CORIOLANO
Cayo Marcio Coriolano fue un político y militar romano del siglo V a.de C., miembro de la “gens Marcia”, considerado en la actualidad una figura semilegendaria.
La historiografía grecorromana (Tito Livio, Plutarco, Dionisio de Halicarnaso) lo describe como “patricio” y lo tilda de “traidor” por encabezar, tras su destierro, una ofensiva volsca contra Roma.
Obtuvo su “cognomen Coriolano” en el año 493 a. de C. tras la toma de la ciudad volsca de Corioli.
A causa de su despotismo y por haber prohibido la distribución de trigo a la plebe, fue desterrado de Roma, refugiándose con los volscos, a los que había sometido.
Por venganza contra su patria los levantó en armas contra Roma.
La plebe detestaba su proceder así como sus costumbres (leyes), pues favorecían a los patricios.
En una ocasión fue apresado y en el juicio se le declaró la pena de muerte, aunque nunca fue llevada a cabo, por el favor del Senado.
Cuando con el ejército volsco y de otros pueblos asedió Roma, fue impedido de llevarlo a cabo por su propia madre, Veturia y por su mujer Volumnia, quienes le convencieron para que se retirara.
Después de esta retirada, los volscos lo consideraron un “traidor”, y lo condenaron a muerte.
Coriolano saltó a la fama como un joven servidor en el ejército del cónsul Postumio Cominio Aurunco en 493 a. de C. durante el sitio de la ciudad volsca de Carioli salvando al ejército romano de una derrota.
Mientras las fuerzas romanas se enfocaban (dedicaban) a sitiar la ciudad, un fuerza (un ejército) volsca proveniente de Anzio atacó a los romanos, al mismo tiempo que las fuerzas (el ejército) de la ciudad de Corioli emprendían su retirada. Corionalo (por entonces conocido sólo como Cayo Marcio) se percató de la retirada de las fuerzas volscas, y reunió a un puñado de soldados romanos para romper filas y entrar en la ciudad. Tomando la iniciativa, Coriolano y su grupo de soldados cargaron contra las puertas de la ciudad y comenzaron a incendiar algunas casas cercanas a sus muros; el golpe de efecto producido por las llamas de las casas incendiadas fue tal, que las fuerzas volscas se rindieron en el acto, y fue entonces cuando Cayo Marcio ganó el cognomen de “Coriolano”.
Luego de vencer a los volscos, Coriolano gozaba en Roma de una popularidad sin límites, pero por su ideología conservadora y por ganar el favor del Senado romano, Coriolano se enfrentó a las facciones (partidos) democráticas del pueblo, acusándolos de la hambruna que azotaba la ciudad por instigar a la plebe a no trabajar la tierra.
De esta forma se ganó varios enemigos personales que le dificultaron ganar la elección para ser cónsul.
Por su ostentoso modo de vida se le culpó de malversación de fondos públicos y sedición, y fue encarcelado y desterrado de la ciudad de Roma.
Como resultado de lo que consideró una ingratitud de los romanos, Coriolano, exiliado, ofreció sus servicios a los volscos, sus antiguos enemigos contra Roma.
Plutarco sobre esta defección cuenta que Coriolano disfrazado, entró en la casa de un rico noble volsco, un individuo llamado Tullius Aufidius.
Coriolano, quitado el disfraz, pidió hablar con Aufidio y le suplicó por su vida, a lo que Aufidio accedió.
Finalmente Coriolano y Aufidio persuadieron a los volscos a que rompieran su tregua con Roma y alistasen un ejército para invadirlos, empresa a la cual se sumaron otros pueblos montañeses como los ecuos y los hérnicos.
Así Coriolano dirigió la ofensiva contra Roma junto a la Liga latina y prosiguió saqueando las tierras de los plebeyos, dejando intactas las tierras de los patricios, con el fin de generar malestar social.
Tras haber saqueado las localidades al sur de Roma, el ejército de Coriolano acampó junto a los muros de Roma, dispuesto ya a plantear un asedio.
Pero Coriolano en este momento dudó, y aceptó recibir una delegación del Senado para negociar una rendición sin derramamiento de sangre.
La negociación no tuvo éxito y a última hora se presentaron en su campamento las matronas de la ciudad encabezadas por la madre y la esposa de Coriolano, quienes lo reprendieron con dureza por su injusticia y le imploraron de rodillas.
Finalmente, Coriolano cedió apesadumbrado a las súplicas de su madre y esposa y aplazó el asedio.
Después de este episodio, Coriolano se retiró a Anzio (ciudad en el Lacio, a unos 50 Km. de Roma), y el Senado dedicó un templo en honor a la “Fortuna femenina” como distinción a las valientes mujeres.
Coriolano fue rechazado por toda la Liga latina y Aufidio lo llevó a jucio.
Temiendo Aufidio que Coriolano fuera absuelto, ordenó su inmediata lapidación antes de conocer la sentencia.
La historia de Coriolano resulta muy similar a la de Temístocles, un líder de la democracia ateniense, que fue contemporáneo de Coriolano.
En el año 472 a. de C., Temístocles que había hecho tanto por su patria Atenas, debido a su creciente arrogancia comenzó a hacerlo ajeno al resto de sus ciudadanos y fue condenado al “ostracismo” y marchó al exilio a Argos. Los espartanos vieron una oportunidad de destruirle y le implicaron en el complot del general espartiata Pausanias. A consecuencia de ello, Temístocles abandonó Grecia y viajó a Asia Menor, donde entró al servicio del gran rey persa Artajerjes I. Fue nombrado gobernador de Magnesia, donde vivió hasta el final de sus días.
De todas formas, Temístocles jamás intentó un acuerdo militar contra Atenas.
Los acontecimientos descritos inspiraron a Ludwig Van Beethoven su “Obertura Coriolano” y a Willian Shakespeare una tragedia con el mismo nombre “Coriolano”, en la que, siguiendo a Plutarco, atribuye a la esposa de Coriolano el nombre de Volumnia y a su madre el nombre de Veturia.
Existe también una película “Coriolanus”, que es una adaptación de la tragedia de W. Shakespeare.
(Wikipedia)
Segovia, 27 de enero 2024
Juan Barquilla Cadenas.