TIRTEO: Poemas.
Tirteo es un poeta griego, aunque probablemente era de Mileto (Asia menor), vivió en Esparta y aparece como espartano en su poesía.
Floreció en el siglo VII a. de C. Se le tuvo por el poeta nacional de Esparta.
Combatió durante la segunda guerra mesenia (ca. 650 a. de C.)
Compuso cinco elegías que, como las de Calino, presentan contenidos y forma muy determinados por la época.
Según los alejandrinos comprendían “Eunomía” (Buen gobierno), una larga elegía que exalta la constitución espartana y exhorta a los ciudadanos a la concordia y a mantenerla íntegra para el bien común; “Embatèria”, cantos marciales en versos anapestos; “Hypotecai”, que son exhortaciones a la lucha y al valor según la virtud dórica; “Politeia” (Constitución) un elogio de los valores civiles y religiosos de la constitución de Licurgo.
De todas estas obras quedan sólo fragmentos bastante amplios, un total de 250 versos, en los cuales podemos leer el elogio de la muerte en la batalla por la patria, la descripción del combatiente valeroso y la exaltación de la constitución espartana.
A diferencia de Homero, que exalta el valor individual, Tirteo habla del valor colectivo; la ciudad (polis) impone a sus ciudadanos obediencia y sacrificio civil por bien de la patria. El heroísmo que propone no se funda en gestas personales, sino en acciones disciplinadas de las tropas, acciones requeridas por la nueva táctica hoplítica. Por estos motivos sus cantos de guerra o “peanes” tuvieron gran fortuna (éxito) en toda Grecia y fueron cantados en las escuelas y en los campamentos.
No hay, en verdad, grandes dotes poéticas, pero sus versos elementales suscitan sentimientos de virtud, y se usaron para alimentar el patriotismo en la batalla y el sacrificio por la patria: “Para un valiente es hermoso caer muerto en la primera línea de la lucha”.
Los espartanos, acatando el oráculo, acudieron a los atenienses para que les proporcionaran un general que les dirigiera en la batalla contra los “mesenios”; aquéllos en burla les enviaron a Tirteo, maestro de escuela, cojo y tuerto, que fue recibido entonces por los espartanos con desprecio.
Pronto Tirteo se ganó el favor de los espartanos con sus buenos consejos, que a la postre gracias a sus “elegías” y arengas guerreras lo convirtieron en un héroe, luego de promover el vigor y la firmeza, virtudes espartanas, hablándoles de la deshonra de la huida y el deshonor de la herida por la espalda, complementos de los honores de la muerte y los lauros del triunfo.
(Wikipedia).
Texto 1: “Dulce y hermoso es morir por la patria”
“Pues es hermoso morir si uno cae en la vanguardia (primera fila) cual guerrero valiente que por su patria pelea.
Que lo más amargo de todo es andar de mendigo, abandonando la propia ciudad y sus fértiles campos, y marchar al exilio con padre y madre ya ancianos, seguido de los hijos y de la legítima esposa.
Porque ése será un extraño ante quienes acuda cediendo a las urgencias de la odiosa pobreza.
Afrenta a su linaje y baldona (ultraja) su noble figura y toda clase de infamia y ruindad le persigue.
Si un vagabundo así ya no obtiene momento de dicha ninguno, ni vergüenza ni estima ninguna, entonces con coraje luchemos por la patria y los hijos, y muramos sin escatimarles ahora nuestras vidas.
¡Ah jóvenes, pelead con firmeza y codo a codo; no iniciéis una huida afrentosa ni cedáis al espanto, aumentad en vuestro pecho el coraje guerrero, y no sintáis temor de hacer frente al enemigo! ; Y a vuestros mayores, que ya no conservan ligeras rodillas, a los viejos, no les abandonéis atrás al retiraros.
Vergonzoso es, desde luego, que caiga en vanguardia (primera fila) y quede ante los jóvenes tumbado un hombre ya maduro, que tiene ya blanca la cabeza y canosa la barba, y queda exhalando su ánimo audaz en el polvo, con el sexo cubierto de sangre en las manos –bochornoso espectáculo – y su cuerpo desnudo. En cambio, todo es bello en un joven, mientras la flor flamante de amable juventud posee.
Es admirado por los hombres y suscita amor en las mujeres mientras está vivo, y hermoso es si cae en la vanguardia.
Así que todo el mundo se afiance en sus pies y se hinque en el suelo mordiendo con los dienteS el labio”.
(Frag. 6-7 D) Trad. Carlos García Gual.
Texto 2: “La verdadera virtud”
“No quisiera recordar ni evocar con elogios a nadie por su excelencia en correr o en la pelea de puños (boxeo), ni, aunque tuviera la altura y la fuerza de un “cíclope”, y venciera en carreras al tracio Bóreas, ni si fuera de figura más bello que Titono, y superara en riquezas a Midas y Ciniras, y más regio fuera que Pélope, hijo de Tántalo, y una lengua más dulce que Adrasto tuviera y una fama cabal, mas careciera de ánimo de lucha.
Que no hay hombre de valer en el campo de guerra más que el que osa presenciar la matanza sangrienta y se lanza a enfrentarse de cerca al feroz enemigo.
Ésa es la virtud, ésa entre los hombres la máxima gloria, y el más hermoso premio al alcance de un joven guerrero.
Un bien común a la ciudad y al pueblo entero es el hombre que, erguido en vanguardia, se afirma sin descanso, y olvida del todo la fuga infamante exponiendo su vida y su ánimo audaz y sufrido; y enardece con sus palabras al que combate a su lado.
Éste es el hombre que resulta valioso en la guerra.
Y pronto las feroces falanges de los enemigos rechaza, y con su esfuerzo detiene el oleaje que alza la batalla.
Pero a quien en vanguardia caído la vida perdiera, tras dar gloria al país, a sus gentes y a su padre, traspasado cien veces de frente, a través de su pecho y del escudo de forma de ombligo y su coraza, a éste lo lloran lo mismo los viejos que los jóvenes y con hiriente nostalgia lo añora su pueblo en conjunto.
Y su tumba y sus hijos son entre los hombres famosos, y los hijos de sus hijos y toda su estirpe futura.
Jamás su noble fama se extinguió ni su nombre, sino que, aunque esté bajo tierra, se hace inmortal el que ha destacado en saber resistir y en pelear por su tierra y sus hijos, a quien el cruel Ares (Marte) matara.
Mas si escapa a la Ker (muerte violenta) de una muerte doliente, y victorioso consigue con su lanza el flamante triunfo, todos le honran, los jóvenes como los viejos, a un tiempo, y habría vivido con mucha ventura antes de irse al Hades (antes de morir).
Al envejecer destaca entre sus conciudadanos y nadie se atreve faltarle en su honra y derecho.
Todos a un tiempo, los jóvenes y los de su edad, y aun los más viejos, le ceden su asiento en los bancos.
Que ahora intente todo hombre la cumbre de esa virtud con coraje alcanzar, y que nadie flojee en la pelea”.
(Frag. 9 D. Traducción de C. García Gual. Antología de la literatura griega. C. García Gual. A. Guzmán Guerra. Alianza Editorial).
Texto 3:
¡Adelante, hijos de los ciudadanos de Esparta,
la ciudad de los bravos guerreros!
Con la izquierda embrazad vuestro escudo
y la lanza con audacia blandid,
sin preocuparos de salvar vuestra vida,
que ésa no es costumbre de Esparta”.
(Frag. 18 D. Traducción de C. García Gual. Antología de la poesía lírica griega. S. VII – IV a. de C. Selección, prólogo y traducción de C. García Gual. Alianza Editorial).
Segovia, 6 de noviembre del 2021
Juan Barquilla Cadenas.