En ayuno, de la Gracia
En ayuno, de la Gracia
De los escritos de la S. D. Luisa PiccarretaVol. 7, cap. 59 octubre 25, 1906
La Gracia para quien la recibe es luz, y para quien no, es fuego
La Gracia para quien la recibe es luz, y para quien no, es fuego
Continuando mi habitual estado, me he encontrado fuera de mí misma, y parecía que había algunas personas que me querían crucificar, y mientras me extendían sobre la cruz veía a Nuestro Señor dentro de mí, y conforme me extendía yo, así se extendía Él, así que en mis manos estaban sus manos y el clavo traspasaba mis manos y sus manos, así que lo que sufría yo sufría Él. Era tal el dolor que esos clavos despuntados nos daban, que me sentía morir; pero que dulce morir junto con Jesús, sólo temía el no morir.
Continuando mi habitual estado, me he encontrado fuera de mí misma, y parecía que había algunas personas que me querían crucificar, y mientras me extendían sobre la cruz veía a Nuestro Señor dentro de mí, y conforme me extendía yo, así se extendía Él, así que en mis manos estaban sus manos y el clavo traspasaba mis manos y sus manos, así que lo que sufría yo sufría Él. Era tal el dolor que esos clavos despuntados nos daban, que me sentía morir; pero que dulce morir junto con Jesús, sólo temía el no morir.
Ahora, mientras esas personas se aprestaban a crucificarme los pies, Jesús ha salido de dentro de mí y se ponía frente a mí,
Ahora, mientras esas personas se aprestaban a crucificarme los pies, Jesús ha salido de dentro de mí y se ponía frente a mí,
y mis sufrimientos tomaban como forma de luz y se ponían delante al Señor como en acto de adoración,
y mis sufrimientos tomaban como forma de luz y se ponían delante al Señor como en acto de adoración,
y después de esto me ha dicho:
y después de esto me ha dicho:
“Hija mía,
“Hija mía,
la Gracia
la Gracia
para quien la recibe
para quien la recibe
es luz,
es luz,
es camino,
es camino,
es alimento,
es alimento,
es fuerza,
es fuerza,
es consuelo;
es consuelo;
para quien no la recibe,
para quien no la recibe,
además de que no encuentra luz
además de que no encuentra luz
y se siente faltar el camino bajo sus pies,
y se siente faltar el camino bajo sus pies,
como permanece en ayuno
como permanece en ayuno
queda sin fuerza,
queda sin fuerza,
y la Gracia se convierte en fuego y castigo”.
y la Gracia se convierte en fuego y castigo”.
Mientras esto decía, de su mano salía un torrente de luz que descendía sobre las criaturas, y esta luz, para quien quedaba como luz, y para quién como fuego.
Mientras esto decía, de su mano salía un torrente de luz que descendía sobre las criaturas, y esta luz, para quien quedaba como luz, y para quién como fuego.
Fiat Divina Voluntad