En virtud de la Divina Voluntad por la Palabra de Jesús:  "Necesidad de Jesús de comulgarse a Sí mismo antes de darse a los demás.  Cómo debe el alma ofrecer la Comunión" - vol. 11-111

Giro de Ofrecimiento de la Santa Comunión



Amor Divino, queremos agradarte, ofreciéndote nuestra Comunión, como la ofreciste Tú, en Tu misma Humanidad para dar al Padre la gloria completa de todas las Comuniones de las criaturas, para encerrar en Ti todas las reparaciones de todos los sacrilegios, de todas las ofensas que habrías de recibir en el Sacramento. 

Tu Humanidad, encerrando la Voluntad Divina, encerraba todas las reparaciones de todos los tiempos, y recibiéndote a Ti mismo, te recibías dignamente; y como todas las obras de las criaturas fueron divinizadas por tu Humanidad, así también sellaste con tu comunión las comuniones de todos nosotros para que alcancemos La Gracia, de poder recibir a un Dios, a través de la Comunión.

Infinitas Gracias Te damos oh Jesús, porque por Tu Humanidad merecimos recibirte a Ti mismo. 

Ahora yo, hija Tuya, te recibo en tu Voluntad, me uno a tu Humanidad y así con Tu mismo Querer encierro todo; y Tu encontrarás en mí las reparaciones de todos, la retribución de todo y Tu complacencia, más bien Te encontraras otra vez a Ti mismo en mí.

 Amén

De los escritos de la S. D. Luisa PiccarretaVol. 11-111  Noviembre 13, 1915

Necesidad de Jesús de comulgarse a Sí mismo antes de darse a los demás 

Cómo debe el alma ofrecer la Comunión

 

"Después de haber recibido la Santa Comunión, pensaba para mí cómo debía ofrecerla para complacer a Jesús. Y Él, siempre benigno, me dijo:

“Hija mía, si quieres agradarme, ofrécela como la ofreció mi misma Humanidad. Yo, antes de darme en comunión a los demás, me comulgué a Mí mismo, y quise hacer esto para dar al Padre la gloria completa de todas las Comuniones de las criaturas, para encerrar en Mí todas las reparaciones de todos los sacrilegios, de todas las ofensas que habría de recibir en el Sacramento. Mi Humanidad, encerrando la Voluntad Divina, encerraba todas las reparaciones de todos los tiempos, y recibiéndome a Mí mismo, me recibía dignamente; y como todas las obras de las criaturas fueron divinizadas por mi Humanidad, así también quise sellar con mi comunión las comuniones de las criaturas; de otra manera, ¿cómo podía la criatura recibir a un Dios? Fue mi Humanidad la que abrió esta puerta a las criaturas y les mereció recibirme a Mí mismo. Ahora tú hija mía, recíbela en mi Voluntad, únete a mi Humanidad y así encerrarás todo y Yo encontraré en ti las reparaciones de todos, la retribución de todo y mi complacencia, más bien encontraré otra vez a Mí mismo en ti”.

Para volver a la Hora de la Pasión:  La Cena Legal:  Hora 4    8 a 9 p.m.

indice:  Ofrecimientos

Indice:  Oraciones