¿Estamos en crisis inminente o en un cambio de paradigma?

¿Estamos en crisis inminente o en un cambio de paradigma?

Ernesto García Marín

El jueves 4 de agosto se muestra como apocalíptico, la fuerte caída del mercado tuvo a analistas y observadores corriendo para hacer proclamas de una inminente recesión de doble caída. Los noticiarios mexicanos avisan de una recesión. Las encuestas de MVS dicen que el 60% de las personas así lo cree. Los analistas de mercado de AL prevén un desastre.

Al escribir en el Financial Times a principios de esta semana, antes del mini-crash del jueves, el economista Larry Summers calculó en un 33% las posibilidades de una inmersión doble caída. Otros sugirieron que el declive, combinado con una erupción de datos nefastos, era una señal de que en primer lugar Estados Unidos nunca ha dejado la recesión.

Y la cifra de puestos de trabajo en la unión americana de esta mañana viernes 5 de agosto, combinada con los datos que se ignoran por lo general en la debacle del mercado del jueves, nos lleva a aumentar el temor de una recesión inminente. La economía puede haber disminuido, y el futuro es incierto. Pero si hay una inmersión doble este verano, tendremos que ir a comer helado para calmar los nervios.

Sin embargo, en primer lugar, permítanos examinar los datos de puestos de trabajo desde una visión diferente, como decía Teodoro Adorno, con dialéctica negativa. El informe de empleos de julio fue el típico informe palidecido que hemos llegado a esperar en los dos últimos años. La economía añadió empleos (117,000 en total), pero no a un ritmo suficiente para hacer mella en la tasa de desempleo o en los grandes ejércitos de subempleados estadounidenses y por ende mexicanos. Siguieron las tendencias que hemos observado durante mucho tiempo. Y si bien esto no es motivo de júbilo, deberían ser motivo de cierto alivio. La recuperación conservadora, una en la que el sector privado agrega a puestos de trabajo cada mes mientras que el sector público les corta, continuó. El sector privado en julio agregó 154,000 puestos de trabajo mientras el Gobierno recortó 37,000. Dicho de otra manera, en un mes en el que Washington gesta intencionalmente una crisis diseñada para fomentar la incertidumbre y la parálisis, las empresas agregan 38,500 puestos de trabajo por semana. En México el empleo aumentó en junio, y quizá en julio, en una cifra alrededor de 1 punto del índice de octubre de 2008 y ha acumulando un 30% del nivel que tenía en octubre de 2008, por supuesto el gobierno no ha despedido pero tampoco ha contratado, así que este es crecimiento de empresas principalmente.

Otra tendencia que ha sido frecuente en los últimos años continuó: en retrospectiva, las cosas parecían un poco mejores. En el informe de hoy, el Buró de Estadísticas de Empleo de EE.UU, BLS, revisó las cifras de empleo para mayo y junio al alza. La cifra de mayo fue revisada de una incremento de 25,000 a una incremento de 53,000, mientras que la de junio fue revisada de 18,000 a 46,000 de incremento. En total, el BLS, había descubierto 54,000 puestos de trabajo que se no habían detectado anteriormente. Una vez más, no es suficiente. Y había un montón de material negativo en el informe: una baja relación de empleo a población, gente dejando la fuerza de trabajo y altas tasas de desempleo. Pero el informe simplemente no es consistente con una economía que está decreciendo. Gracias al enfoque empresarial en la productividad, la economía estadounidense ha demostrado que puede crecer sin crear puestos de trabajo. Esto es un cambio en el paradigma o dialéctica negativa quizá. Y es muy posible que esto esté sucediendo con las empresas mexicanas igualmente, ya que todo permea definitivamente. Pero no se pueden crear puestos de trabajo sin crecimiento.

En el pánico en los mercados de ayer, los inversionistas y analistas puede que también han ignorado otros datos que apunta a la expansión. Los consumidores representan alrededor del 70% de la actividad económica de EE.UU. Y los datos preliminares indican que los consumidores no se retiraron de comprar en julio. Ayer, Thomson Reuters informó que sus índices de ventas del mismo almacén aumentaron 4.4% en julio desde el año anterior. El Consejo Internacional de Centros Comerciales informó que las ventas en el mismo almacén, en las cadenas en que realiza el seguimiento, aumentó 4.6% en julio desde el año anterior. Este es un ritmo más lento que el observado en los últimos meses, pero está lejos de una economía en contratación. Y aun hay más. Las encuestas del Instituto de Administración de Suministros muestran que los sectores de manufactura y de servicios se expandieron en junio.

En general, el flujo de datos de las dos últimas semanas desde los Estados Unidos y particularmente de Europa ha sido negativo. Combinado con el flujo de retórica tóxica procedente de Washington y otras capitales de Estados americanos -- y de los medios mexicanos que solo copian tal cual -- los titulares han creado enorme ansiedad sobre las perspectivas de crecimiento. El deslizamiento del mercado del jueves, creo, fue una respuesta a una deuda soberana y la crisis política en Europa, no a una crisis de crecimiento interno. Y como hemos visto, las crisis tienen una manera de esparcirse en las fronteras, los mercados y los océanos.

Un informe único de puestos de trabajo no debe eliminar las preocupaciones legítimas sobre expansión frustrantemente lenta de Estados Unidos y del resto del mundo, particularmente de México que para bien o para mal esta vecino y estrechamente vinculado en economía, flujos migratorios y despliegues sociológicos. Pero nos debe de calmar, al menos por ahora.