Germen de la Fecundidad Divina

"Mi Mamá Celestial pudo concebirme a Mí, Verbo Eterno, en su seno purísimo,

porque hizo la Voluntad de Dios como la hacía Dios"




De los escritos de la S.D. Luisa PiccarretaVol. 19, cap. 9 marzo 31, 1926

...El alma que vive en la Divina Voluntad,

debe hacer la Voluntad de Dios como la hace Dios


Después estaba pensando en lo que Jesús me había dicho, y más que nunca veía mi pequeñez y decía entre mí: “¿Cómo puedo yo concentrar todo lo que el Querer Divino contiene? Me parece que por cuanto más dice, más pequeña me vuelvo y más incapaz me siento, entonces, ¿cómo puede ser esto?” Y Jesús regresando ha agregado:

“Hija mía, tú debes saber que mi Mamá Celestial pudo concebirme a Mí, Verbo Eterno, en su seno purísimo,

porque hizo la Voluntad de Dios como la hacía Dios.

Todas las demás prerrogativas que poseía, como son,

virginidad, concepción sin mancha original, santidad, mares de gracia que poseía, no eran medios suficientes para poder concebir a un Dios, porque todas estas prerrogativas

no le daban

ni la Inmensidad, ni la omnividencia para poder concebir a un Dios inmenso que todo ve, mucho menos la fecundidad para poderlo concebir; en suma,

habría faltado el germen para la fecundidad divina.

En cambio

con poseer al Supremo Querer como vida propia, y con el hacer la Voluntad de Dios como la hacía Dios,

recibió el germen de la fecundidad divina, y con ello la Inmensidad, la Omnividencia, y por eso en modo connatural me pude concebir en Ella, no me faltaba ni la Inmensidad, ni todo lo que a mi Ser pertenece.

Ahora hija mía, también para ti será como connatural la concentración de

todo lo que a mi Voluntad pertenece

si llegas a hacer la Divina Voluntad como la hace el mismo Dios.

La Voluntad de Dios en ti y aquélla que reina en Dios mismo

será una sola,

¿qué maravilla entonces si todo lo que es de Dios y que esta Voluntad rige, conserva y domina, sea también tuyo? Más bien, lo que se necesita es que conozcas lo que a Ella pertenece, a fin de que puedas amar los bienes que posees, y amándolos adquieras el derecho de posesión.


Este hacer la Voluntad de Dios

como la hace Dios,

fue el punto más alto, más substancioso, más necesario para mi Mamá para obtener al suspirado Redentor,

todas las demás prerrogativas fueron la parte superficial, la decencia, el decoro que a Ella le convenía.

Así es para ti,

si quieres obtener el suspirado Fiat


debes llegar a esto de

hacer la Voluntad de Dios como la hace Dios”


Fiat Divina Voluntad!