De los escritos de la S. D. Luisa PiccarretaVol. 12-34 Febrero 12, 1918

Las iglesias desiertas y sin ministros


“¡Ah! hija mía, cuando permita que las iglesias queden desiertas, los ministros dispersos, las misas disminuidas, significará que

los sacrificios me son ofensas, las oraciones insultos, las adoraciones irreverencias, las confesiones pasatiempos y sin fruto; por lo tanto, no encontrando más mi gloria, sino ofensas, ni el bien de ellos, no sirviéndome más los quito;

pero este arrancar los ministros de mi Santuario significa que

las cosas han llegado al punto más malo, y que la diversidad de los castigos se multiplicará. ¡Cómo es duro el hombre, cómo es duro!”