Don de Sabiduría
Epistola de Santiago Cap. 1 ver 5-8
5. Si alguno de vosotros está a falta de sabiduría, que la pida a Dios, que da a todos generosamente y sin echarlo en cara, y se la dará.
6.Pero que la pida con fe, sin vacilar; porque el que vacila es semejante al oleaje del mar, movido por el viento y llevado de una a otra parte.
7.Que no piense recibir cosa alguna del Señor un hombre como éste,
8.un hombre irresoluto e inconstante en todos sus caminos.
9.El hermano de condición humilde gloríese en su exaltación;
10.y el rico, en su humillación, porque pasará como flor de hierba...
Salmo 143, 10
9. Líbrame de mis enemigos, Yahveh en ti me refugio;
10. enséñame a cumplir tu voluntad, porque tú eres mi Dios; tu espíritu que es bueno me guíe por una tierra llana.
Romanos 8, 14-17
13.pues, si vivís según la carne, moriréis. Pero si con el Espíritu hacéis morir las obras del cuerpo, viviréis.
14.En efecto, todos los que son guiados por el Espíritu de Dios son hijos de Dios.
15.Pues no recibisteis un espíritu de esclavos para recaer en el temor; antes bien, recibisteis un espíritu de hijos adoptivos que nos hace exclamar: ¡Abbá, Padre!
16.El Espíritu mismo se une a nuestro espíritu para dar testimonio de que somos hijos de Dios.
17.Y, si hijos, también herederos: herederos de Dios y coherederos de Cristo, ya que sufrimos con él, para ser también con él glorificados.
Galatas 5, 22-23
21.Ahora bien, las obras de la carne son conocidas: fornicación, impureza, libertinaje,
20.idolatría, hechicería, odios, discordia, celos, iras, rencillas, divisiones, disensiones,
21.envidias, embriagueces, orgías y cosas semejantes, sobre las cuales os prevengo, como ya os previne, que quienes hacen tales cosas no heredarán el Reino de Dios.
22.En cambio el fruto del Espíritu es amor, alegría, paz, paciencia, afabilidad, bondad, fidelidad,
23.mansedumbre, dominio de sí; contra tales cosas no hay ley.
24.Pues los que son de Cristo Jesús, han crucificado la carne con sus pasiones y sus apetencias.
25.Si vivimos según el Espíritu, obremos también según el Espíritu.
26.No busquemos la gloria vana provocándonos los unos a los otros y envidiándonos mutuamente.