1. ARTES FIGURATIVAS ROMANAS
1.1 ESCULTURA. El RETRATO
En el origen del retrato romano juegan papeles decisivos tres antecedentes: la tradición retratística etrusca, el retrato fisiognómico griego y la costumbre romana de las imagines maiorum o efigies de los antepasados.
1.1.1 El período republicano
Eran estatuas siempre de cuerpo entero. Aunque el retrato debió ser cosa habitual en Roma desde la segunda guerra púnica, no se conoce nada seguro anterior a Sila. Casi todos los llegados a nosotros son anónimos. Pueden citarse la magnífica cabeza de piedra caliza del museo de Berlín, de difícil datación, y que probablemente será un personaje provincial de época silana; heroizado, con el tronco desnudo, el brazo alzado y su armadura a los pies. Su rostro también está idealizado con expresión patética, pero sin la crudeza de la máscara mortuoria.
De los personajes conocidos cabe destacar la cabeza de Pompeyo de la Gliptoteca de Copenhague, de admirable verismo y gesto socarrón y escéptico; es una copia de la época claudiana, pero el original de que procede fue coetáneo del retratado. De César han llegado una gran cantidad de retratos, pero la mayoría de época imperial, principalmente de época de Trajano. El problema es descubrir originales coetáneos. Uno de éstos parece ser el de Tusculano, de cuello largo, recia mandíbula, frente calva y cresta en lo alto del cráneo, parece ser del 46 a. de C. o del 40 a. de C.
Los retratos de Cicerón no son de buena calidad.
De Catón de Útica se conserva sólo un retrato.
1.1.2 Período Imperial
1.1.2.1 Época de Augusto
De Augusto se conservan muchos retratos.
Merecen destacarse el de Prima Porta: la escultura excelentemente conservada, es una de las creaciones capitales de la época de Augusto. El gesto imperial de su mano alzada, su traje militar nos dicen que Augusto está dirigiéndose a sus legiones en una arenga. Al gesto acompaña la severa dignidad de su rostro, frío, prudente, enérgico, consciente. La magnífica coraza metálica muestra en su peto varios grupos históricos y alegóricos repujados. La estatua de Prima Porta fue obra de un griego.
Griego es igualmente el hecho de que a la expresión del momento una no sólo el rostro sino también la actitud general de la figura. Fue hallada en 1863.
Otro de los mejores retratos de Augusto es el hallado en Roma en 1910. La estatua que aún apareció con color, se conserva en el Museo de las Termas; representa al emperador togado y cubierto (capite velato), en actitud de sacrificar, como Pontifex Maximus. Data aproximadamente del año 12 a. de C. El rostro de Augusto, fabricado en mármol más fino que el tronco, traduce un cansancio, una fatiga, a la que vence, no obstante, la energía y la voluntad.
Los retratos de la familia imperial tienen rasgos helenísticos. De la familia de Augusto hemos de citar, ante todo, los retratos de su hermana Octavia, los de su esposa Livia y los de Agripa, yerno del emperador.
De Livia cabe destacar la estatua sedente del Museo Arqueológico de Madrid. Livia se presenta majestuosa como la diosa Ceres, su rostro idealizado al modo griego, traduce unas facciones muy bellas. Cabe destacar también el retrato de Livia de Pompeya y el heroico en el que figura como emperatriz al lado de su esposo en el relieve de Rávena.
1.1.2.2 Época Julio-Claudia
Sigue la trayectoria augustea en las tendencias mencionadas: la cortesana y la tradicional.
Una novedad en la iconografía imperial es la representación de los emperadores con atributos divinos.
Tiberio aparece divinizado con los atributos de Júpiter, igualmente en una magnífica estatua conservada en el Vaticano, llena de empaque y solemnidad divina.
De Nerón nos han llegado muchos y buenos retratos, destacando el del Museo Cagliari, el de las Termas y el de los Uffizi.
Se inicia en este período la novedad del retrato femenino sedente, como el de Agripina la Mayor, conservado en el Museo Nacional de Nápoles.
Entre los retratos de mujer son dignos de mención: el que se supone de Antonia, la hija de Marco Antonio Y Octavia, en el que aparece peinada a la moda del tiempo de las Agripinas, y que se encuentra en las Termas. El otro retrato de Antonia está en el Museo Británico, y es una verdadera obra maestra de técnica y delicadeza al representarla surgiendo del cáliz de una flor.
Son bellísimas también las dos estatuas de muchachas jóvenes: la mal llamada Hinatia Polla de las Termas y la otra similar del de Nápoles, ambas luciendo el peinado de las Agripinas, tienen una técnica correcta, pero son frías de expresión y un tanto vacías de contenido.
De esta época son el retrato de Séneca, que lleva grabado su nombre, y el retrato ecuestre de Nonio Balbo, en el que el cabello está realizado con gran perfección.
1.1.2.3 Época Flavia
Con el advenimiento de los Flavios y sin duda en relación con la oriundez burguesa de la nueva y breve dinastía, el retrato abandona la corrección un tanto convencional fría de la época precedente y vuelve hacia la tradición romana de las efigies sinceras y francas. Los personajes retratados se nos ofrecen ahora más asequibles y llanos, más tratables; pierden aquellas actitudes, aquella corrección académica y cortesana, para ganar en sinceridad que llega hasta el abandono y descuido en gestos y presencias.
Los emperadores tienen una cierta vulgaridad de aspecto y gesto: retrato de Vespasiano en el Museo de Copenhague. Tito está representado como un tipo rechoncho de cabeza voluminosa, con facciones más propias de un tabernero en la estatua del Vaticano.
Los mejores retratos de este tiempo son los personajes de segunda fila, casi todos anónimos. En ella es donde se pueden estudiar las nuevas corrientes artísticas. Destaquemos la magnífica página psicológica del banquero L. Cecilio Iucundo, con su gesto socarrón, escéptico.
Otra característica son, en los retratos femeninos, el peinado de “nido de avispa”, la vuelta al realismo republicano, pero, mientras éste es espontáneo, en la época de los Flavios es buscado. El retrato se hace monumental, exhibicionista; por ello se amplía el busto, la cabeza se asienta sobre el pecho, abarca los dos hombros y baja hasta los pectorales.
1.1.2.4 Época de Trajano
La escultura de la época trajana es, desde el doble punto de vista técnico y conceptual, una continuación de la flavia.
Hay que destacar una persistencia en el realismo del tiempo de los Flavios, es más, se acentúa la tendencia a representar el retrato en su modo natural de ser. Desde un punto de vista formal, el busto, que ya había empezado en la época precedente a incluir los hombros y buena parte del pecho, ahora se decide a abarcar por entero la parte superior del tronco, llegando incluso, o hasta más abajo, a los pectorales.
La esposa de Trajano, Pompeya Plotina, y su hermana, Merlina, imponen la moda de un nuevo peinado que siguió siendo elevado.
1.1.2.5 Época de Adriano
En esta época es destacable la aparición de la barba en el retrato, reflejo de la moda masculina de su tiempo. Las efigies más numerosas son las del propio emperador, pero lo más importante es la creación del tipo de Antínoo, que fue el último tipo original creado por toda la estatuaria antigua y el único verdaderamente original que surgió en época romana.
Suele representársele con los atributos de la divinidad, la cabeza inclinada hacia abajo y hacia un lado consiguiendo dar un aire de resignación ante el destino, su mirada tiene un elocuente mirar sin ver.
1.1.2.6 Época de los Antoninos
La era antoniniana representa una última evolución del ilusionismo Flavio, que se convierte en puro barroco. La cuidada labra de los retratos flavios y adrianeos se extrema ahora buscando un más fuerte contraste entre la suavidad y la tersura de la piel facial y la riqueza de altibajos, de claros y oscuros en las cabelleras. La barba aumenta de tamaño, la cabellera se hace más voluminosa. Se utiliza el trépano para abrir profundos agujeros en la barba y en la cabellera con lo que se consigue el claroscuro mencionado.
El retrato femenino cambia de peinado según la moda de Faustina, mujer de Antonino Pío, con su característico peinado de trenzas y de de su hija Faustina la Menor, mujer de Marco Aurelio, con la nueva moda del peinado en dos aladares de amplias ondas.
El busto se amplía un poco más, aunque sólo excepcionalmente sobrepase la caja torácica, como ocurre en el retrato de Cómodo con los atributos de Hércules.
Cabe destacar también la estatua ecuestre de Marco Aurelio.
1.1.2.7 Época de los Severos
La técnica retratística sigue igual que en la época anterior, no obstante hay que destacar la expresión dulce de los retratos de Septimio Severo frente a la malignidad de Caracalla.
Estos retratos suponen una innovación: la inoportuna entrada en acción de un tercer personaje al que se vuelve airado el retratado.
Julia Domna, mujer de Septimio Severo, de la que tenemos excelentes retratos, introdujeron un nuevo peinado voluminoso que, en muchos casos, fue simplemente una peluca postiza.
1.1.2.8 Época de la anarquía militar
Se vuelve a los retratos fisiognómicos, escuetos y recios, de la era republicana y de Trajano. Esta corriente ha de luchar aún con los últimos coletazos de la tendencia opuesta, y en algún momento, como en la época de Galieno, ha de volver a ella con toda la fuerza de una idea programática.
Ejemplo importante del nuevo impresionismo retratístico lo hallamos en la brutal fisonomía de Maximino Tracio, como lo demuestra el retrato de Berlín, tiene el pelo cortado al rape, como moda impuesta por una disciplina cuartelera y la barba sólo de varios días.
1.1.2.9 La tetrarquía
No son abundantes los testimonios escultóricos de este período.
La moda, al parecer más seguida, era el afeitado total y el cabello corto. No obstante, es corriente también la barba corta, casi rapada.
1.1.2.10 Época de Constantino
En el retrato imperial y, concretamente, en el de Constantino, se perciben dos corrientes coetáneas: una que podríamos llamar clásica, bien representada en la estatua del pórtico lateranense y otra anticlásica expresionista y hasta bizantinizante, bien significada en la colosal cabeza del Museo del Conservatorio.
1.2 PINTURA
1.2.1 Período republicano
Del período anterior a la segunda guerra púnica, se tienen noticias del pintor Fabius Pictor (300 a. de C.), que cultivaba el género histórico, no sólo con fines decorativos sino también con fines propagandísticos.
Las pinturas que se conservan de este período anterior a la segunda guerra púnica, están en el área de la Campania y no pueden considerarse romanas, sino más bien etruscas.
En el período posterior a la segunda guerra púnica, continúa desarrollándose el género histórico con fines decorativos y fines propagandísticos. También cultivaron en este tiempo los romanos una pintura geográfica o topográfica, mediante la que se trataba de dar a conocer los nuevos países conquistados.
La pintura romana mejor conocida es la decorativa, la que utilizaron los romanos para recubrir la pobreza de los materiales que utilizaban para la construcción de sus viviendas.
La mayor parte de las pinturas que conocemos de este género son de Pompeya o Herculano. Se han distinguido en este género de pintura cuatro estilos, llamados pompeyanos.
El primero de estos estilos se desarrolla en los tiempos finales de la República.
El primer estilo pompeyano : a este primer estilo también se le llama “estilo de incrustación” y consiste en simular que la pared estaba cubierta con placas de mármol, de tonalidades diferentes y dibujos diferentes. La pared quedaba dividida en tres bandas horizontales. Los colores predilectos son el rojo y el amarillo. Entre las casas de Pompeya que presentan esta decoración está la casa del Fauno.
1.2.2 Período imperial
Dentro del período imperial se sitúan los tres estilos pompeyanos.
Nuestro conocimiento de la pintura romana más allá del año 79 d. de C., fecha de la destrucción de Pompeya y Herculano, es escaso y fragmentario, insuficiente para poder señalar la evolución que la pintura romana tuvo a partir del 79.
El segundo estilo pompeyano: también se le llama “estilo arquitectónico”. Es de carácter ilusionista, pues pinta estructuras arquitectónicas a base de columnas, entablamentos, nichos y ventanas abiertas que nos descubren un paisaje urbano o campestre. Mediante la técnica de la perspectiva se simulan las tres dimensiones: la pared real no es sino un punto de referencia, más acá del cual parecen sobresalir, como si estuviesen exentas, las columnas y el entablamento, y más allá del cual, está el paisaje visto a través de la simulada ventana abierta.
El primer estilo pompeyano fue una técnica decorativa de origen griego importada por los romanos. El segundo estilo es sin embargo una creación romana. Los conjuntos de pintura más importantes correspondientes a este estilo nos los ofrecen la Domus Augusti, situada en el Palatino, así como la villa Ad Gallinas Albas, en Prima Porta.
Al período del segundo estilo pompeyano, aunque no encajan dentro de sus características, pertenecen las pinturas de la Villa dei Misteri. Igualmente pertenece a este período, pero sin pertenecer al segundo estilo pompeyano el cuadro de las Bodas Aldobrandinas.
El tercer estilo pompeyano: Esta tercera modalidad surgió poco antes del imperio de Tiberio y duró poco más allá de la mitad del siglo I. Unos críticos consideran a este estilo como una variante del segundo, y otros lo consideran, como un precedente del cuarto, lo que quiere decir que las características de este estilo no son muy definidas.
Estas características son: estilización de los elementos arquitectónicos, adelgazándose extremadamente las columnas, de tal manera que esta arquitectura no es factible en la realidad a no ser que se utilicen materiales metálicos; no se simulan paisajes vistos a través de ventanas, pero sí se simulan cuadros fijos a la pared con marco también simulado.
Pertenecen a este estilo las pinturas de la Casa de los Vettii y otras muchas casas pompeyanas.
El cuarto estilo pompeyano: Era el existente cuando tuvo lugar la destrucción de Pompeya, el año 79 d. de C. Este estilo exagera el tema de las ventanas ficticias que dan al exterior para mostrarnos un paisaje o una escena. Se utilizaban también cuadros murales de inspiración mitológica, o cuadros de género, paisajes marinos, figuras sueltas o incluso retratos. La Domus Aurea de Nerón está decorada según este estilo.
1.3 El MOSAICO
Puede definirse al mosaico como una pintura hecha con piedras de colores. El procedimiento fue conocido por los mesopotámicos y por los egipcios, pero los romanos lo aprendieron de los griegos en el transcurso del siglo II a. de C.
Los griegos designaban al pavimento recubierto con mosaico “lithostroton” y los latinos lo denominaron “opus tesselatum”.
A finales del siglo III se impone el nombre de “opus musivum” que había de prevalecer.
El mosaico se utilizó por los griegos para cubrir pavimentos y paredes. Los romanos lo utilizaron preferentemente para recubrir suelos.
Los mosaicos más antiguos que se han conservado en Italia son los de Pompeya, entre los que sin duda el más importante es el de Alejandro y Darío.
De los tiempos de Sila es el mosaico Barberini.
Son muy importantes los mosaicos procedentes de la villa Hadrianea de Tívoli, entre los que se encuentra el famoso mosaico de las palomas. Estos mosaicos son del siglo II a. de C..
Característica de este siglo es la preferencia por los mosaicos en blanco y negro, técnica que da gran realce a la línea, al dibujo.
En la primera mitad del siglo III se abandona la técnica dícroma del blanco y negro. Durante el siglo III, los mosaicos desarrollan una gran complejidad de colores.
La cantidad de mosaicos conservados en todas las partes del imperio romano a partir del siglo III es enorme.
El “Opus sectile”: puede considerarse como una variedad del mosaico.
1.4 OTRAS ARTES EN EL MUNDO ROMANO
1.5.1 El tallado de piedras o glíptica
Reciben el nombre de “entalles”, aquellas piedras cuyas figuras van grabadas en hondo y reciben el nombre de “camafeos” aquellas cuyas figuras van grabadas en relieve, rehundiéndose por lo tanto en el fondo.
En los camafeos, el material más utilizado era el ágata en sus variedades de ónice y sardónice. El ágata suele presentar dos o más capas de distintos colores, detalle aprovechado por el artista para grabar las figuras en la primera capa de color blanco lechoso, utilizando la segunda, de color oscuro, como fondo. Este arte se desarrolló en Roma particularmente durante el Imperio de Augusto.
Los ejemplares conservados más importantes son la Gemma Augustea, guardada en el Museo de Viena: el Gran Camafeo de Francia, guardado en la Biblioteca Nacional de París; la Gemma Blanca, retrato de Augusto.
De la época de los Julio-Claudios, es importante el Camafeo de Claudio y su familia
1.5.2 El Vidrio
En la época imperial se introdujeron en Roma importantes novedades técnicas para el trabajo del vidrio. La técnica del vidrio soplado fue una de ellas. Otro adelanto técnico lo supuso el invento de decolorantes para obtener vidrio incoloro.
1.5.2.1 El Vidrio incrustado
Este procedimiento debió nacer en Asia Menor y Egipto.
En Roma se propagó en tiempos de Augusto y de los emperadores Julio-Claudios.
Estos recipientes son conocidos con el nombre de “Millefiori” (mil flores) debido a su aspecto.
1.5.2.2 El vidrio tallado
Imitando el procedimiento de los camafeos de los vidrieros hicieron piezas con dos capas de vidrios de colores para grabar en relieve la primera capa y descubrir la segunda para que sirviera de fondo.
Son piezas famosas de este arte el vaso del Duque de Portland, guardado en el Museo Británico y el Vaso Azul de Pompeya, guardado en el Museo Nacional de Nápoles.
1.5.2.3 La aureografía en vidrio
Esto fue un procedimiento que estuvo de moda en los siglos III – IV.
Consistía en hacer un dibujo en un panel de oro y emparedarlo entre dos planchas de vidrio.
1.5.3 Orfebrería
La orfebrería floreció principalmente durante la época de Augusto y de sus sucesores, los emperadores Julio-Claudios.
A esa época pertenecen los conjuntos más numerosos y ricos de vajillas de plata de la historia de Roma.
Los lugares de hallazgo de estos tesoros están diseminados por todo el Imperio. Los más famosos conjuntos son: el de Hildesheim, el de Berthonville, el de Hoby, el Boscoreales y el de Pompeya.
Otro momento importante de la orfebrería romana fue la segunda mitad del siglo IV d. de C., sobre todo durante el gobierno de Teodosio.
(Trabajo realizado por el equipo de profesores de CEDE)
Segovia, 12 de abril de 2025
Juan Barquilla Cadenas.