💊 TYK2 (Tyrosine Kinase 2)
👉 Idea-fuerza: el “traductor inmunológico” del eje IL-12/IL-23/IFN-I. Es el más cerebral del cuarteto JAK: no estimula ni la médula ni los linfocitos directamente, sino que coordina la conversación entre la inmunidad innata y la adaptativa. Su inhibición redefine la dermatología moderna: control de psoriasis, lupus y dermatosis autoinmunes sin inmunosupresión global.
🧾 Datos terapéuticos
Nombre de la diana: Tyrosine kinase 2 (TYK2)
Clase terapéutica: inhibidores selectivos de TYK2
Familia: tirosina-quinasas citoplasmáticas (subfamilia JAK-STAT)
Localización: células dendríticas, linfocitos T, queratinocitos y monocitos
Citoquinas dependientes: IL-12, IL-23, IFN-α, IFN-β
Fármacos representativos: Deucravacitinib (Sotyktu®), Brepocitinib, Ropsacitinib (en desarrollo)
🧬 Mecanismo de acción
El TYK2 actúa como acoplador de los receptores de IL-12 y IL-23, responsables de activar las respuestas Th1 y Th17, y de los interferones tipo I (IFN-α/β), pilares de la inmunidad antiviral y autoinmune.
Al inhibir TYK2, se interrumpe la señal de IL-23 → IL-17, lo que reduce la infiltración neutrofílica y la hiperproliferación epidérmica, núcleo de la psoriasis.
A diferencia de otros JAK, Deucravacitinib no bloquea el sitio catalítico clásico de ATP, sino el dominio regulador allostérico (pseudokinase JH2), confiriendo alta selectividad y mínima interferencia hematológica.
🧠 Principales efectos farmacodinámicos
Disminución de IL-23 → IL-17 → IL-22 → efecto antipsoriásico potente.
Reducción de interferones tipo I → menor autoagresión tisular (lupus, dermatomiositis).
Modulación indirecta de la vía IL-6 → descenso de PCR e inflamación sistémica.
Preservación de la inmunidad frente a virus comunes gracias a selectividad parcial.
💊 Fármacos derivados del eje TYK2
Deucravacitinib (Sotyktu®) → inhibidor alostérico de TYK2; aprobado para psoriasis en placas moderada-grave; eficacia PASI-90 comparable a anti-IL-23 biológicos, con perfil oral limpio.
Brepocitinib → inhibidor dual TYK2/JAK1, en desarrollo para lupus cutáneo, dermatomiositis y hidradenitis; mayor potencia, menor selectividad, más riesgo sistémico.
Ropsacitinib → inhibidor selectivo TYK2 de nueva generación; ensayos fase III en psoriasis, lupus y alopecia areata.
⚕️ Aplicaciones clínicas
Psoriasis en placas moderada-grave (deucravacitinib, aprobado EMA 2023).
Lupus cutáneo y sistémico (off-label con datos fase II).
Dermatomiositis cutánea (en evaluación).
Hidradenitis supurativa, vitíligo, alopecia areata (ensayos en curso).
Enfermedades autoinmunes mixtas con perfil Th17/IFN-I alto (off-label hospitalario).
🚦 Interacciones y precauciones
No requiere ajuste con biológicos previos ni metotrexato.
Evitar combinación con otros inhibidores JAK o inmunosupresores potentes.
Contraindicado en embarazo y lactancia.
Monitorizar transaminasas y perfil lipídico cada 6 meses.
Suspender temporalmente en infecciones activas o cirugía mayor.
No se ha asociado a citopenias ni trombosis significativas.
🐚 Perlas clínicas
• El JAK más limpio: sin impacto hematológico ni inmunosupresión profunda.
• Farmacología de precisión: la inhibición alostérica permite bloquear la vía IL-23 sin afectar el resto del sistema JAK-STAT.
• Inicio clínico visible: mejoría del eritema y descamación en 2-4 semanas; PASI-90 al mes 3-4.
• Ventaja estratégica: puente oral entre terapia tópica y biológico, ideal en pacientes que rechazan inyecciones.
• Lupus cutáneo: modulador dual Th1/IFN-I; se investiga como alternativa a antimaláricos y belimumab.
• Efectos adversos leves: cefalea, nasofaringitis, discreto aumento de CPK o transaminasas.
• Consejo al paciente: “No apaga tus defensas; simplemente corrige la señal equivocada que las hace atacar tu piel.”
🧭 Resumen integrador
El TYK2 es el “puente molecular” entre inflamación y autoinmunidad.
Bloquearlo es como reeducar al sistema inmunitario, no reprimirlo: se conserva la vigilancia antiviral mientras se desactiva el eje IL-12/23-IFN culpable de psoriasis, lupus o dermatomiositis.
Representa la nueva generación de inmunomodulación oral de precisión, donde la farmacología y la fisiología dialogan —no compiten— para devolver la homeostasis cutánea.