El reino de la epidermis hiperproliferada, el colágeno reactivo y la vasculatura ordenada: cómo reconocer el orden benigno en un universo no melanocítico.
Estas lesiones no surgen de una rebelión celular como el melanoma o el CEC.
Surgen de comportamientos cutáneos fisiológicos hiperexpresados:
hiperqueratinización → QS, verrugas
fibroplasia → dermatofibroma
proliferación vascular → angiomas
detenimiento de melanina superficial → lentigos
degeneración sebácea → quistes
La dermatoscopia revela estos procesos con un lenguaje muy distinto al melanocítico:
estructuras folliculares, fisuras, lagunas vasculares, áreas centrales blancas.
Aquí no hay red melánica verdadera.
Ese es el primer indicio.
La QS es la lesión benigna que más biopsias innecesarias genera.
Su dermatoscopia, sin embargo, es inequívoca para el ojo entrenado.
Pequeños puntos blancos/amarillentos:
inclusiones de queratina atrapada en la epidermis.
Son la “firma óptica” más útil.
Depresiones oscuras que representan invaginaciones queratósicas.
La topografía óptica de la QS.
Patrón cerebriforme:
pliegues gruesos que parecen giros cerebrales.
Pigmentación superficial y parcheada.
Delicada, periférica, avascular en el centro.
Regla clínica:
Si la lesión es rugosa, cerebriforme y llena de aperturas, es QS.
Las verrugas tienen un lenguaje distinto:
arquitectura exofítica + puntos hemorrágicos.
Una señal crucial en lesiones plantares o palmares.
Capilares trombosados → el VPH los rompe.
Proliferación epidérmica cuadriculada.
La superficie rugosa crea reflejos irregulares.
Perla:
La verruga nunca tiene red melanocítica. Nunca.
Es la lesión más estable, rígida y reconocible.
Su hallazgo más importante.
El centro fibroso refleja la luz como una cicatriz.
La epidermis se estira alrededor del nódulo dérmico.
Corresponden a hiperplasia epidérmica y fibrosis.
Al apretar → la lesión se hunde por su anclaje dérmico.
Perla mayor:
Es una lesión con centro blanco + periferia pigmentada, no al revés.
El angioma es un lago.
Y la dermatoscopia muestra lagunas.
Redondas, bien definidas.
Pueden ser múltiples.
Clave para distinguirlo de un melanoma muy pigmentado.
No hay áreas negras irregulares ni velo.
Perla:
Si ves lagunas bien separadas → es vascular, no melánico.
Aquí todo es blanco estructurado.
Como un ombligo diminuto.
La queratina refleja la luz sin pigmentación.
Por compresión.
Puntos blancos perfectos → mini-quistes.
Confusión habitual:
Puede parecer un nódulo amelanótico → clave: el punto central.
Porque los folículos interrumpen el pigmento.
No es una red verdadera.
Pigmento epidérmico superficial.
Recortados, como un mapa.
La clave frente a un melanoma lentiginoso temprano.
Perla:
Si no hay gris → es benigno en el 95 %.
Perla:
Si es pediculado y blando → no es maligno.
No son rosetas verdaderas.
Rodean el centro amarillo.
La “huella digital” del diagnóstico.
Muy sutil.
Confusión clásica:
Puede simular CBC → diferencia:
CBC tiene arboriformes; la hiperplasia sebácea no.
No suele aportar mucho.
Se diagnostican por palpación, no por dermatoscopia.
QS pigmentadas → tienen quistes y fisuras, jamás glóbulos periféricos.
Dermatofibromas pigmentados → centro blanco, melanoma no.
Cualquier lesión con lagunas → vascular → no melanoma.
Pigmento gris = señal de alarma → casi nunca benigno.
Lesiones amelanóticas → si vasos ramificados → CBC; si polimorfos → melanoma.
¿Red pigmentaria verdadera?
Sí → no estás en este bloque.
¿Quistes / fisuras?
Sí → QS.
¿Lagunas bien definidas?
Sí → angioma.
¿Centro blanco con periferia pigmentada?
Sí → dermatofibroma.
¿Puntos negros / interrupción de dermatoglifos?
Sí → verruga vírica.
¿Centro amarillo + vasos en corona?
Sí → hiperplasia sebácea.
¿Pigmento gris?
Alto riesgo → reevaluar como melanoma / CEC pigmentado.