La biología de los patógenos capturada en tiempo real: parásitos visibles, hongos que fragmentan pelos y virus que organizan lo caótico.
Las infecciones no solo cambian la epidermis:
alteran la forma en que la piel refleja la luz.
Patógenos, queratina, inflamación y exudado crean combinaciones únicas que la dermatoscopia detecta al instante.
En dermatoscopia, lo infeccioso tiene tres pilares:
Estructuras intralesionales específicas (parásitos, perlas, cuerpos centrales)
Cambios epidérmicos distintivos (tapones, roturas, cavidades)
Patrones vasculares reactivos, nunca polimorfos como en el melanoma
Este bloque es el más “microscópico” de toda la guía: un laboratorio vivo sin portaobjetos.
La sarna es la joya de la entomodermatoscopia.
Su dermatoscopia muestra al ácaro, su túnel, y sus excrementos.
Una pequeña cuña negra en uno de los extremos del túnel.
Es la cabeza/parte anterior del ácaro → diagnóstico definitivo.
Líneas blancas-grisáceas onduladas que representan el trayecto excavado.
Depósitos fecales del ácaro.
Interdigital, muñecas, cintura, genitales.
Perla clínica:
Si ves el delta → diagnóstico hecho.
Es el equivalente dermatoscópico a ver un tumor con nidos basaloides: no hay duda.
La dermatoscopia convierte el peinado en una prueba de imagen.
Forma ovoide
Color marrón/translúcido
Base adherida a tallo
“Operculum” visible
Blancas
Más alejadas del cuero cabelludo
A menudo visibles moviéndose si se ilumina adecuadamente.
Perla:
Las liendres vivas están siempre a <6 mm del cuero cabelludo (zona cálida).
Ya la mencionamos en inflamatorias, pero aquí la llevamos al microscopio:
Filamentos blancos que sobresalen de los folículos:
columna de queratina + ácaro.
Presentan un punto blanco central.
Inflamación reactiva.
La tiña es uno de los diagnósticos más espectaculares en dermatoscopia.
Pelos con bandas blancas → fracturas sucesivas del tallo.
El hongo rompe la corteza de forma irregular → el pelo se quiebra ópticamente.
De diferentes longitudes.
Restos de pelos destruidos → muy sugestivos de tiña de cuero cabelludo.
Un “collarete” blanco alrededor del folículo.
Perla mayor:
Si ves Morse code + puntos negros → tiña hasta demostrar lo contrario.
Húmedo.
Pequeñas fisuras en la humedad.
Pústulas pequeñas alrededor de lesión principal.
Perla:
Todo bermejo y húmedo + satélites = Candida.
El “cráter”.
Dispuestos perfectamente alrededor.
Debido a la proliferación intradérmica del virus.
La claridad óptica ayuda.
Clásicas, pero que siempre vale la pena recordar.
Capilares trombosados.
Clave diagnóstica.
Por hiperqueratosis lobular.
Brillantes, densas.
Perla:
La foliculitis es siempre foliculocéntrica; nada la imita.
La dermatoscopia ayuda cuando el cuadro es atípico.
Vasos lineales ramificados (“little rivers”)
Vesículas agrupadas
Fondo rojizo
“Globules inside vessels”
(se ve como material intravascular oscuro → muy característico)
Hiperemia difusa
Vesículas tensas
Perla mayor:
Este hallazgo (“globules inside vessels”) es una de las señales dermatoscópicas más específicas de zóster precoz.
¿Ves un parásito / túnel / delta negro?
→ Sarna.
¿Estructuras adheridas al pelo en <6 mm del cuero cabelludo?
→ Pediculosis.
¿Pelos rotos + Morse code + puntos negros?
→ Tiña.
¿Tapón central + corona vascular?
→ Molusco.
¿Sangrados puntiformes + interrupción de dermatoglifos?
→ Verruga.
¿Satélites + humedad + fisuras?
→ Candida.
¿Pústula foliculocéntrica?
→ Foliculitis.
¿Lagunas?
→ Angioma / angioqueratoma (descartar simuladores infecciosos).
¿Globules inside vessels?
→ Herpes zóster muy temprano.
La tiña es la infección que más se beneficia de la dermatoscopia: ahorra cultivos innecesarios.
El delta negro es uno de los signos dermatoscópicos más específicos de toda la dermatología.
El molusco tiene una geometría que ningún otro virus replica.
En foliculitis crónica, la dermatoscopia ayuda a diferenciar malassezia, bacteriana, demodex y pseudofoliculitis.
Las verrugas plantares siempre rompen dermatoglifos; el melanoma acral nunca lo hace.
Las infecciones suelen mostrar patrones simples, no caos multiestructural (que es típico del melanoma).