S. D. Luisa PiccarretaVol. 24-2 (2 al 4)

"De su corazón divino salían muchos rayos de luz,

en el punto de donde partían estaba impreso cada uno de los conocimientos sobre la Divina Voluntad"



Estos rayos son todos los conocimientos sobre mi Voluntad




De los escritos de la S. D. Luisa PiccarretaVol. 24-2 (2 al 4) Marzo 25, 1928

Si tú supieras cómo es doloroso poder hacer el bien, ponerse en acto de hacerlo, y porque no se conoce tenerlo suspendido, y esperar y volver a esperar, y suspirar por quien lo haga conocer para aligerarse del peso del bien que quiere dar, ¡oh! cómo te apresurarías para hacer conocer todos los pasos de mi Fiat, mucho más porque ellos son pasos que llevarán, no remedios, ayudas, medicinas, sino plenitud de vida, de luz, de santidad y totalidad de bienes, y mi amor regurgitando e inundando a todo el mundo, restablecerá el orden de la Creación y el dominio de mi Querer en medio de la familia humana”.

Después de esto mi dulce Jesús hacía ver que de dentro de su corazón divino salían muchos rayos de luz, en el punto de donde partían estaba impreso cada uno de los conocimientos sobre la Divina Voluntad, de modo que formaban la más bella corona de luz en torno a aquel corazón divino, y mi amado Jesús ha agregado:

“Hija mía, mira que bella corona de gloria y de luz posee mi corazón divino, corona más bella y refulgente no podía poseer, estos rayos son todos los conocimientos sobre mi Voluntad, sin embargo estos rayos están obstaculizados, no pueden extenderse porque sus conocimientos no son conocidos, por eso no pueden extenderse y ensancharse para llenar de luz toda la tierra. Sucede como le sucedería al sol si le fuese impedido el que sus rayos, saliendo del centro de su esfera, quedaran en el aire sin poderse extender para tocar la tierra e investirla con su luz y con su calor, y así, el sol no pudiendo extender sus rayos, no podría dar los efectos que la luz contiene, ni la tierra podría recibirlos, habría una cierta lejanía entre la tierra y la luz del sol, y este alejamiento impediría al sol el hacer el bien a la tierra, y ella sería estéril e infecunda. Así son los conocimientos sobre mi Fiat, si no se hacen conocer, sus rayos no se pueden extender y tomar como de la mano a las almas para calentarlas, para quitarles el entorpecimiento del querer humano, plasmarlas de nuevo para transformarlas en la Vida que mi Fiat les quiere infundir, porque estos conocimientos son, y contienen la nueva creación, de transformar a la criatura en como salió de nuestras manos creadoras”.

Fiat