Regalo de Keynes a la posteridad
John Maynard Keynes el 16 de marzo de 1940. (Getty)
Por Michael Tomasky 7 Mayo, 2013 4:45 EDT
John Maynard Keynes puede no haber tenido hijos. Y Arthur Laffer, el creador de economía de la oferta, puede haber engendrado seis hijos. Pero quién, pregunta Michael Tomasky, hizo más por las generaciones futuras?
Cuéntame entre los que no sabían, hasta que el pasado fin de semana (el artículo) de Niall Ferguson hizo polvareda, que los conservadores han mantenido por largo tiempo de John Maynard Keynes, la sexualidad contra él. Ya lo sé, qué tonto soy, por supuesto que si. Y la naturaleza de la protesta es tan típica de la mente conservadora. La insistencia en destacar (por lo general erróneamente) un elemento de la biografía de la persona, y, a continuación, argumentar que este elemento representa el "carácter" de la persona, y, a continuación, hacer la afirmación de que dicho carácter es el destino; esta es la forma que los conservadores tienden a ver y explicar el mundo, ya sea elogiando sus héroes (cómo Ronald Reagan "ganó" la Guerra Fría) o en sentido de villanos como Keynes.
Muchos comentaristas se han levantado a la defensa de Keynes a nivel personal y sostienen que su infecundidad no demuestra que no se preocupara por las generaciones futuras. Pero para mi sorpresa -sobre todo a medida que concurre al debate de la austeridad - nadie ha defendido a Keynes contra la acusación histórica más amplia, y dicho lo evidente: que en realidad, las políticas de clara inspiración keynesiana aplicadas en los Estados Unidos y en otras partes del mundo, han hecho un bien inestimable para las generaciones futuras, mucho más que lo mejor de la economía de la oferta.
Vamos a revisar la afirmación, que Jonah Goldberg resume el fin de semana con el tipo de perpleja indiferencia que no caracteriza a su anterior iteración de los datos que apoyan su afirmación de que John Kennedy fue un fascista. Goldberg se pronunció sorprendido de que lo que Ferguson dijo no fue noticia para nadie. A continuación, nos lleva a un rápido viaje por Joseph Schumpeter (cuya cita en 1946 de Keynes ha sido tantas veces invocada estos últimos días), a Gertrude Himmelfarb a William Rees-Mogg (ver, Incluso los Británicos lo dicen!) a Bill Greider (ver, Incluso un zurdo lo dice!) para demostrar lo que las personas han estado diciendo de Keynes por años, así que ¿cuál es el problema?
El gran problema, por supuesto, es que hay un montón de cosas que se podrían decir entonces y que no se pueden decir ahora, y que principalmente son buenas cosas. Al Campanis, ejecutivo de Dodgers de Los Ángeles, aprendió en 1987 para su sorpresa de que ya no se podía decir en la televisión nacional que los negros no tenían "algunas de las necesidades" para ser un manager o no eran buenos nadadores porque "no tienen flotación . Y ha llegado la hora. Lo mismo que Ferguson, Goldberg reconoce este cambio, pero lo hace de mala gana. Si estás sentado esperando a Goldberg, o por lo que puedo ver casi todos de la derecha, dicen que Ferguson se paso de la línea, te aconsejaría tirar la toalla.
¿Qué ha hecho la "filtración" económica para promover prosperidad general, para mejorar las futuras generaciones?
El mayor defecto de la crítica conservadora, sin embargo, no tiene nada que ver con la sexualidad de Keynes o el libertinaje del grupo Bloomsbury , sino el legado Keynes en los lares de la política y la política económica. Keynes nos dio el concepto de contra-cíclicas de inversión para poner la gente a trabajar. El creía en pleno empleo. Apoyo' las políticas que redistribuyan la riqueza para intentar asegurar una sociedad menos desigual. El Nuevo Trato (New Deal) fue Keynesiano porque el objetivo fue el aumento del empleo, o por lo menos para aumentar el poder de compra del público mientras que el desempleo sigue estando elevado. De ahí que, por ejemplo, la Seguridad Social. Franklin Roosevelt puede haber sido un keynesiano un poco cobarde, volviendo al recorte del déficit en 1937, pero fue lo suficiente Keynesiano para seguir la fórmula básica.
Y sin esa fórmula no se hubiera logrado dar a varias generaciones de estadounidenses de edad avanzada, muchos de ellos nacidos después de la propia muerte de Keynes en 1946, una vida de por lo menos un mínimo de comodidad y decencia. Y no es cierto que Medicare y Medicaid, los hijos posteriores de la teoría keynesiana New Deal, han hecho lo mismo? Por supuesto lo han hecho. Y lo seguirán haciendo. Esperamos todos. A menos de que la gente que ahora desprecia a Keynes meta sus manos sobre ellos.
Y hablando de esas personas, vamos a considerar el registro de largo plazo de la economía de oferta. Hemos tenido dos presidentes que han practicado el modelo económico de Arthur Laffer, Reagan y George W. Bush. Reagan presidió una economía sólida, verdad, y Bush desastrosa. Por lo tanto, los datos no son claros en ese punto. Pero ambos crearon enormes déficits, más masivos que cualquier keynesiano. Como Paul Krugman señaló ayer, sólo Reagan, Bush, Bush Sr. dejaron el cargo con una mayor proporción de la deuda que cuando llegaron. Y que ha hecho la economía de filtración para promover la prosperidad general, para mejorar las futuras generaciones? Si usted está en el 1 por ciento superior, ha hecho mucho. Si estás en los próximos 4 por ciento, un par de cosas aquí y allá alrededor de los bordes. Y si estás en el otro 95 por ciento, la economía de filtración lo ha perjudicado.
Laffer engendro' una prodigiosa cantidad de niños, seis de ellos. Pero no hay evidencia de que en sus políticas económicas haya pensado en las generaciones futuras. Pues bien, cero: probablemente a él le interesaba mucho las futuras generaciones de personas como él y sus hijos. Pero sus políticas económicas han robado a la clase media y a los trabajadores de bajos ingresos, cuyos salarios no han estado ni cerca para mantenerse al día con la productividad (si hubieran mantenido, hoy el salario mínimo sería de $22 la hora).
Mientras tanto, los sin hijos, exhausta Keynes, que concerta con lesbianas y ateos y el imperio destructor tipos Lytton Strachey y quién sabe qué más, han sentado los cimientos intelectuales de las políticas que podrían dar muchas generaciones de personas de clase media y trabajadora tranquilidad de conciencia y dignidad. La idea de que él no hizo nada para la posteridad es una broma, en las manos de la gente como Ferguson y Goldberg que desean destruir los emolumentos a los ciudadanos que fluyen en parte de labores intelectuales de Keynes, yo diría que es bastante enferma.
Traducción EGM 5/7/2013