Los quistes cutáneos parecen simples, pero son uno de los grupos diagnósticos más engañosos de la dermatología. Bajo el término “quiste” se esconden lesiones foliculares, apocrinas, ecrinas, sebáceas, pseudoquistes degenerativos y fístulas de origen profundo.
La clave no es la apariencia externa, sino su origen epitelial, el contenido, la localización y la dinámica clínica.
Los quistes verdaderos están revestidos por epitelio y pueden originarse de:
Infundíbulo folicular → quiste epidérmico
Istmo folicular → quiste tricolémico
Conducto sebáceo → esteatocistoma
Glándula apocrina → cistoadenoma apocrino
Ecrinas → hidrocistoma
Otros “quistes” no tienen epitelio → mucoso digital (degenerativo), ganglión, pseudocavidades.
Las fístulas son conductos epitelizados que comunican con focos inflamatorios profundos, especialmente abscesos dentales.
Nódulo subcutáneo firme o móvil
Lesión quística con punto central
Lesión translúcida o que transilumina
Quiste que crece o cambia
Quiste doloroso o inflamado agudamente
Drenaje de queratina o material gelatinoso
Lesión quística en cuero cabelludo sin punto visible
Quiste periungueal con surco ungueal
Abertura cutánea con drenaje purulento en región mandibular
Lesión congénita en línea media o periorbitaria
Nódulo móvil color piel, con punto folicular.
Contenido: queratina fétida.
Localización: cara, cuello, tronco, escroto.
Retención de queratina del infundíbulo folicular; puede originarse por trauma o inflamación foliculítica (acné).
Expresión de queratina confirma diagnóstico.
Inflamación aguda tras rotura → reacción de cuerpo extraño, no infección.
Extirpación completa del saco.
Alternativa: incisión + enucleación (más técnica, cicatriz menor).
Triamcinolona IL 2–5 mg/ml en quistes inflamados o rotos.
Carcinoma epidermoide sobre quiste de larga evolución (raro).
Confusión con absceso → antibióticos no indicados salvo infección real.
Nódulo firme, móvil, sin punto central.
Predominio absoluto en cuero cabelludo.
Puede causar alopecia por presión.
Origen en el istmo folicular; queratina compacta muy resistente → fácil enucleación.
Localización + firmeza + ausencia de punto = diagnóstico clínico muy fiable.
Extirpación sencilla, paredes gruesas.
Extirpar lesiones muy grandes o en crecimiento para excluir proliferación maligna.
Tumor tricolémico proliferante (infrecuente).
Quistes múltiples en tórax anterior, cuello, cuero cabelludo.
Superficie lisa, color piel o amarillento.
A veces translúcidos azulados.
Salida de líquido aceitoso (sebo) al puncionar.
Quiste derivado del conducto sebáceo; puede ser esporádico o hereditario (AD).
Asociado a paquioniquia congénita.
Contenido amarillento aceitoso (no fétido).
Múltiples quistes → pensar en componente genético.
Escisión o drenaje estético.
Isotretinoína → reducción parcial del tamaño.
Recidivas habituales.
Pápula/quiste translúcido, depresible, en borde palpebral o zona periocular.
Único o múltiples.
A veces matiz azulado.
Derivado de glándulas apocrinas (glándulas de Moll).
Transiluminación positiva.
Salida de líquido acuoso al incidirlo.
Diferencial con CBC transparente.
Afeitado o escisión superficial.
Láser CO₂ como alternativa.
Crecimiento lento: pueden confundirse con tumores anexiales.
Pápula translúcida o color piel sobre articulación interfalángica distal.
Puede causar surco longitudinal en la uña.
Contenido: gel de ácido hialurónico.
Degenerativo: conexión con articulación en contexto de artrosis o microtrauma crónico.
Transiluminación
Punción → gel viscoso transparente
Característico en personas mayores
Escisión + cierre de conexión articular = más eficaz.
Alternativas: punción repetida, triamcinolona, fenol, láser CO₂.
Introducción accidental de infección articular.
Abertura en piel mandibular/submentoniana con drenaje purulento intermitente.
Induración leve alrededor.
Asociada a caries, endodoncia deficiente o infección apical.
Absceso periapical que erosiona tejidos blandos hasta drenar por la piel.
Inspección dental → caries o prótesis/implantes infectados.
Radiología panorámica → absceso apical.
Tratamiento dental (endodoncia/extracción), imprescindible.
Antibióticos si infección sistémica o inmunodepresión.
Resolución completa tras abordar el origen dental.
Diagnóstico erróneo como quiste cutáneo → tratamientos inútiles.
Persistencia si no se aborda el foco dentario.
Punto central = quiste epidérmico (hasta que se demuestre lo contrario).
Quiste en cuero cabelludo sin punto → casi siempre tricolémico.
Quiste translúcido en párpado → pensar en apocrino.
Lesión periungueal con surco ungueal = mucoso digital.
Lesiones múltiples amarillentas y lisas en tórax = esteatocistomas.
Lesión quística mandibular que drena = origen dental, no cutáneo.
La inflamación intensa tras rotura de un quiste epidérmico NO es infección.
Los quistes congénitos en línea media craneal o cervical requieren descartar conexiones profundas.
Biopsiar por afeitado quistes con sospecha de origen profundo.
Administrar antibióticos en quiste epidérmico inflamado sin infección real.
Confundir granuloma piógeno o CBC transparente con cistoadenoma apocrino.
Tratar fístulas odontógenas con cirugía cutánea sin resolver el foco dentario.
Intentar extirpar quistes dermoides congénitos sin estudio previo (riesgo SNC).
Punto central → quiste epidérmico.
Cuero cabelludo sin punto → tricolémico.
Tórax con múltiples quistes lisos → esteatocistoma.
Párpado translúcido → apocrino.
Periungueal translúcido con surco → mucoso digital.
Mandíbula/submentón con drenaje → fístula dental.