Me Fundo en Ti, 

Espíritu Santo

Esta Oración para Fundirnos en el Espíritu Santificador es en virtud de la Palabra de Jesús del vol. 17, cap. 43 (5)

Giro con Reparación al Espíritu Santo

AUDIO


Me Fundo en Ti, Espíritu Santo



    Me fundo en el orden de tu Gracia, en todo lo que has hecho y harás en nosotros los santificantes. 

    ¡Ven Divino Espíritu!, haz desahogo de Tu obra en el Fiat Voluntas Tua!  Danos pronto a conocer Vuestra Voluntad, Vuestro primer acto de su Santificación completa, el cual es la Divina Voluntad! 

      Vengo ante ti Suprema Majestad, para dar la correspondencia de amor al Espíritu Santificador a nombre de todos los santificantes, entro en el orden de Tu gracia para poder darte Amor, Honor y Gloria como si todos fuéramos santos, reparo por todas las oposiciones e incorrespondencias a los actos de Tu gracia haciendo mío Tu dolor, Tus gemidos inenarrables secretos, Tus suspiros angustiosos ocultos en el fondo de los corazones. Por el dolor que te damos, perdón Espíritu Santificador. 


¡Ven Divino Espíritu en mí!, haz desahogo de Tu obra en el Fiat Voluntas Tua. Fiat!

Estamos en la Era del Tercer Fiat!

La Era Celestial y Trina de la Divina Voluntad


Oremos al Espíritu Santo por Este Pentecostés Divino



En tu Divino Querer, unidos a Nuestra Madre María, y a Luisa, la pequeña hija de la Divina Voluntad, en el Cenáculo del Monte Sión (1era. Iglesia Cristiana), oramos por la Gran Efusión de Ti, Espíritu Santo, para un Segundo Pentecostés para toda la humanidad, que se extienda el Reino de Tu Divina Voluntad y triunfe en todos la Era del Tercer Fiat!

⚜️Para el Don de Temor a Dios

De los escritos de la S. D. Luisa PiccarretaVol. 1 (251-257)


“Ya que tanto te disgusta haberme ofendido..."



(251) Ahora, regresando Jesús le decía: “Amado, mi Jesús, dame el dolor de mis pecados, así, mis pecados consumidos por el dolor, por el arrepentimiento de haberte ofendido, pueden ser borrados de mi alma y también de tu memoria, sí, dame tanto dolor por cuanto he osado ofenderte. Más bien haz que el dolor supere esto, así podré estrecharme más íntimamente Contigo”. 

(252) Recuerdo que una vez mientras estaba diciendo esto, mi siempre benigno Jesús me dijo: 

(253) “Ya que tanto te disgusta haberme ofendido, quiero Yo mismo disponerte a hacerte sentir el dolor de tus pecados, y así veas cuán feo es el pecado, y qué acerbo dolor sufrió mi corazón. Por eso di junto Conmigo: “Si paso el mar, en el mar Tú estás, aunque no te veo; piso la tierra y estás bajo mis pies, pequé”. 

(254) Luego Jesús, en voz baja agregó casi llorando: 

(255) “Sin embargo te amé, y al mismo tiempo te conservé”. 

(256) Mientras Jesús decía esto y yo lo repetía junto con Él, fui sorprendida por tal dolor por las ofensas hechas que caí rostro a tierra, y Jesús desapareció. 

(257) Pocas fueron las palabras, pero yo entendí tantas cosas que es imposible decir todo lo que comprendí. En las primeras palabras comprendí la inmensidad, la grandeza, la presencia de Dios en cada cosa presente, sin que pueda escapar de Él ni siquiera la sombra de nuestro pensamiento, comprendí también mi nada en comparación de una Majestad tan grande y santa. En la palabra “pequé”, comprendía la fealdad del pecado, la malicia, la osadía que yo había tenido al ofenderlo. Ahora, mientras mi alma estaba considerando esto, al oír decir a Jesucristo: “Y sin embargo te amé y al mismo tiempo te conservé”. Mi corazón fue tomado por tal dolor que me sentía morir, porque comprendía el amor inmenso que el Señor me tenía en el acto mismo en que yo buscaba ofenderlo, y aun matarlo. ¡Ah Señor, cómo has sido bueno conmigo, y yo siempre ingrata y tan mala aún.

Fiat Divina Voluntad🕊️

Pequeñas notas referente a:


El Don de Temor de Dios


Conocerle, Amarle y Respetarle.

Temamos ofender al que más nos ha amado.


Todo debe partir de mí mismo.  

Si no conozco a Dios, no podré amarle con su Mismo Amor Divino, no podré vivir de manera natural en respeto Divino, en temor de faltarle a Dios, en Santa obediencia, no podré entender la importancia eterna para mi alma, de querer vivir desde ahora, el Cielo en la tierra de mi alma. 

Debo leer y conocer de Jesús en su Divina Voluntad para poder junto a Dios, rehacer mi caminar en Su caminar Divino.


Proverbios 1, 7

7. El temor de Yahveh es el principio de la ciencia; los necios desprecian la sabiduría y la instrucción. 


Lucas 22:42  

" 42.diciendo: «Padre, si quieres, aparta de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya.»"

Ser sumiso a Dios.


Proverbios, 16

con el temor de Yahveh se evita el mal.

1.Al hombre, los planes del corazón; pero de Yahveh, la respuesta.

2.Al hombre le parecen puros todos sus caminos, pero Yahveh pondera los espíritus.

3.Encomienda tus obras a Yahveh y tus proyectos se llevarán a cabo.

4.Todas las obras de Yahveh tienen su propio fin, hasta el malvado, para el día del mal

5.Yahveh abomina al de corazón altivo, de cierto no quedará impune.

6.Con amor y lealtad se expía la falta; con el temor de Yahveh se evita el mal.

7.Cuando Yahveh se complace en la conducta de un hombre. hasta a sus enemigos los reconcilia con él.


II Corintios 5

conociendo el temor del Señor

8.Estamos, pues, llenos de buen ánimo y preferimos salir de este cuerpo para vivir con el Señor.

9.Por eso, bien en nuestro cuerpo, bien fuera de él, nos afanamos por agradarle.

10.Porque es necesario que todos nosotros seamos puestos al descubierto ante el tribunal de Cristo, para que cada cual reciba conforme a lo que hizo durante su vida mortal, el bien o el mal.

11.Por tanto, conociendo el temor del Señor, tratamos de persuadir a los hombres, pues ante Dios estamos al descubierto, como espero que ante vuestras conciencias también estemos al descubierto.

Ven Espíritu Creador

Rezada a diario por S. Juan Pablo II

 

Ven, Espíritu Creador,

visita las almas de tus fíeles

y llena de la divina gracia los corazones,

que Tú mismo creaste.

Tú eres nuestro Consolador,

don de Dios Altísimo,

fuente viva, fuego,

caridad y espiritual unción.

Tú derramas sobre nosotros los siete dones;

Tú, el dedo de la mano de Dios;

Tú, el prometido del Padre;

Tú, que pones en nuestros labios

los tesoros de tu palabra.

Enciende con tu luz nuestros sentidos;

infunde tu amor en nuestros corazones;

y, con tu perpetuo auxilio,

fortalece nuestra débil carne,

aleja de nosotros al enemigo,

danos pronto la paz,

sé Tú mismo nuestro guía,

y puestos bajo tu dirección,

evitaremos todo lo nocivo.

Por Ti conozcamos al Padre,

y también al Hijo;

y que en Ti,

Espíritu de entrambos,

creamos en todo tiempo.,

Gloria a Dios Padre,

y al Hijo que resucitó,

y al Espíritu Consolador,

por los siglos infinitos.

Amén.

V. Envía tu Espíritu y serán creados.

R. Y renovarás la faz de la tierra.

Oremos. Oh Dios, que has iluminado los corazones de tus hijos con la luz del Espíritu Santo;

haznos dóciles a tu Espíritu para gustar siempre el bien y gozar de su consuelo.

Por Jesucristo Nuestro Señor.

R. Amén. 


En Enero de 1980, Juan Pablo II, hablando a un grupo de la renovación carismática dijo: Yo desde pequeño aprendí a rezarle al Espíritu Santo. Cuando tenía 11 años, me entristecía porque se me dificultaban mucho las matemáticas. Mi padre, me mostró en un librito el Himno '"VEN CREADOR ESPIRITU"', y me dijo: Rézalo y verás que El te ayuda a comprender. Llevo mas de 40 años rezando este himno todos los días y he sabido lo mucho que ayuda el Divino Espíritu.