardo III, rico propietario de tierras, al igual que sus señores feudales, dependía de siervos para trabajarla. En el otoño de 1348, la Peste Negra, que venía de la ruta de la seda de los mongoles, llegó a Inglaterra y diezmó la población. La grave escasez de mano de obra causó una tendencia a elevarse de los salarios (por la escasez de mano de obra), lo que motivo al rey Eduardo III establecer un tope salarial. Las modificaciones ulteriores de la ordenanza, como el Estatuto de los Trabajadores (1351), aumentó las penas por el pago de un salario por encima de las tasas establecidas.

A principios del siglo 19, los Estatutos de Trabajadores fueron derogado por la cada vez más capitalista Inglaterra abrazó las políticas de laissez-faire (libre mercado) que desfavorecieron las regulaciones de salarios (tanto los límites superiores como los inferiores). El siglo 19 vivió una significativa conflictividad laboral que afecta a muchas naciones industriales con el nacimiento de los sindicatos ya despenalizados, así como todos los intentos para controlar los salarios a través del convenio colectivo. Sin embargo, esto significaba que un salario mínimo uniforme no era posible. En Principios de Economía Política, John Stuart Mill en 1848 argumentó que debido a los problemas de la acción colectiva que los trabajadores que enfrentaban a la empresa, era una salida justificada regular los salarios y las horas de las personas por la ley ante las políticas de laissez faire (o libertad de contratación).

No fue sino hasta la década de 1890 que los intentos legislativos para regular los salarios mínimos fueron vistos en Nueva Zelanda y Australia. El movimiento por un salario mínimo se centró inicialmente en la detención de la explotación laboral y el control de la proliferación de talleres clandestinos en las industrias manufactureras. Los talleres clandestinos empleaban un gran número de mujeres y jóvenes trabajadores, pagándoles lo que se consideraban como salarios inferiores. Se pensaba que los propietarios de fábricas de explotación, por decir así "ilícitas", tenían un poder de negociación injusto sobre sus empleados, así que un salario mínimo fue propuesto como un medio para hacer que pagaran de manera justa y compitieran en igualdad de circunstancias en el comercio mundial, sobre todo al vender al Reino Unido. Con el tiempo, el enfoque cambió a ayudar a la gente, especialmente a las familias, para que fueran más autosuficientes.

La primera ley nacional de salario mínimo fue promulgada por el gobierno de Nueva Zelanda en 1894, seguido por Australia en 1896 y Gran Bretaña en 1909, en México en 1917. En los Estados Unidos, el salario mínimo legal se introdujo por primera vez a nivel nacional en 1938 y reintroducido y ampliado en el Reino Unido en 1998. En la actualidad existe una legislación vinculante o la negociación colectiva en relación con el salario mínimo en más de 90% de todos los países. En la Unión Europea, 21 Estados miembros tienen actualmente nacional salarios mínimos. En julio 2014 Alemania comenzó legislar para introducir un salario mínimo por mandato federal que entraría en vigor el 1 de enero de 2015. Muchos países, como Suecia, Finlandia, Dinamarca, Suiza, Austria e Italia no tienen leyes de salario mínimo, sino que dependen de grupos de empleadores y los sindicatos para establecer ingresos mínimos a través de la negociación colectiva.

En México a fines del siglo 19 y principios del 20 el tema ni se tocaba, ya que en esos días como hoy, las políticas económicas eran y son copiadas de EE.UU. y durante el gobierno de crecimiento económico de Porfirio Díaz una medida así daría al traste con la economía, como se vio después con la revolución de 1910-1921. Sin embargo las leyes mexicanas del Emperador Maximiliano I fueron las primeras que siguiendo las ideas de Stuart Mill establecen el salario mínimo[i]. Juárez no respeta estas ley y en su lugar aplica el Código Civil de 1870[ii]. Después el salario mínimo se reinstaura en el Artículo 123 de la Constitución del 5 de febrero de 1917 que aún rige.

Salarios mínimos por hora en paises desarrollados del OECD en 2011

https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/e/eb/Hourly_Minimum_Wages_in_Developed_Economies%2C_2011.jpg/220px-Hourly_Minimum_Wages_in_Developed_Economies%2C_2011.jpg

Después de la revolución mexicana, México se ha instalado una muy larga etapa de muy débil crecimiento económico. Los registros de los años del treinta (2.58%), ochenta (2.23), noventa (2.95) y la primera década del siglo XXI (1.72) muestran un dinamismo inferior a los años que tuvieron la influencia de la expansión económica de la segunda guerra (5.24%) y la posguerra 1949-1979 (6.44%). En todos lo periodos rige un salario mínimo aparejado e incluso mayor que la inflacion, despues de 1994 se establece control estricto para evitar desmpleo e inflacion.

Actualmente el salario mínimo de EE.UU. y de México es inferior al valor de la inflación o salario medio de la oferta-demanda, justamente para evitar problemas-según teóricos como se ve delante - de incrementar inflación y desempleo.

Pros y contras de establecer un salario mínimo

Un análisis de la oferta y la demanda del tipo mostrado en economía ortodoxa incorporado en textos de economía implican que al ordenar un precio mínimo - en este caso del salario - por encima del salario de equilibrio, las leyes de salario mínimo causan desempleo[iii].

Salario mínimo de oferta- demanda o de equilibrio https://upload.wikimedia.org/wikipedia/en/thumb/0/07/Wage_labour.svg/434px-Wage_labour.svg.png

Niveles de salarios mínimos en los países de la OCDE como porcentaje del salario promedio nacional de tiempo completo de 2012.

https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/4/46/Minimum_to_Average_Wage_for_OECD_Countries.png

Esto se debe a que un mayor número de personas están dispuestas a trabajar por el salario más alto, mientras que un número menor de puestos de trabajo estará disponible en el salario más alto. Las empresas pueden ser más selectivos con los que se emplean, por lo tanto, los menos calificados y menos experimentados normalmente serán excluidos. El establecimiento o el aumento del salario mínimo general sólo afecta al empleo en el mercado laboral de baja cualificación, como cuando el salario de equilibrio, que ya se encuentra en o por debajo del salario mínimo, mientras que en los mercados de trabajo de habilidades superiores o profesionistas, el salario de equilibrio es demasiado elevado para que un cambio en la salario mínimo afecte el empleo.

De acuerdo con el modelo de la oferta y la demanda que se muestra en muchos libros de texto sobre economía ortodoxa, el aumento del salario mínimo reduce las posibilidades de empleo para los trabajadores de salario mínimo. Uno de estos libros de texto dice:

Si un salario mínimo más alto aumenta las tasas de los salarios de los trabajadores no calificados por encima del nivel que se establece por las fuerzas del mercado, disminuirá la cantidad de trabajadores no cualificados empleados. El salario mínimo será el precio de los servicios de los trabajadores menos productivos (y por lo tanto de más bajo salario) del mercado. ... Los resultados directos de la legislación del salario mínimo están claramente mezclados. Algunos trabajadores, más probable es de aquellos cuyo salario anterior estaba más cerca del mínimo, podrán disfrutar de los salarios más altos. Esto se conoce como el "efecto dominó". El efecto dominó muestra que cuando se aumenta el salario mínimo los salarios de todos los demás aumentarán debido al principio de relatividad. Otros, particularmente aquellos con niveles salariales más bajos antes de la legislación, serán incapaces de encontrar trabajo. Serán empujados a las filas de los desempleados o fuera de la fuerza laboral. Algunos sostienen que al aumentar el salario mínimo federal, sin embargo, la economía se verá afectada negativamente debido a que las pequeñas empresas no serán capaces de cumplir con la necesidad de aumentar el sueldo a todos los trabajadores los salarios[iv].

Una visión alternativa del mercado de trabajo la tienen los mercados de trabajo de bajos salarios que se caracterizan por una competencia en la que los compradores de monopsonio (empleadores) tienen significativamente más poder en el mercado que los vendedores (los trabajadores). Este monopsonio podría ser el resultado de la colusión intencional entre los empleadores, o factores naturales, como los mercados segmentados, los costos de búsqueda, costos de información, la movilidad imperfecta y el elemento personal de los mercados de trabajo. En este caso, un gráfico simple de oferta y demanda no daría la cantidad de compensación laboral y del salario. Esto es porque mientras que la pendiente positiva de la oferta agregada de trabajo se mantendría sin cambios, en lugar de utilizar la curva de demanda de trabajo hacia abajo se muestra en un diagrama de oferta y demanda, los empleadores monopsonistas usarían una curva de pendiente negativa más pronunciada que corresponde a los gastos marginales para producir la intersección con el suministro de curva resultante en un salario más bajo de lo que sería el caso en condiciones de competencia. Además, la cantidad de trabajo vendida también sería inferior a la óptima asignación competitiva.

Tal caso es un tipo de falla del mercado y el resultado en los trabajadores es que serán pagados menos de su valor marginal. Bajo el supuesto de monopsonio, un salario mínimo fijado adecuadamente podría aumentar los salarios y el empleo, con el nivel óptimo igual al producto marginal del trabajo. Este punto de vista pone de relieve el papel de los salarios mínimos como una política de regulación del mercado afín a las políticas de defensa de la competencia, a diferencia de un ilusorio "almuerzo gratis" para los trabajadores de bajos salarios.

Otra razón por la que el salario mínimo no afectará el empleo en ciertas industrias es que la demanda del producto que los empleados producen es muy inelástica. Así por ejemplo, si la administración se ve obligada a aumentar los salarios, la administración puede repercutir el incremento de los salarios a los consumidores en la forma de precios más altos. Dado que la demanda por el producto es altamente inelástica, los consumidores siguen comprando el producto al precio más alto y por lo que el gerente no se ve obligado a despedir a los trabajadores. El economista Paul Krugman argumenta esta explicación, que omite explicar por qué la empresa no estaba cobrando un precio más alto en ausencia de un salario mínimo.

Otros tres razones posibles por la que el aumento de los salarios mínimos no afectan al empleo fueron sugeridas por Alan Blinder: los salarios más altos pueden reducir el volumen de negocios, y por lo tanto los costos de manufactura; el aumento del salario mínimo puede "ser discutible" al problema potencial de la contratación de trabajadores con un salario más alto que los trabajadores actuales; y los trabajadores de salario mínimo podrían representar una pequeña proporción tal del costo de un negocio que el aumento es demasiado pequeños para importar. Blinder admite que no sabe si estas hipótesis son probadas, pero argumenta que "la lista demuestra que uno puede aceptar los nuevos hallazgos empíricos y seguir siendo un economista con carnet de otras teorías".

Datos empíricos

Los economistas discrepan sobre el impacto medible de los salarios mínimos en el "mundo real".

Este desacuerdo por lo general toma la forma de aplicar pruebas empíricas de las elasticidades de la oferta y la demanda en los mercados de trabajo y el grado en que los mercados se diferencian de la eficiencia que los modelos predicen de la competencia perfecta.

Los economistas han realizado estudios empíricos sobre diferentes aspectos del salario mínimo, incluyendo[v]:

· Efectos en el empleo, el aspecto más estudiado con frecuencia

· Efectos sobre la distribución de los salarios y los ingresos entre los trabajadores menos pagados y mejor pagados

· Efectos sobre la distribución de los ingresos entre las familias de bajos ingresos y de ingresos más altos

· Efectos sobre las habilidades de los trabajadores a través de la capacitación laboral y el aplazamiento de trabajo para adquirir la educación

· Efectos sobre los precios y las ganancias

· Efectos sobre la formación en el puesto de trabajo

Hasta mediados de la década de 1990, existía un consenso general entre los economistas, tanto en conservadores como en liberales, que el salario mínimo reduce el empleo, especialmente entre los trabajadores más jóvenes y de baja calificación. Además de la intuición básica de oferta y demanda, hubo un número de estudios empíricos que apoyaron este punto de vista. Por ejemplo, Gramlich (1976) encontró que muchos de los beneficios se fueron a las familias de ingresos más altos, y en particular, que a los adolescentes les fue peor por el desempleo asociado con el salario mínimo[vi].

https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/7/77/Monopsony3.png

La teoría económica moderna sugiere que un salario mínimo excesivo puede aumentar el desempleo, ya que fija un precio por encima de la demanda de mano de obra, pero un salario mínimo razonable aumenta el crecimiento porque los trabajadores generalmente carecen de poder de negociación y los mercados laborales son persistentemente monopsonio. Cuando los trabajadores más pobres tienen más dinero para gastar se estimula la demanda agregada efectiva de bienes y servicios. Pero si se les recarga con impuestos el efecto se desvanece.

Otras Alternativas al sistema del salario mínimo para mejorar el ingreso real

Los economistas y otros analistas políticos han propuesto alternativas al salario mínimo. Argumentan que estas alternativas pueden abordar la cuestión de la pobreza mejor que un salario mínimo, ya que beneficiaría a una población más amplia de trabajadores con salarios bajos, no causará ningún desempleo, y distribuir los costos ampliamente en lugar de concentrarse en los empleadores de trabajadores de bajos salarios[vii].

Muchas de estas alternativas estan probadas y funcionan más eficazmente que el sistema del salario mínimo, solo que aplicarlas requiere estricto apego a la ley de instituciones sólidas. De otra forma, como sucede en la mexicana Comisión nacional del salario mínimo se crean super estructuras plagadas de manipulación del poder ejecutivo.

Ingreso básico

Un ingreso básico (o impuesto negativo) es un sistema de seguridad social que ofrece periódicamente a cada ciudadano una suma de dinero que es suficiente para vivir. A excepción de la ciudadanía, el ingreso básico es totalmente incondicional. No hay ninguna prueba de medios, y los más ricos y los más pobres lo reciben por igual. Un ingreso básico se propone a menudo en la forma de dividendos a un ciudadano (a pago de transferencia por parte del gobierno). Los defensores argumentan que el ingreso básico que se base en una amplia base impositiva sería más eficiente económicamente, ya que el salario mínimo efectivamente impone un impuesto marginal máximo sobre los empleadores, causando pérdidas en la eficiencia de la empresa.

En 1968 James Tobin, Paul Samuelson, John Kenneth Galbraith y otros 1,200 economistas firmaron un documento solicitando el Congreso de Estados Unidos para introdujera en ese año un sistema de garantías de ingresos y suplementos. Tanto Tobin como Samuelson también se han manifestado en contra del mínimo salario. En la campaña presidencial de 1972, el senador George McGovern pidió una 'demogrant' que era muy similar a una ingreso básico. Los ganadores del Premio Nobel de Economía que apoyan plenamente la ingreso básico incluye Herbert A. Simon, Friedrich Hayek, Robert Solow, Milton Friedman, Jan Tinbergen, James Tobin y James Meade[viii].

Ingreso mínimo garantizado

Un ingreso mínimo garantizado es otro sistema propuesto de provisión de bienestar social. Es similar a un ingreso básico o el sistema de impuesto sobre la renta negativo, excepto que es normalmente condicional y sujeta a una prueba de medios. Algunas propuestas también estipulan la voluntad de participar en el mercado laboral, o la disposición a realizar servicios comunitarios.

Crédito fiscal reembolsable

Un crédito fiscal reembolsable es un mecanismo por el que el sistema fiscal puede reducir el impuesto que debe pagar un hogar a bajo de cero, y el resultado es en un pago neto a los contribuyentes más allá de sus propios pagos en el sistema fiscal. Ejemplos de créditos fiscales reembolsables incluyen el crédito ganado por impuestos y el crédito tributario adicional por hijos en los EE.UU., y los créditos fiscales a los que trabajan y los créditos fiscales por hijos en el Reino Unido. Tal sistema es ligeramente diferente de un impuesto negativo, en que el crédito fiscal reembolsable se le suele pagar a los hogares que han ganado por lo menos algunos ingresos. Esta política es más dirigido contra la pobreza que al salario mínimo, ya que evita la subvención a los trabajadores de bajos ingresos apoyados por los hogares de altos ingresos (por ejemplo, los adolescentes que aún viven con sus padres).

En los Estados Unidos, hay tasas de crédito de impuestos, también conocido como EITC o EIC, que varían según el Estado. Algunos son reembolsables, mientras que otros estados no permiten un crédito fiscal reembolsable. El programa EITC federal se ha ampliado por los presidentes Jimmy Carter, Ronald Reagan, George HW Bush y Bill Clinton.

En 1986, el presidente Reagan describió el EITC como "el mejor sistema contra la pobreza, el mejor para la familia, y la mejor medida para la creación de empleo que haya salido del Congreso".

La capacidad del crédito tributario como ingreso del trabajo para entregar mayores beneficios monetarios a los trabajadores pobres que un aumento en el salario mínimo y con el menor costo para la sociedad fue documentado en un informe de 2007 de la Oficina de Presupuesto del Congreso.

Sobre el debate de mayor salario mínimo o transferencia del EITC en EE.UU. recientemente el economista articulista Josh Barro aclara:

"Así que ¿por qué estamos hablando -Obama- de un aumento del salario mínimo en lugar de un EITC más grande? La razón principal es que un EITC grande crecería el déficit del presupuesto federal, mientras que un aumento del salario mínimo no, aunque por supuesto, no es realmente libre "libre." Al igual que el EITC, es una transferencia a los trabajadores de bajos salarios, aunque en lugar de ser financiado con los impuestos de todos vendrá financiado sobre todo de los bolsillos de los empresarios;y algunas de las transferencias vendrán de los consumidores en forma de precios más altos."

“Parte del problema es que el crecimiento económico (de México) no ha sido lo suficientemente fuerte para hacer frente a una cada vez mayor cantidad fuerza de trabajo, resultado de la demografía en México y de una menor migración a EU desde la gran recesión de ese país”, Carlos Capistrán, Economista en jefe para México de Bank Of America.

El Instituto AdamSmith prefiere disminuir los impuestos a los pobres y a la clase media en lugar de elevar los salarios mínimos como una alternativa al incremento del salario mínimo.

Negociación colectiva

Italia, Suecia, Noruega, Finlandia y Dinamarca son ejemplos de países desarrollados, donde no hay salario mínimo por ley. Tales naciones, especialmente los nórdicos, tienen alyas tasas de participación sindical. En cambio, las leyes de salario mínimo en los diferentes sectores son fijados por la negociación colectiva.

Conclusión

Es tiempo que se salga del viejo esquema del salario mínimo que como se ha demostrado no es la solución para combatir la pobreza. México tuvo recientemente la reforma de la ley del trabajo, pero el tema de la protección del trabajador parece que poco se resolvió. Es evidentemente necesario aumentar el poder adquisitivo del ingreso del trabajador de muy bajo ingreso y de clase media, pero es prudente hacerlo mediante reducciones de impuestos para afectar lo menos posible a todo el país.

Referencias

[i] Maximilano I emite la Ley del Trabajo del Imperio Mexicano, promulgándola el 1º de noviembre de 1865. Se constituye esta como la primera legislación laboral sui generis en el país y es de las primeras en el mundo. La ley del trabajo del imperio era adelantada para su época. Prohibía los trabajos gratuitos y forzados; señalaba que los campesinos eran libres de separarse de cualquier predio; que un trabajador en jornada de sol a sol debía de tener dos horas de reposo y un descanso a la semana, y que el pago de su salario debía ser en efectivo y no en especie como se acostumbraba en la época. Reportado en Juana Leonor H Marin, Discurso sobre él artículo 123 de la constitución de los Estados Unidos Mexicanos. Debates realizados en le periodo de sesiones de enero de 1917. https://sites.google.com/site/ernestogmsite/articulos-y-ensayos/economic-and-marketing-research/el-debate-del-salario-minimo-1/discurso-sobre-el-articulo-123

[ii] 1870 Juárez promulga el Código Civil, después de 10 años de debates, desde su primer periodo como presidente. Este código toca aspectos de derecho laboral, como es que se desecha el contrato de arrendamiento de servicios, que consideraba al hombre como cosa material, se regulan las relaciones laborales particularmente las de profesiones y oficios, y del mandato. Ibídem.

[iii] Ver McConnell, C. R.; Brue, S. L. (1999). Economics (14th ed.). Irwin-McGraw Hill. p. 594; y

Gwartney, J. D.; Stroup, R. L.; Sobel, R. S.; Macpherson, D. A. (2003). Economics: Private and Public Choice (10th ed.). Thomson South-Western. p. 97.

[iv] Formby, J. P.; Bishop, J. A.; Kim, H. (2010). "The Redistributive Effects and Cost-Effectiveness of Increasing the Federal Minimum Wage". Public Finance Review 38 (5): 585–618. doi:10.1177/1091142110373481.

Belman, Dale L.; Wolfson, Paul (2010). "The Effect of Legislated Minimum Wage Increases on Employment and Hours: A Dynamic Analysis". Labour 24 (1): 1–25. doi:10.1111/j.1467-9914.2010.00468.x.

[v] Ver por ejemplo a Neumark, David; William L. Wascher (2008). Minimum Wages. Cambridge, Massachusetts: The MIT Press. ISBN 978-0-262-14102-4.

[vi] Gramlich, Edward M.; Flanagan, Robert J.; Wachter, Michael L. (1976). "Impact of Minimum Wages on Other Wages, Employment, and Family Incomes". Brookings Papers on Economic Activity 1976 (2): 409–61. doi:10.2307/2534380.

[vii] Josh Barro. 2014. A Smarter Alternative to Raising the Minimum Wage in http://www.bloombergview.com/articles/2013-02-13/a-smarter-alternative-to-raising-the-minimum-wage

[viii] Ver Minimum Wage en https://en.wikipedia.org/wiki/Minimum_wage