Regular la inflamación neurovascular, restaurar la función barrera y modular la disbiosis microbiana asociada a Demodex folliculorum.
La rosácea es hoy entendida como una dermatosis inflamatoria crónica neuroinmunovascular, donde confluyen tres ejes fisiopatológicos interdependientes:
1️⃣ Disfunción vasomotora (rubor, eritema persistente).
2️⃣ Activación aberrante de la inmunidad innata (TLR2, LL-37).
3️⃣ Neuroinflamación sensorial persistente (TRPV1, CGRP, sustancia P).
💡 Concepto fundamental: Tratar la rosácea no es “eliminar granos”, sino reeducar una piel hipersensible que ha perdido su capacidad de autorregularse.
Clínica: eritema persistente, flushing fácil, telangiectasias finas, escozor o sensación de calor.
Mecanismo: hiperreactividad vasomotora mediada por liberación de neuropéptidos (CGRP, sustancia P, VIP) y óxido nítrico (NO).
Se acompaña de vasodilatación episódica (flushing) con disfunción endotelial y pérdida de control térmico.
Clínica: pápulas y pústulas centrofaciales sobre fondo eritematoso, sin comedones.
Mecanismo: activación de TLR2, sobreproducción de LL-37, IL-8 e IL-17C → infiltrado neutrofílico-linfocitario.
Frecuente sobrecrecimiento de Demodex folliculorum y alteración del microbioma cutáneo.
Clínica: engrosamiento dérmico progresivo, poros dilatados, fibrosis localizada (rinofima, mentofima).
Mecanismo: remodelado fibroangiogénico mediado por TGF-β, con estimulación crónica de fibroblastos dérmicos y neovascularización.
Predomina en varones, con evolución prolongada y disfunción sebofibrosa.
Clínica: blefaritis, ojo seco, sensación de arenilla, queratitis punteada.
Mecanismo: inflamación de las glándulas de Meibomio (IL-1β, MMP-9) → alteración de la película lagrimal.
⚠️ Debe tratarse precozmente para evitar daño corneal irreversible.
Combinación de los anteriores, generalmente con predominio eritematotelangiectásico.
💡 El 70 % de los pacientes presentan más de un fenotipo simultáneamente.
El tratamiento debe ser fisiopatológico, sinérgico y progresivo, adaptándose al fenotipo y la severidad.
Diana: inflamación perifolicular, reducción de Demodex y restauración de la barrera.
Terapia tópica base:
Metronidazol 0,75–1 % → antiinflamatorio, antioxidante, modulador de neutrófilos.
Ivermectina 1 % → acaricida y modulador de TLR2/LL-37; reduce densidad de Demodex.
Ácido azelaico 15 % → inhibe IL-1β y TNF-α, mejora eritema y pápulas, normaliza microbiota.
Duración: 12–16 semanas → luego 3 noches/semana como mantenimiento.
Soporte:
Limpiador syndet pH 5,5.
Hidratante calmante (niacinamida, pantenol, avenantramidas, ceramidas).
SPF 50+ físico con óxidos de hierro.
🐚 Perla clínica:
El control tópico temprano corta la cascada inflamatoria antes de que se cronifique el eje neurovascular.
Diana: inflamación dérmica persistente y disbiosis microvascular.
Antiinflamatorios sistémicos (subantibióticos):
Doxiciclina 40 mg/día (liberación modificada) × 12–16 semanas.
Inhibe MMP-9, IL-1β, TNF-α.
Sin efecto antibiótico significativo → bajo riesgo de resistencia.
Alternativas:
Minociclina 45 mg/día (liberación prolongada).
Azitromicina 500 mg/3 días por semana (si intolerancia digestiva).
Metronidazol 250 mg/12 h × 6–8 semanas (en rosácea mixta con Demodex).
💬 El objetivo no es erradicar flora, sino apagar la inflamación dérmica sin alterar el microbioma.
Diana: hiperreactividad vasomotora y disfunción neurovascular.
A. Vasomoduladores tópicos (efecto inmediato)
Brimonidina 0,33 % gel: agonista α₂ → vasoconstricción rápida (30–60 min).
Duración: 8–12 h.
Rebote en 5–10 % → aplicar capa fina e hidratante previo.
Oximetazolina 1 % crema: agonista α₁A/α₂ → vasoconstricción sostenida y menor rebote.
Duración: hasta 12 h; efecto estable con uso continuo.
💡 Brimonidina apaga el rubor; oximetazolina mantiene la calma vascular.
B. Fármacos sistémicos vasomoduladores (off-label, supervisión dermatológica)
1️⃣ Betabloqueantes (propranolol / carvedilol)
Propranolol: 10–20 mg VO 2×/día.
Carvedilol: 6,25 mg VO 1–2×/día (efecto más prolongado).
Reducen descarga simpática y frecuencia de flushing.
Precauciones: hipotensión, bradicardia, asma.
2️⃣ Clonidina 0,05–0,1 mg VO 2×/día
Agonista α₂ central: suprime el tono vasomotor simpático.
Útil en flushing paroxístico o emocional.
Efectos: somnolencia, hipotensión.
💬 Carvedilol y clonidina son los “moderadores vasomotores” del flushing persistente.
C. Reguladores del eje límbico y emocional (ISRS / neuromoduladores)
Paroxetina (ISRS):
Mecanismo: inhibe la recaptación de serotonina → regula hiperreactividad emocional y simpática facial.
Dosis: iniciar con 5–10 mg/día × 1 sem → aumentar a 10–20 mg/día.
Respuesta: 2–4 semanas; mantenimiento 3–6 meses.
Evidencia: series clínicas → reducción del 40–60 % en frecuencia de flushing y sensación de ardor.
Ideal: pacientes con flushing emocional, rubor social o componente ansioso facial.
Efectos secundarios: somnolencia, disminución libido; mínimos con dosis bajas.
Retirada: progresiva (−5 mg cada 2 sem).
💡 La paroxetina “silencia” el rubor emocional actuando sobre el circuito amígdala–vasomotor.
Otras opciones:
Sertralina (25–50 mg/día) o escitalopram (10–20 mg/día): perfiles más neutros.
Venlafaxina (37,5–75 mg/día): flushing mixto (emocional + térmico).
Gabapentina (100–300 mg noche): control del “burning face syndrome”.
D. Terapias físicas (efecto vascular duradero)
Luz pulsada intensa (IPL): 3–5 sesiones, intervalo 4–6 semanas → mejora eritema y sensibilidad.
Láser PDL (595 nm): telangiectasias finas y eritema difuso.
Nd:YAG (1064 nm): vasos profundos o rinofima vascularizada.
KTP (532 nm): vasos finos superficiales en mejillas y nariz.
💬 El láser no solo borra vasos: recalibra la reactividad vascular.
Diana: fibrosis dérmica progresiva y remodelado sebofibroso.
Fármacos:
Isotretinoína oral baja dosis (0,1–0,3 mg/kg/día × 6–8 meses).
Reduce sebo, fibroplasia y angiogénesis dérmica.
Monitorizar: perfil lipídico y hepático mensual.
Procedimientos:
Láser ablativo CO₂ / Er:YAG o electrocirugía.
Cirugía reconstructiva si deformidad avanzada.
Terapias emergentes:
Antagonistas IL-17C, bloqueadores TRPV1 y CGRP.
En estudio para eritema refractario y neuroinflamación.
🐚 Perla clínica:
La rosácea fimatosa es una cicatriz vascular crónica: isotretinoína baja dosis y láser ablativo son su binomio lógico.
Evitar desencadenantes: calor, alcohol, picante, estrés, viento, radiación UV.
Rutina dermocosmética:
Limpiadores suaves sin sulfatos.
Hidratantes calmantes: niacinamida, pantenol, ceramidas, avenantramidas.
Evitar: alcohol, mentol, retinoides agresivos, fragancias, exfoliantes.
Mantenimiento farmacológico:
Ivermectina o ácido azelaico 2–3 noches/sem.
Revisiones trimestrales (3–4 meses).
Fotoprotección estricta diaria.
💬 La piel con rosácea se rehabilita, no se endurece: constancia, suavidad y protección.
TLR2 + LL-37: núcleo inflamatorio que perpetúa angiogénesis y disbiosis.
IL-17C / MMP-9: eje remodelador dérmico.
TRPV1 / CGRP: responsables del flushing y el burning facial.
Barrera epidérmica alterada: pérdida de ceramidas y aumento TEWL → hiperreactividad.
Microbiota: Demodex folliculorum y S. epidermidis modulan inflamación innata.
💡 Rosácea = inflamación sensorial + respuesta vascular + barrera permeable.
La rosácea es una enfermedad neurovascular con expresión cutánea.
El tratamiento debe modular el sistema nervioso periférico y central, restaurar la barrera y controlar la inflamación sin destruir la microbiota.
Pilares del control sostenido:
1️⃣ Tópicos antiinflamatorios y anti-Demodex.
2️⃣ Doxiciclina subinflamatoria.
3️⃣ Vasomoduladores tópicos y neuromoduladores (paroxetina, betabloqueantes).
4️⃣ Láser / IPL en eritema persistente.
5️⃣ Rehabilitación de barrera y educación del paciente.
💡 Idea-fuerza final:
El tratamiento exitoso de la rosácea no busca una piel sin color, sino una piel sin miedo: tolerante, estable y emocionalmente tranquila.