AYUDA Y CORRECCIÓN DIVINA
Seamos fieles y atentos a su Palabra
AYUDA Y CORRECCIÓN DIVINA
Seamos fieles y atentos a su Palabra
Santísima Trinidad,
en tu Divina Voluntad te entregamos este tema de publicación que Tu nos ofreces, para que en nuestra atención y fidelidad a Tu Palabra, conozcamos tu Querer referente a:
Las maneras Divinas en que obras, para que alcancemos en nuestro vivir, la vida Divina.
Las ayudas necesarias que nos das, para por nosotros mismos corregirnos, uniendo nuestra voluntad y querer humano a Tu Voluntad y Querer Divino.
Y, nos enseñas que por tus excesos de amor, la justicia también puede hacernos sentir las consecuencias y correcciones necesarias para volver al orden que habíamos perdido con nuestra voluntad humana.
Que los frutos obtenidos por nuestra atención a tu Ayuda y Corrección Divina, sean para dar Gloria al Padre con la vivencia en tu Don de la Divina Voluntad, por la extensión de Tu Reino y para que se haga tu Voluntad en la tierra como es en el Cielo.
En tu amor Divino, siempre!
Vol. 2-87 Octubre 25, 1899
"hiero para curarlos, los destruyo para resucitarlos"
Jesús habla de su gran amor por las criaturas
Vol. 9-35 (2) Junio 2, 1910
El alma debe morir a todo para resurgir más bella
Yo doy golpes como verdadero maestro y le ayudo a hacerle morir todo
Siempre Santa e Indivisible Trinidad, gracias te Sean dadas en Tu Voluntad por las ayudas necesarias que nos dan, para por nosotros mismos corregirnos, uniendo nuestra voluntad y querer humano a Tu Voluntad y Querer Divino. Pido, que Venga Tu Reino, que Tu Voluntad se haga como en el Cielo así en la tierra.
Esto lo hago a nombre de todas las generaciones.
Vol. 2-87 Octubre 25, 1899
"hiero para curarlos, los destruyo para resucitarlos"
Jesús habla de su gran amor por las criaturas
Mi dulcísimo Jesús continúa manifestándose casi siempre igual. Esta mañana ha agregado:
“Hija mía, es tanto el amor hacia las criaturas, que como un eco resuena en las regiones celestiales, llena la atmósfera y se difunde sobre toda la tierra.
¿Pero cuál es la correspondencia que dan las criaturas a este eco amoroso? ¡Ay! me corresponden con un eco de ingratitud, venenoso, lleno de todo tipo de amarguras y de pecados, con un eco casi asesino, apto sólo para herirme. Pero yo despoblaré la faz de la tierra, a fin de que este eco lleno de veneno no aturda más mis oídos”.
Y yo: “¡Ah! Señor, ¿qué dices?”
Y Jesús: “Yo no hago más que como un médico piadoso, que tiene los remedios extremos para sus hijos, y estos hijos están llenos de llagas, ¿qué hace este padre y médico que ama a sus hijos más que la propia vida? ¿Dejará que se gangrenen estas llagas? ¿Los dejará morir por temor de que aplicando el fuego y los instrumentos ellos sufran? ¡No, jamás! Aunque sentirá como si sobre él se aplicaran tales instrumentos, con todo y esto tomará los instrumentos, desgarra y corta las carnes, aplica el remedio, el fuego, para impedir que la corrupción avance más. Si bien muchas veces sucede que en estas operaciones los pobres hijos se mueren, pero no era esta la voluntad del padre médico, sino que su voluntad es verlos curados.
Así soy Yo, hiero para curarlos, los destruyo para resucitarlos.
Que muchos perezcan, no es esa mi Voluntad, esto es efecto de su malvada y obstinada voluntad, es efecto de este eco venenoso que, hasta no verse destruidos, quieren enviármelo”.
Y yo: “Dime, mi único Bien, ¿cómo podría endulzarte este eco venenoso que tanto te aflige?”
Y Él: “El único medio es
que tú hagas siempre todas tu obras con la sola finalidad de agradarme
y que uses todos tus sentidos y potencias con la finalidad de amarme y glorificarme.
Haz que cada pensamiento tuyo, palabra y todo lo demás, no quiera otra cosa que el amor que tienes hacia Mí,
así tu eco subirá agradable a mi trono y endulzará mi oído”.
Nos enseñas que por tus excesos de amor, la justicia también puede hacernos sentir las consecuencias y correcciones necesarias para volver al orden que habíamos perdido con nuestra voluntad humana...
Vol. 9-35 (2) Junio 2, 1910
El alma debe morir a todo para resurgir más bella
Yo doy golpes como verdadero maestro y le ayudo a hacerle morir todo
"... La semilla es puesta bajo tierra, como sepultada para hacerla morir, y en efecto muere, hasta pulverizarse, y después resurge más bella, es más, multiplicada, y así de todo lo demás; y si esto es en el orden natural, mucho más en el orden espiritual el alma debe estar sujeta a estas muertes y a estos resurgimientos, porque mientras parece que sobre de todo ha triunfado y abunda de fervor, de gracia, de unión Conmigo, de virtudes, y parece que en todo ha adquirido tantas nuevas vidas, Yo me oculto y parece que todo le muere en torno; Yo doy golpes como verdadero maestro y le ayudo a hacerle morir todo, y cuando me parece que todo le ha muerto, Yo, como sol, salgo, me develo y Conmigo todo resurge más bello, más vigoroso, más fiel, más reconociente, más humilde, de modo que si había alguna cosa de humano, la muerte lo ha destruido y hace resurgir todo a nueva vida”.