MITOLOGÍA: CARIÁTIDES Y ATLAS
MITOLOGÍA: CARIÁTIDES Y ATLAS
1. CARIÁTIDES
Una “cariátide” es una figura femenina esculpida con función de columna o pilastra, con un entablamento que descansa sobre su cabeza.
El más típico de los ejemplos es la tribuna de las Cariátides en el templo del ERECTEION de la Acrópolis de Atenas.
Cuando estas esculturas con función de pilastras o columnas son, en lugar de mujeres, hombres, se llaman “atlantes”.
El nombre de las “cariátides” está relacionado con la antigua ciudad de Karias (Καρυές), en Laconia (Esparta), donde se celebraba una festividad de muchachas que danzaban en honor de Artemisa Cariátide.
Por otra parte, un relato de Vitrubio (arquitecto siglo I a. de C.) indicaba que siendo esta ciudad aliada de los persas durante las “Guerras Médicas” (siglo V a. de C.), sus habitantes fueron exterminados por los otros griegos, y sus mujeres fueron convertidas en esclavas y condenadas a llevar las más pesadas cargas.
Se las esculpe a ellas, en lugar de columnas típicamente griegas, para que estén condenadas durante toda la eternidad a aguantar el peso del templo.
2. ATLAS
Atlas o atlante era el “titán” de la segunda generación de dioses al que Zeus condenó a cargar sobre sus hombros la bóveda celeste.
Su epíteto “Telamón” (cuya etimología es igual a la de “Atlas”, procede de τλάω (tlao) que, que. a su vez, procede de la raíz del protoindoeuropeo * tel- ,significa “portar”, “soportar”), hace referencia a ese castigo físico.
Atlas era hijo del titán Japeto y de la ninfa Clímene y hermano de Prometeo, Epimeteo y Menecio.
Higino, sin embargo, lo hace hijo de la Tierra y el Éter, y lo cita entre los “gigantes” y no entre los “titanes”.
Fue el padre de diversas ninfas, tres de ellas colectivas (Pléyades, Híades y Hespérides) y otras tres individuales, como Mera, Calipso e incluso Dione.
Su consorte principal es la oceánide Pléyone, quien le dio a las ninfas astrales, pero a Atlas también se le dan dos consortes más, Etra y Hesperis, ambas nombres parlantes que hacen alusión al brillo celeste. El único hijo varón atestiguado en las fuentes fue Hías o Hiante, catasterizado como “la constelación del Aguador”.
La etimología del nombre de “Atlas” es incierta: algunos lo derivan de la raíz protoindoeuropea *tel – que significa “sostener”, “soportar”.
Los griegos podrían haber tomado prestado este nombre para el océano “Atlántico” (las columnas que soportan el cielo de las que formaban parte las míticas “columnas de Hércules”, actualmente el Estrecho de Gibraltar) y usado más tarde para formar el nombre de “Atlas”, la cordillera de África.
Para los antiguos, este término “atlántico” designaba ante todo el mar que se encontraba más allá del estrecho, por oposición al mar Mediterráneo.
Su nombre también podría venir de los pueblos libios de los “atlantes”, descritos por el historiador griego Heródoto (siglo V a. de C.) y que poblaban las riberas norteafricanas del océano Atlantico y las montañas del macizo del “Atlas”marroquí en el noroeste de África.
Atlas acaudilló a los “Titanes” en la “Titanomaquia” o guerra de los titanes contra los dioses olímpicos liderados por Zeus.
Hesíodo (siglo VII a. de C.) dice que cuando los “Titanes” fueron derrotados, Zeus condenó a Atlas a cargar con el cielo sobre sus espaldas, muy cerca del jardín de las Hespérides.
Homero (siglo VIII a. de C.), en cambio, no se refiere exactamente a la bóveda celeste, sino que cuenta que “Atlante vigila las largas columnas, sustento del cielo y que al menos una fuente ubica en Libia”. También nos dice que conoce todas las profundidades de los mares. Cuando Faetonte se precipitó montado en el “carro del Sol”, Atlante tuvo que soportar el dolor del firmamento (cielo) incendiado.
En un principio sólo las ninfas Hespérides eran las encargadas de cuidar de la manzanas de oro de la diosa Hera, pero la diosa no confiaba en ellas , así que envió a Ladón (un dragón de cien cabezas), y juntos eran los encargados de vigilar las preciadas manzanas de oro.
Perseo, después de matar a la “Gorgona” Medusa y cortarle la cabeza (esta cabeza convertía en piedra a todo el que la miraba), fue al país donde reinaba Atlas, a quien, una vez allí, pidió hospitalidad. Atlas, sine embargo, recordó que un oráculo (de la diosa Temis) le había dicho que un hijo de Zeus (Perseo era hijo de Zeus y Dánae) llegaría para robarle los frutos del “Jardín de las Hespérides”, e intentó expulsar a Perseo. Pero éste empleó la cabeza de Medusa y Atlas quedó convertido en una enorme piedra a la que se llamaría la “cordillera del Atlas”.
Se decía de estas montañas que eran tan altas que tocaban el cielo, aunque sus árboles eran tan densos que impedían subirlas.
Otras versiones cuentan que Heracles, descendiente de Perseo, engañó a Atlas para que recuperase algunas manzanas de oro del Jardín de las Hespérides, como parte de uno de sus doce trabajos.
Prometeo le había aconsejado que no fuese él mismo a buscarlas, sino que enviase a Atlas. Para lograrlo, Heracles se ofreció a sujetar el cielo mientras Atlas iba a buscarlas. Pero al volver, Atlas no quiso aceptar que Heracles le devolviera los cielos (la bóveda celeste), y dijo que él mismo llevaría las manzanas al rey Euristeo, el hombre que las había pedido a Hércules.
Hércules lo engañó de nuevo, pidiéndole que sujetara el cielo un momento para acomodarse su capa.
Diodoro Sículo, historiador del siglo I a. de C., nos ofrece una versión racional del mito.
Afirmaba en su “Biblioteca histórica” que Atlas o Atlante era un mítico rey de Mauritania, en Libia. Se decía que era un sabio filósofo y matemático y un extraordinario astrónomo, descubridor de la esfericidad de las estrellas y artífice del primer globo celeste.
Esta sería la razón por la que terminaría convirtiéndose en un personaje fantástico que llevaría el firmamento completo sobre sus hombros.
La palabra “Atlas”, significando libro de mapas, tiene en él su origen. Desde el siglo XVI es frecuente mostrar al titán Atlas en los atlas cartográficos.
De ahí el nombre de “atlas” que se da al libro de geografía que contiene los mapas ,bien de un país ,o de todo el mundo (mapa mundi).
En Psicología, Atlas se utiliza metafóricamente para describir “la personalidad de Atlas”, la personalidad de alguien cuya infancia se caracterizó por un exceso de responsabilidades.
En Anatomía, “Atlas” es la primera vértebra de la columna, la que soporta el cráneo como un globo sobre sus hombros.
(Wikipedia)
Segovia, 20 de abril del 2024
Juan Barquilla Cadenas.