La HS es crónica, dolorosa y estigmatizante. El control del dolor, la salud mental y los autocuidados son terapias de mantenimiento, al mismo nivel que el biológico o la cirugía. El éxito a largo plazo = eje inmunológico silenciado + dolor domado + paciente empoderado.
Aliviar dolor físico y emocional, reducir inflamación residual, mejorar autoestima/adherencia, optimizar calidad de vida y participación social mediante intervenciones farmacológicas, conductuales y sociales coordinadas.
Dolor inflamatorio agudo (brote):
• Ibuprofeno 600 mg/8 h o naproxeno 500 mg/12 h ciclos cortos (≤10 días).
• Prednisona 20–30 mg/día pauta descendente ≤10 días en brotes hiperalgésicos seleccionados.
• Infiltración triamcinolona 10 mg/mL en cordones/cavidades dolorosas, si no hay infección.
Dolor neuropático / persistente (sensibilización central frecuente en HS):
• Duloxetina 30→60 mg/día (iniciar 30 mg 1 sem; subir según tolerancia).
• Pregabalina 75–150 mg/12 h, titular cada 3–5 días.
• Amitriptilina 10–25 mg nocte si insomnio o hiperalgesia difusa.
• Lidocaína 5 % parche 12 h ON/12 h OFF en áreas hiperálgicas superficiales.
• Reevaluar a las 4–6 semanas y combinar con fisioterapia (pacing, movilidad guiada) y técnicas de relajación/respiración.
Dolor postquirúrgico (multimodal, evitar opioides crónicos):
• Paracetamol 1 g/6–8 h + AINE ± metamizol; añadir pregabalina si componente neuropático.
• Tramadol solo rescate breve; evitar con ISRS/ISRN si riesgo serotoninérgico.
• Bloqueos regionales en axila/ingle cuando sea posible.
Perlas de seguridad:
• Evitar AINE en EII activa; preferir paracetamol/metamizol.
• Monitorizar somnolencia, estreñimiento y cognición con gabapentinoides/TCAs.
• Si dolor refractario >3 meses → Unidad del Dolor (TENS, bloqueos, educación del dolor).
Cribado periódico (cada 12–16 semanas):
• PHQ-9 (depresión), GAD-7 (ansiedad), HADS, PSS-10 (estrés).
Intervención temprana:
• Terapia cognitivo-conductual (reestructuración, catastrofismo, pacing).
• ACT (aceptación y compromiso) para dolor persistente/estigma.
• Terapia de grupo (autoimagen, habilidades sociales).
Derivación a psiquiatría: depresión moderada-grave, ideación suicida, TEPT.
Alianza terapéutica: validar el dolor y el impacto social; acuerdos claros de objetivos y escalas de seguimiento.
Higiene dirigida:
• Duchas con clorhexidina 2 % o povidona yodada diluida (según tolerancia).
• Soluciones secantes: ácido bórico 2 % o ácido acético 1–2 % en pliegues húmedos (2×/día).
Heridas y exudado:
• Apósitos absorbentes (espuma/hidrocoloide) o plata si exudado maloliente; cambios cada 48–72 h.
Piel y fricción:
• Ropa transpirable, evitar costuras/roce; desodorantes antitranspirantes sin alcohol; polvos secantes en pliegues.
Hábitos y estilo de vida:
• Abandono tabaco, peso saludable (GLP-1 si indicado), dieta hipocalórica antiinflamatoria.
Decolonización (brotes por S. aureus/MRSA):
• Mupirocina nasal 2 % 2×/día 5 días/mes × 3 meses + baños con clorhexidina si colonización demostrada.
Asociaciones de pacientes (p. ej., AEHidros): educación sanitaria, asesoría social, grupos de apoyo.
Grupos coordinados por enfermería/psicología: autocuidados, adherencia, afrontamiento del dolor/estigma.
Trabajo social: adaptación laboral/educativa, WPAI-HS (productividad), gestión de bajas y discapacidad.
Sexualidad/pareja: abordar dispareunia, miedo al rechazo, lubricantes, posiciones sin fricción; derivar a sexología si impacto mantenido.
Cada 8–12 semanas:
• Dolor NRS 0–10, DLQI/HiSQoL, número de días con drenaje, necesidad de apósitos.
• PHQ-9/GAD-7; adherencia a autocuidados y medicación.
• Revisión de posología analgésicos/adyuvantes y efectos adversos.
Cada 6–12 meses:
• Revisión de plan inmunológico (HiSCR), estado nutricional, peso/IMC, tabaquismo.
Documentación fotográfica en cada visita (consentimiento) para progresión y visado.
Dermatología: eje inmunológico, heridas, dolor básico, educación.
Enfermería de heridas: elección de apósito, curas, automanejo.
Psicología/psiquiatría: intervención y tratamiento afectivo-ansioso.
Unidad del Dolor: dolor refractario >3 meses.
Cirugía plástica/general: lesiones persistentes, planificación en ventana inmunológica.
Trabajo social/rehabilitación: ergonomía, reincorporación, ayudas.
Fiebre persistente, celulitis rápidamente progresiva, dolor desproporcionado (pensar fascitis), mal olor con deterioro sistémico, sangrado relevante, ideación suicida, pérdida ponderal inexplicada.
• Dolor neuropático ≠ inflamación activa: puede perpetuarse tras controlar el brote; si lo tratas, mejora la adherencia.
• Duloxetina es excelente cuando coexisten depresión + dolor; revisa interacciones si tramadol/linezolid.
• Pregabalina nocturna mejora sueño y reduce reactividad al dolor al día siguiente.
• Educación en curas reduce urgencias y visitas no programadas.
• Plan de crisis por escrito (qué hacer si brote + a quién llamar) disminuye ansiedad y tiempo a tratamiento.
• Olor: si persiste pese a cuidados, busca biofilm y cambia a apósitos con plata/PHMB; valorar cultivo.
• Actividad física adaptada (caminar, agua, yoga suave) mejora dolor y ánimo sin empeorar fricción si se ajusta la indumentaria.
• No opioides crónicos: si los hay, diseñar plan de de-escalada con Unidad del Dolor.
• Brecha terapéutica: cada visita debe cerrar una (dolor, sueño, autocuidados, salud mental, trabajo).
• Inicio dolor neuropático: duloxetina 30 mg/día 1 semana → 60 mg/día; si sedación/NA, alternativa pregabalina 75 mg nocte → 75–150 mg/12 h.
• Insomnio por dolor: higiene del sueño + amitriptilina 10 mg nocte; reevaluar a 2–4 semanas.
• Olor/supuración intensa: apósito plata 72 h + solución acética 1–2 %; revisar a 1 semana.
• Crisis emocionales: ruta rápida a psicología/psiquiatría + contacto de referencia de enfermería.
↓ NRS dolor ≥2 puntos · ↓ días con exudado/mes · ↓ urgencias · ↓ antibióticos no planificados · DLQI/HiSQoL mejora ≥4–5 puntos · PHQ-9/GAD-7 bajan ≥3 puntos · WPAI-HS mejora de productividad.
La cronicidad en HS se vence sumando capas: biología de precisión, cirugía cuando toca, y un andamiaje psicosocial que sostenga al paciente entre brotes. El plan funciona cuando el dolor se vuelve predecible, el olor manejable y la vida cotidiana posible. Esa es la verdadera remisión.