"Mis palabras están llenas de verdad y de luz, y llevan consigo la sustancia y la virtud de trasmutar al alma en la misma verdad"

De los escritos de la S. D. Luisa PiccarretaVol. 14, cap. 10 (2) marzo 7, 1922

“Hija mía, mis palabras están llenas de verdad y de luz, y llevan consigo la sustancia y la virtud de trasmutar al alma en la misma verdad, en la misma luz y en el mismo bien que contienen,

Mira, creé el cielo y podía bastar él solo, pero no, lo quise adornar de estrellas, casi cubriéndolo de belleza para hacer que el ojo humano pudiera gozar más de las obras de su Creador; creé la tierra y la adorné con tantas plantas y flores; ninguna cosa creé que no tuviera su ornamento, y si esto es en el orden de las cosas creadas,

mucho más en mis verdades que tienen su sede en mi Divinidad, que mientras parece que llegan al alma, son como rayos solares que mientras tocan y calientan la tierra, pero jamás se separan del centro del sol, y el alma queda tan enamorada de mis verdades que le resulta casi imposible, aun a costa de la propia vida, el no poner en práctica la verdad que ha conocido.

En cambio cuando es el enemigo o especulaciones de la fantasía quienes quieren hablar de verdad, no llevan ni luz ni sustancia, ni belleza, ni aliciente, son verdades vacías, sin vida, y el alma no siente la gracia de sacrificarse para practicarlas, pero las verdades que te dice tu Jesús están llenas de vida y de todo lo que mis verdades contienen, ¿por qué dudas?”

Fiat