Vol. 4-174 (4) Enero 13, 1903

Ve a la Santísima Trinidad. Males de las adulaciones



"... poco después volvió el bendito Jesús con el rostro cubierto de escupitinas y de fango, y me ha dicho:

“Hija mía, las alabanzas, las adulaciones, son escupitinas y fango que ensucian y enlodan al alma y ciegan la mente, para no dejarle conocer quién verdaderamente es ella, especialmente si no parten de la verdad, porque si parten de la verdad y la persona es digna de alabanzas, conociendo la verdad me dará a Mí la Gloria, pero si parten de la falsedad, empujan a tal exceso al alma, que se confirma mayormente en el mal”.