Las infecciones bacterianas muestran un espectro que va desde el impétigo superficial hasta paniculitis necrosantes. La clave está en la profundidad del compromiso y en la arquitectura del infiltrado.
Costras serosas y paraceratosis colonizada.
Ampolloso: separación subcórnea por toxina exfoliativa → desmogleína 1.
Neutrófilos en estrato córneo, mínimamente en dermis.
Piel “barnizada”.
Afecta más a niños.
Diferenciar de pénfigo foliáceo → IFD negativa.
Ulceración dérmica.
Neutrófilos densos + colonias bacterianas.
Evolución en costras gruesas adherentes.
Infección dérmica superficial.
Linfangitis prominente.
Edema dérmico + dilatación vascular.
Infección dérmica profunda y subcutánea.
Infiltrado neutrofílico denso, disrupción del colágeno.
Puede simular paniculitis.
Necrosis epidérmica, edema dérmico masivo.
Microtrombos.
Desprendimiento epidérmico sin infiltrado prominente.
Neutrófilos en infundíbulo.
Puede progresar a forúnculo/carbunco.
Diferenciar de Malassezia foliculitis (PAS negativo).
Necrosis hemorrágica con angioinvasión bacteriana.
Hallazgo crítico en neutropénicos.
Parakeratosis mínima.
Bacterias en superficie (PAS- / Gram+).
Wood rojo coral.
Masas amarillentas adheridas al pelo.
Granulomas necrosantes + microabscesos estrellados.
Hallazgo clásico: “patrón estrellado”.
Piscirickettsia, Nocardia, Rhodococcus:
Necesidad de PAS, Gram modificado, Fite, GMS.
Hifas delgadas PAS+ en el estrato córneo.
Espongiosis perifolicular.
Pústulas superficiales características en tinea incognito.
Tinea incognito por corticoides: epidermis adelgazada + hifas abundantes.
Tinea capitis: endothrix vs ectothrix (trichophyton vs microsporum).
Pseudohifas y blastos en estrato córneo y focos dérmicos superficiales.
Microabscesos neutrofílicos.
Chorro de eosinófilos en casos crónicos.
Hifas cortas + levaduras redondeadas (“espaguetis y albóndigas”).
Mínima inflamación dérmica: el hongo manipula el sistema inmune.
Cuerpos fumagoides (“células muriformes”) en GMS.
Granulomas + fibrosis severa.
Hifas pigmentadas (dematiáceas).
Infección profunda → riesgo en inmunodeprimidos.
Hifas anchas, no septadas, ángulos rectos.
Invasión vascular masiva.
Lesión letal: diagnóstico urgente.
Levaduras intracelulares (Histoplasma).
Granulomas necrosantes (Coccidioides).
Relevancia 2024–25: aumento de casos en inmunoterapia.
Células multinucleadas en vidrio esmerilado.
Acantólisis focal.
Vesiculación intraepidérmica.
Patrón similar al VHS pero más extenso.
Necrosis queratinocitaria profunda.
Vasculitis virales en casos graves.
Cuerpos de Henderson-Patterson: masas eosinofílicas intracitoplasmáticas.
Invaginación epidérmica en forma de cráter.
Coilocitosis (halos peri-nucleares).
Papilomatosis.
Hipergranulosis.
CMV: inclusiones “ojo de búho” en endotelio y glándulas.
EBV: asociación con linfomas cutáneos.
Vesículas/ampollas con necrosis epidérmica.
Inoculación dérmica con inclusiones virales.
Cambios linfocitarios prominentes.
Túneles en estrato córneo.
Ácaros enteros, huevos, escíbalos.
Dermatitis eosinofílica lateral.
Amastigotes intracelulares (citoplasma de histiocitos).
Granulomas + necrosis.
Huevo y tórax del parásito dentro de epidermis plantar.
Reacción granulomatosa mixta.
Microfilarias en dermis profunda.
Patrones granulomatosos.
La última década ha generado nuevas firmas dermatopatológicas:
Recrudescencia de herpes zóster.
Reactivación de micobacterias.
Leishmania en inmunoterapia oncológica.
Foliculitis por Malassezia.
Dermatofitosis extensa.
Verrugas múltiples por disfunción de IFN-I.
Candidiasis mucocutánea marcada.
Brotes de tiña de difícil control.
Si hay neutrófilos que destruyen epidermis → bacteria.
Si hay necrosis queratinocitaria en vesículas → virus.
Si hay hifas en estrato córneo → dermatofito.
Si hay hifas en dermis → hongo profundo (grave).
Si hay granulomas desnudos → sarcoidosis, no infección.
Si hay amastigotes intracelulares → leishmania.
Si hay inclusiones intranucleares → virus DNA.
PAS / GMS para hongos.
Ziehl–Neelsen / Fite para micobacterias.
Warthin–Starry para Bartonella.
IHQ HSV/VVZ para duda con pénfigo.
EBER-ISH para linfomas asociados a EBV.
En dermatopatología, las infecciones no se reconocen por microbios aislados, sino por cómo la piel responde a ellos: patrones inflamatorios, destrucción tisular, reorganización del estrato córneo, necrosis, granulomas, vasculitis, hiperplasia reactiva.
Cada microorganismo reescribe temporalmente la estructura cutánea, y el patólogo, como lector experto, traduce esa arquitectura en un diagnóstico.