"El Distintivo de la Trinidad Sacrosanta"

"...los actos hechos en mi Querer son inseparables, pero muy distintos entre ellos, distintos en la santidad, en la belleza, en el amor, en la sabiduría; tendrán el distintivo de la Trinidad Sacrosanta, 

que mientras las Divinas Personas son distintas entre Ellas, 

son inseparables, 

una es la Voluntad, una la santidad, una la bondad y así de todo lo demás; 

así, estos actos serán inseparables y distintos, encerrarán en ellos el distintivo de la Trinidad Suprema:   

‘Una y Tres, Tres y Una’.  Es más, la poseerán como vida propia. 

Estos actos serán la más grande gloria nuestra y de todo el Cielo, al ver en ellos tantas veces multiplicada nuestra Vida Divina por cuantos actos ha hecho la criatura en nuestro Querer Divino”. ...

AUDIO


El Distintivo de la Trinidad Sacrosanta

De los escritos de la S. D. Luisa PiccarretaVol. 36-38 (1-2)  Noviembre 13, 1938 

Cómo las verdades sobre la Divina Voluntad formarán el régimen, las leyes, el ejército aguerrido. 
Los conocimientos darán los ojos para hacer poseer un bien tan grande. 
El distintivo de la Trinidad Santísima
(1) Mi vuelo en el Querer Divino continúa, no puedo hacer menos pues me sentiría como si yo misma diera muerte a mi alma. ¡El Cielo me guarde! Y además, ¿cómo podría vivir sin vida? Después pensaba entre mí en las tantas verdades que Jesús me había dicho acerca de su Divina Voluntad, y como si quisiera formar dudas y no comprendiese bien, decía entre mí: “¿Será posible que se pueda llegar a tanto viviendo en el Querer Divino?” Y mi amado Jesús sorprendiéndome, todo bondad me ha dicho: (2) “Hija mía bendita, no te maravilles, mi Voluntad tiene poder de hacer llegar a la criatura a donde quiere, siempre y cuando esté junto con Ella. Tú debes saber que su reino será formado, fundado sobre las verdades que ha manifestado; por cuantas más verdades manifiesta, tanto más suntuoso, bello, majestuoso y más sobreabundante de bienes y de alegrías será este reino. Mis verdades formarán el régimen, las leyes, el alimento, el ejército aguerrido, la defensa y la misma vida de quien vivirá en él; mis verdades tomarán cada una un oficio distinto: Quién hará de maestro, quién de padre amorosísimo, quién de madre ternísima que para no exponer al peligro a su hija la lleva en su regazo, la arrulla en sus brazos, la alimenta con su amor, la viste de luz, en suma, cada verdad será portadora de un bien especial. Mira cómo será rico el reino de mi Voluntad del que tanto estoy diciendo, y me disgusta cuando tú no estás atenta a escribir todo, porque harás faltar un bien de más, porque gozarán según conozcan; el conocimiento llevará la vida, la luz, el bien que posee. Poseer un bien sin conocerlo es casi imposible, sería como si no tuviese ojos para mirar, inteligencia para comprender, manos para obrar, pies para caminar, corazón para amar. En cambio, la primera cosa que hace el conocimiento es dar los ojos para no dejarlo ser un pobre ciego, y haciéndose mirar se hace comprender y hace desear el bien, la vida que le quiere dar; mucho más que al conocer mi verdad, ella misma se hace actora y espectadora para transmitir su vida en la criatura. Ahora, 

"...Ahora, tú debes saber que los actos hechos en mi Querer son inseparables, pero muy distintos entre ellos, distintos en la santidad, en la belleza, en el amor, en la sabiduría; 


tendrán el distintivo de la Trinidad Sacrosanta, 

que mientras las Divinas Personas son distintas entre Ellas, 

son inseparables, 

una es la Voluntad, una la santidad, una la bondad y así de todo lo demás; 

así, estos actos serán inseparables y distintos, encerrarán en ellos el distintivo de la Trinidad Suprema:   

‘Una y Tres, Tres y Una’.  Es más, la poseerán como vida propia. 

Estos actos serán la más grande gloria nuestra y de todo el Cielo, al ver en ellos tantas veces multiplicada nuestra Vida Divina por cuantos actos ha hecho la criatura en nuestro Querer Divino”. ...

Sagrada Escritura


1 Corintios 8, 6

“para nosotros, sin embargo, solo hay un Dios, el Padre, del cual proceden todas las cosas, y nosotros somos para él; y un Señor, Jesucristo, por medio del cual son todas las cosas, y nosotros por medio de él”.


Mateo 17, 2-7

“A la vista de ellos su aspecto cambió completamente: su cara brillaba como el sol y su ropa se volvió blanca como la luz.

En seguida vieron a Moisés y Elías hablando con Jesús.

Pedro tomó la palabra y dijo a Jesús: «Señor, ¡qué bueno es que estemos aquí! Si quieres, levantaré aquí tres tiendas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías.»

Estaba Pedro todavía hablando cuando una nube luminosa los cubrió con su sombra y una voz que salía de la nube dijo: «¡Este es mi Hijo, el Amado; éste es mi Elegido, escúchenlo!»

Al oír la voz, los discípulos se echaron al suelo, llenos de miedo.

Pero Jesús se acercó, los tocó y les dijo: «Levántense, no tengan miedo.»”.



Catecismo


254 

Las Personas divinas son realmente distintas entre sí. "Dios es único pero no solitario" (Fides Damasi: DS 71). "Padre", "Hijo", Espíritu Santo" no son simplemente nombres que designan modalidades del ser divino, pues son realmente distintos entre sí: "El que es el Hijo no es el Padre, y el que es el Padre no es el Hijo, ni el Espíritu Santo el que es el Padre o el Hijo" (Concilio de Toledo XI, año 675: DS 530). Son distintos entre sí por sus relaciones de origen: "El Padre es quien engendra, el Hijo quien es engendrado, y el Espíritu Santo es quien procede" (Concilio de Letrán IV, año 1215: DS 804). La Unidad divina es Trina.

255 

Las Personas divinas son relativas unas a otras. La distinción real de las Personas entre sí, porque no divide la unidad divina, reside únicamente en las relaciones que las refieren unas a otras: "En los nombres relativos de las personas, el Padre es referido al Hijo, el Hijo lo es al Padre, el Espíritu Santo lo es a los dos; sin embargo, cuando se habla de estas tres Personas considerando las relaciones se cree en una sola naturaleza o substancia" (Concilio de Toledo XI, año 675: DS 528). En efecto, "en Dios todo es uno, excepto lo que comporta relaciones opuestas" (Concilio de Florencia, año 1442: DS 1330). "A causa de esta unidad, el Padre está todo en el Hijo, todo en el Espíritu Santo; el Hijo está todo en el Padre, todo en el Espíritu Santo; el Espíritu Santo está todo en el Padre, todo en el Hijo" (Concilio de Florencia, año 1442: DS 1331).

267 

Las Personas divinas, inseparables en su ser, son también inseparables en su obrar. Pero en la única operación divina cada una manifiesta lo que le es propio en la Trinidad, sobre todo en las misiones divinas de la Encarnación del Hijo y del don del Espíritu Santo.