"No hay cosa que no te daré

si vives en mi Voluntad!"


"Me formarás en ti

mi trono de luz fulgidísima donde Yo reinaré como Rey dominante, pues en ti he formado mi reino y con toda libertad dominaré todo tu ser, aun tu respiro"







De los escritos de la S. D. Luisa PiccarretaVol. 36, cap. 11 (4-5) mayo 27, 1938

“Hija mía, cómo es bello cuando un alma ama el hacer la Divina Voluntad,

el Cielo se abaja y todos se ponen en actitud de venerar y adorar al Querer Supremo, porque ven su Majestad, su Altura y Potencia encerradas en el pequeño cerco de la criatura, pero ¿para hacer qué? Para hacer lo que hace en su morada celestial, para hacer alarde de su Amor y de sus obras; la Divina Voluntad se siente tan honrada, que se pone en actitud de Reina para tener tantas vidas de Reinas por cuantos actos hace la criatura; en su Querer siente su régimen divino, su cetro imperante que desenvuelve con sus modos reales, y la criatura le da los honores que le convienen.

Y como mi Fiat abraza a todos, se siente de tal manera glorificado como si todos lo hiciesen reinar. Por eso, belleza más extraordinaria no podemos encontrar, amor más grande no podemos recibir,

prodigios más estrepitosos no podemos hacer, y esto solamente en quien ama vivir en nuestro Querer.

Es tanto mi deseo, mis ansias, mis suspiros ardientes por que el alma viva en mi Querer, que le voy repitiendo al oído del corazón:

‘¡Ah, conténtame, no me hagas más suspirar, si tú vives en mi Fiat cesará para ti la noche, gozarás el pleno día, es más, cada acto hecho en Él será un nuevo día, portador de nuevas gracias, de nuevo amor y alegrías inesperadas; todas las virtudes te festejarán, tendrán su puesto de honor como tantas princesas que cortejarán a tu Jesús y a tu alma.

Me formarás en ti

mi trono de luz fulgidísima donde Yo reinaré como Rey dominante, pues en ti he formado mi reino y con toda libertad dominaré todo tu ser, aun tu respiro; te cortejaré de todas mis obras, de mis penas, de mis pasos, de mi Amor, de mi misma Fuerza, que te servirán de defensa, de ayuda y de alimento;

no hay cosa que no te daré si vives en mi Voluntad!’”


Fiat Divina Voluntad