SANTA SOFÍA DE CONSTANTINOPLA
Santa Sofía o Hagia Sophía (del griego Ἁγια Σοφία, “Santa sabiduría”, en latín Sancta Sophía o Sancta Sapientia), es una antigua basílica cristiana, posteriormente convertida en iglesia ortodoxia, más tarde en mezquita, luego en museo y desde el 1 de agosto de 2020 en una mezquita de la ciudad de Estambul (Turquía).
Desde la fecha de su inauguración en el año 537 y hasta 1453 sirvió como la catedral ortodoxa bizantina de rito oriental de Constantinopla (la “segunda Roma”, fundada por el emperador Constantino), excepto en el paréntesis entre 1204 y 1261 en que fue convertida en catedral católica de rito latino, durante el patriarcado latino de Constantinopla del Imperio latino, fundado por los Cruzados.
Tras la conquista de Constantinopla por el imperio turco otomano, el edificio fue transformado en mezquita, manteniendo esta función desde el 29 de mayo de 1453 hasta 1931, fecha en que fue secularizado.
El 1 de febrero de 1935 fue inaugurada como “Museo”.
En julio de 2020, Recep Tayyip Erdogan anunció que, a partir del 1 de agosto de 2020, sería transformada de nuevo en mezquita.
A veces llamada “Sancta Sophia”; “sophia” es en realidad la transcripción fonética al latín de la palabra griega “σοφία” que significa “sabiduría”.
El nombre completo en griego es Ναός τῆς Ἁγίας τοῦ Θεοῦ Σοφίας: “Iglesia de la Santa Sabiduría de Dios”.
La iglesia estaba dedicada a la “Divina Sabiduría”, una imagen tomada del “Libro de la Sabiduría” del “Antiguo Testamento”, y que hace referencia a la personificación de la sabiduría de Dios.
Su fiesta se celebra el 25 de diciembre, el aniversario de la encarnación del Verbo o Logos en Cristo.
Famosa por su enorme cúpula, está considerada como el epítome de la arquitectura bizantina, y se dice de ella que “cambió la historia de la arquitectura”.
Fue la catedral con mayor superficie del mundo durante casi mil años, hasta que se completó la obra de la catedral de Santa María de la Sede (Sevilla) en 1520 (si se excluye la mezquita –catedral de Santa María de Córdoba, pues la mayoría de características de ésta en 1520 habían sido ideadas como parte de la antigua mezquita, aunque funcionase ya como catedral casi dos siglos antes de las obras del templo hispalense).
El edificio actual de “Santa Sofía” fue reconstruido entre 532 y 537 para ser usado como iglesia por orden del emperador bizantino Justiniano I, siendo la tercera iglesia de la “Santa Sabiduría” edificada en ese mismo emplazamiento.
El diseño es obra del arquitecto y físico jonio Isidoro de Mileto y del matemático y arquitecto lidio Antemio de Tralles.
La iglesia contiene una gran colección de reliquias de santos, y contó con un iconostasio (mampara o cancel con tres puertas, tras la cual, en los ritos orientales, se oculta el sacerdote durante la consagración) de plata de 15 metros.
Fue la sede del patriarca de Constantinopla y el punto focal religioso de la Iglesia ortodoxa bizantina por casi mil años.
En esta iglesia el cardenal Humberto excomulgó a Miguel I Cerulario en 1054, acto que comúnmente se considera como el comienzo del Gran Cisma o Cisma de Oriente, que rompiendo la unidad de lo que era la Iglesia estatal del Imperio romano, dividió el cristianismo entre la Iglesia católica en Occidente y la iglesia ortodoxa en el Oriente.
En 1453 Constantinopla fue conquistada por los turcos otomanos bajo las órdenes del sultán Mehmed II, quien posteriormente decidió que el templo se convirtiera en mezquita.
Las campanas, el altar, el iconostasio y los vasos de sacrificio (cálices) fueron retirados, y muchos de los mosaicos fueron enlucidos (tapados con yeso).
Durante el dominio otomano se le añadieron detalles arquitectónicos islámicos, como el mihrab (nicho semicircular u hornacina en la pared que indica la dirección de la Kaaba en la Meca, hacia donde debe dirigirse la oración musulmana), el minbar (lugar donde el imán se sube para dar sermones) y cuatro minaretes (cuatro torres desde donde el muecín o almuédano llama para convocar a la oración).
El edificio se mantuvo como mezquita hasta 1931, fecha en que fue cerrado al público por el gobierno de Turquía hasta su reapertura, ya como Museo, en 1935.
Actualmente, y desde 2020, vuelve a ser una mezquita.
Los mosaicos con representaciones humanas ya no son visibles, pues han sido tapados.
Mezquita principal de Estambul durante casi 500 años, Santa Sofía sirvió como modelo para muchas otras mezquitas otomanas, como la mezquita del sultán Ahmed –también conocida como la mezquita azul de Estambul -, la mezquita de Sehzade, la mezquita de Solimán, la mezquita Rüsten Pasha y la mezquita KiliÇ Ali Pasha.
Sus arquitectos, Antemio de Tralles e Isidoro de Mileto, cubrieron el edificio, de planta casi cuadrada, con una cúpula central sobre pechinas.
Ésta reposa sobre cuatro arcos, sostenidos a su vez por cuatro pilares. Dos semicúpulas hacen de contrafuerte de la cúpula central y los muros abiertos están asegurados por contrafuertes.
Posee además unos bellos mosaicos bizantinos.
La construcción definitiva se llevó a cabo sobre la primitiva basílica de Constantino entre el 532 y el 537, durante el reinado de Justiniano, en el período conocido como “Primera edad de oro”.
Sus arquitectos hicieron un diseño sin precedentes, tomando elementos conocidos (planta basilical y rotonda), pero que se unen en una estructura nueva.
En palabras de Agatias, los diseñadores (Artemio de Tralles era matemático, Isidoro de Mileto arquitecto) trataron de “aplicar la geometría a la materia sólida”.
Su arquitectura es eminentemente espacial, aunque el efecto exterior ha sido significativamente modificado por los otomanos, que lo enriquecieron con minaretes, espolones y grandes contrafuertes.
La planta es un rectángulo de 77 por 71 metros.
La cúpula con forma de media naranja, de 56, 6 metros de altura y 31, 87 de diámetro, se apoya sin tambor en cuatro pechinas y está reforzada por cuarenta nervios entre los que se practican otros tantos huecos de ventana, dando la sensación según Procopio de estar “suspencida del cielo por una cadena de oro”.
La cúpula imponía una centralización bastante ajena a las “basílicas” del pasado, pero gracias a las pechinas y la traslación de los esfuerzos a las naves laterales, así como un refinado uso de la luz, “no parece descansar en base sólida”.
El 10 de julio de 2020, el Consejo de Estado de Turquía aprobó la decisión del Consejo de Ministros de transformar la iglesia de Santa Sofía de nuevo en mezquita. Y a pesar de las críticas seculares y globales, Erdogán firmó un decreto que anulaba el estado de Museo de Santa Sofía para su conversión en una mezquita.
Un portavoz presidencial dijo que se convertiría en una mezquita en funcionamiento, abierta a cualquiera, similar a la Basílica del Sagrado Corazón y la Catedral de Nôtre Dame de París.
El portavoz también dijo que el cambio no afectaría al estado de Hagia Sofía como sitio Patrimonio Mundial de la UNESCO, y que los iconos cristianos, dentro de ella, continuarían protegidos.
Grecia denunció la conversión y la consideró una violación del título de Patrimonio Mundial de la UNESCO.
El Patriarca Cirilo I de Moscú, líder de la Iglesia ortodoxa rusa denunció la conversión del edificio en una mezquita como una “amenaza para toda la civilización cristiana”.
El portavoz del Departamento de Estado de los Estados Unidos, señaló que “estamos decepcionados por la decisión del gobierno de Turquía de cambiar el estado de Hagia Sofía”.
En julio de 2020, el Consejo de Estado de Turquía aprobó una decisión que decretó que Santa Sofía se use sólo como una mezquita y “para ningún otro propósito”.
La UNESCO anunció que “lamenta profundamente” la conversión “realizada sin debate previo”, y pidió a Turquía que “abriera un diálogo sin demora”.
Orhan Pamuk, famoso novelista turco, denunció públicamente la medida.
El Papa Francisco aseguró estar “muy dolido” por la reconversión de Santa Sofía en mezquita.
Fuentes turcas dijeron que los iconos y mosaicos cristianos del edificio serán preservados, pero estarán cubiertos con tecnología de luz, cortinas y alfombras durante las oraciones islámicas.
Ibrahim Kalin, portavoz gubernamental del gobierno de Erdogan, refirió que los mosaicos de la Virgen María con el Niño Jesús y del Arcángel Gabriel, que se encuentran en el ábside del templo y que casualmente están orientados hacia la Meca, serían tapados durante las oraciones musulmanas.
También especificó que los otros mosaicos de Jesús y otras figuras bíblicas destacadas no serían cubiertas, porque no están localizadas en dirección a la Meca. Tras las oraciones, el recinto volvería a abrirse al público y los mosaicos serán descubiertos.
Finalmente, el 24 de julio de 2020, el templo abrió al público como mezquita en una ceremonia de rezo del viernes en presencia del presidente Recep Tayyip Erdogan y otros líderes musulmanes de países vecinos.
Una gran alfombra azul turquesa elegida por Erdogan fue colocada en el piso del templo y los mosaicos cristianos fueron ocultados con cortinas durante la plegaria.
(Wikipedia)
Segovia, 22 de junio del 2024
Juan Barquilla Cadenas.