Los inhibidores JAK modulan vías esenciales para la organogénesis y la hematopoyesis fetal.
Por precaución, se consideran contraindicados en embarazo y lactancia, ya que atraviesan la placenta y se excretan en leche.
La clave no es el miedo, sino la planificación: cuándo suspender, cuánto esperar y qué alternativas usar mientras tanto.
Los JAK intervienen en la señalización de IL-6, IFN, GM-CSF y EPO, todas cruciales para el desarrollo embrionario.
En modelos animales se han observado abortos, malformaciones y alteraciones inmunitarias neonatales a dosis altas.
Aunque los datos humanos son escasos, el principio de precaución guía toda decisión: mejor detener y sustituir temporalmente.
JAK1 (abrocitinib, upadacitinib) → suspender al menos 1 semana antes de concepción planificada (≈5 semividas).
JAK2 (baricitinib, ruxolitinib) → suspender 2 semanas antes; si exposición accidental, valorar interrupción precoz.
JAK3 / TEC (ritlecitinib) → suspender 2 semanas antes; evitar durante embarazo y lactancia.
TYK2 (deucravacitinib) → suspender al menos 1 mes antes, dada su semivida prolongada y unión alostérica estable.
Lactancia: evitar todos los JAK durante la lactancia. Reiniciar sólo cuando la lactancia se haya interrumpido completamente.
Confirmar deseo gestacional antes de renovar receta o visado.
Completar vacunación frente a zóster, hepatitis y rubéola antes de suspender anticonceptivos.
Mantener anticoncepción eficaz hasta cumplir el periodo de lavado.
Si precisa control de enfermedad:
Sustituir por fototerapia NB-UVB, tópicos seguros (corticoides, tacrolimus) o biológicos compatibles (certolizumab, dupilumab) según patología.
Si el embarazo se confirma durante tratamiento:
Suspender el JAK, registrar el caso y derivar a obstetricia de alto riesgo.
Los JAK no parecen alterar espermatogénesis ni ADN espermático, pero se recomienda precaución.
Suspender el tratamiento 1 semana antes de búsqueda de embarazo.
Evitar donación de semen durante y hasta 1 mes tras el uso de TYK2 o JAK2.
En alopecia o vitíligo, valorar pausa terapéutica planificada y reinicio posconcepción.
Fototerapia NB-UVB → primera elección (atopia, vitíligo, psoriasis moderada).
Corticoides tópicos o sistémicos a dosis bajas y cortas.
Inhibidores de calcineurina tópicos (tacrolimus, pimecrolimus).
Dupilumab (embarazo/lactancia categoría favorable).
Certolizumab pegol (si fenotipo psoriásico o artrítico concomitante).
• Documentar la última dosis en la historia antes del lavado.
• En embarazo accidental, suspender y tranquilizar: la mayoría de exposiciones precoces no han mostrado teratogenicidad en humanos.
• No reiniciar hasta la revisión posparto y el fin de lactancia.
• Si la madre precisa control inmediato, fototerapia o dupilumab son los puentes más seguros.
• Planificar antes de tratar: un test de embarazo negativo es parte del inicio del JAK.
• El tiempo de lavado no es burocracia, es protección epigenética.
• No precipitar suspensiones: siempre dejar margen de control alternativo.
• En hombres, el riesgo es teórico, pero la prudencia sigue siendo elegante.
• La fertilidad vuelve en días tras el lavado; no se requieren meses de espera.
• La mejor contracepción es la conversación: el diálogo abierto evita exposiciones accidentales.
Los inhibidores JAK deben navegar fuera del embarazo y la lactancia, pero no fuera del plan terapéutico global.
Informar, programar y sustituir a tiempo permiten mantener el control de la enfermedad sin riesgos.
En dermatología moderna, la farmacología de precisión se extiende también al momento vital: el mejor tratamiento es el que respeta los tiempos de la vida.