El lenguaje de la piel en crecimiento: patrones benignos, dinámicos y llenos de matices que cambian con la edad.
La piel infantil es una arquitectura en desarrollo.
Los melanocitos, queratinocitos y vasos cutáneos no han alcanzado su madurez estructural, por eso la dermatoscopia en pediatría no debe interpretarse con las reglas del adulto.
Las lesiones benignas pueden parecer inquietantes, las pigmentadas cambian rápido y lo que en un adulto sería alarmante (asimetría, glóbulos periféricos, policromía leve) en un niño puede ser solo crecimiento normal.
Clave:
👉 En pediatría, el contexto biológico es más importante que el patrón perfecto.
Los congénitos son mosaicos en expansión, no lesiones estáticas.
Su dermatoscopia es tan polimorfa como su genética.
Patrón mixto (reticular + globular + homogéneo)
Glóbulos grandes periféricos → crecimiento
Estructura simétrica en 360°
Pelo terminal dentro de la lesión (signo de benignidad)
Perla:
Los glóbulos periféricos no son malignos en niños: son un marcador de maduración ordenada.
Fase globular: nevus joven, simétrico, marrón claro.
Fase reticular: maduración; el pigmento migra basalmente.
Fase homogénea o mixta: estabilización.
Simetría global
Color uniforme (marrón-rojizo)
Borde regular
Glóbulos homogéneos
Aumento proporcional al crecimiento del niño
Aparición de nuevos nevus en brotes (típico pubertad)
Polimorfismo leve pero simétrico
Perla:
El nevus infantil nunca es estático: el cambio ordenado es su lenguaje normal.
El Spitz es el “falso melanoma” del niño.
Rápido, pigmentado o amelanótico, pero perfectamente simétrico.
Proyecciones radiales en 360° → melanocitos activos en periferia.
Marrón, rojo o negro uniforme.
Aunque el patrón sea intenso.
Las proyecciones desaparecen y la lesión se aclara.
Perla:
En adultos, el Starburst preocupa;
en niños, tranquiliza.
Efecto Tyndall puro por melanina dérmica profunda.
Perla:
En el nevus azul verdadero, el color es lo único caótico; la estructura, nunca.
Patrón lacunar → lagunas rojas homogéneas.
Fase proliferativa: tonos rojos brillantes, vasos densos.
Fase involutiva: color azulado, lagunas espaciadas.
Rosa / violáceo uniforme
Sin estructuras internas
No desaparecen con presión
Perla:
Las lagunas separadas = hemangioma;
el fondo homogéneo = malformación capilar.
Tapón blanco central
Vasos en corona (siempre regulares)
Puntos rojos / negros
Interrupción de dermatoglifos
Superficie rugosa
Delta negro muy visible por piel fina
Túneles lineales cortos
Perla:
En pediatría, las infecciones producen signos más definidos y fáciles de captar que en adultos.
Vasos puntiformes irregulares
Escama amarillenta
Rosado parcheado
Vasos puntiformes regulares
Fondo rojo-salmón
Escama blanca fina
Patrón lineal / agrupado de puntos blancos y marrones
Fondo uniforme
Perla:
En niños, las dermatosis inflamatorias son más “luminosas”: la dermatoscopia se vuelve didáctica.
Áreas blanco-azuladas irregulares (calcificación + queratina)
Vasos lineales irregulares
Halo eritematoso
Amarillo-anaranjado característico (“sunset sign”)
Vasos periféricos finos
Punto blanco central + red periférica fina
Igual que en adultos.
Perla:
En pediatría, el color naranja o amarillo casi siempre es benigno.
¿Lesión pigmentada?
Simétrica, glóbulos homogéneos, evolución ordenada → Nevus en crecimiento.
Starburst perfecto → Spitz benigno.
Azul homogéneo → Nevus azul.
Gris / multicomponente → sospechar melanoma (raro, pero real).
¿Lesión vascular?
Lagunas separadas → hemangioma.
Fondo homogéneo → malformación capilar.
¿Infecciosa?
Delta negro → sarna.
Tapón blanco + corona → molusco.
Puntos negros + dermatoglifos rotos → verruga.
¿Inflamatoria?
Regular → psoriasis.
Irregular / amarilla → eccema.
Blanca / lineal → liquen.
¿Tumoral?
Blanco-azul calcificado → pilomatricoma.
Amarillo-anaranjado → xantogranuloma.
Los nevus pediátricos son dinámicos, no caóticos.
El Spitz clásico es simétrico hasta la obsesión.
En niños, la presencia de gris o velo azul-blanco sí preocupa.
El molusco con vasos en corona nunca es maligno.
El pilomatricoma es el único tumor infantil que parece maligno pero no lo es.
Los colores vivos (rojo, naranja, amarillo) son aliados; los grises, enemigos.
Nunca aplicar algoritmos de adulto a menores de 12 años.