"... Cuando mi Fiat Voluntas Tua tenga su cumplimiento como en el Cielo así en la tierra, 

entonces vendrá el pleno cumplimiento de la segunda parte del Pater Noster,

esto es:  

‘Danos hoy nuestro pan de cada día’  

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Vol. 15-20 (2-3) Mayo 2, 1923

⚜️"Padre nuestro, a nombre de todos te pido tres clases de pan cada día"


(2) "... Cuando mi Fiat Voluntas Tua tenga su cumplimiento como en el Cielo así en la tierra, entonces vendrá el pleno cumplimiento de la segunda parte del Pater Noster, esto es: ‘Danos hoy nuestro pan de cada día’. 

Yo decía, Padre nuestro, a nombre de todos te pido tres clases de pan cada día, el pan de tu Voluntad, que es más que pan, porque si el pan es necesario dos o tres veces al día, en cambio éste es necesario cada momento, en todas las circunstancias, es más, debe ser no sólo pan, sino como aire balsámico que lleva la vida, la circulación de la Vida Divina en la criatura; Padre, si no es dado este pan de tu Voluntad no podré jamás recibir todos los frutos de mi Vida Sacramental, que es el segundo pan que todos los días te pedimos; ¡oh! cómo se encuentra mal mi Vida Sacramental porque el pan de tu Voluntad no los alimenta, más bien encuentra el pan corrupto de la voluntad humana, ¡oh! cómo me da asco, cómo lo rehuyo, y si bien voy a ellos, pero los frutos, los bienes, los efectos, la santidad, no puedo darlos, porque no encuentro nuestro pan, y si alguna cosa doy es en pequeña proporción, según sus disposiciones, pero no todos los bienes que contengo, y mi Vida Sacramental espera pacientemente que el hombre tome el pan de la Voluntad Suprema para poder dar todo el bien de mi Vida Sacramental. Ve entonces cómo el Sacramento de la Eucaristía, y no sólo éste, sino todos los Sacramentos dejados a mi Iglesia e instituidos por Mí, darán todos los frutos que contienen y tendrán pleno cumplimiento cuando el Pan Nuestro, esto es, la Voluntad de Dios, se haga como en el Cielo así en la tierra. Después pedía el tercer pan, es decir el material. 

¿Cómo podía decir danos hoy nuestro pan, si el hombre debiendo hacer nuestra Voluntad, lo que era nuestro era suyo? El Padre no debía dar el pan de su Voluntad, el pan de mi Vida Sacramental, el pan diario de la vida natural a hijos ilegítimos, usurpadores, malos, sino a hijos legítimos, buenos, que tendrían en común los bienes del Padre, por eso Yo decía danos nuestro Pan, entonces comerán el pan bendito, todo sonreirá en torno a ellos, la tierra y el Cielo llevarán la marca de la armonía de su Creador. 

Después agregué: ‘Perdónanos nuestras deudas como nosotros las perdonamos a nuestros deudores’, así que también la caridad será perfecta, entonces será perfecto el perdón, tendrá la marca del heroísmo como la tuve Yo en la cruz; cuando el hombre coma el pan de mi Voluntad como lo comía mi Humanidad, entonces las virtudes serán absorbidas en mi Voluntad y recibirán la marca del verdadero heroísmo y de virtudes divinas, serán como tantos riachuelos que brotarán del seno del gran mar de mi Voluntad. 

Y si agregué: ‘Y no nos induzcas en tentación’, ¿cómo lo podría inducir Dios en tentación? Era porque el hombre es siempre hombre, libre por sí mismo, porque Yo no le quito jamás los derechos que al crearlo le di, y él, asustado y temiendo de sí grita en silencio, reza sin expresarse en palabras: ‘Danos el pan de tu Voluntad, a fin de que podamos rechazar todas las tentaciones, y en virtud de este pan líbranos de todo mal’. Así sea. 

(3) Ve entonces cómo todos los bienes del hombre reencuentran su reanudación, el vínculo estrecho del hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza, la validez de cada acto suyo, la restitución de los bienes perdidos, la firma y la seguridad de que le viene dada nuevamente su perdida felicidad terrenal y celeste. Así que era tan necesario que mi Voluntad se haga como en el Cielo así en la tierra, que Yo no tuve otro interés ni enseñé otra oración sino el Padre Nuestro, y la Iglesia, fiel ejecutora y depositaria de mis enseñanzas la tiene siempre en boca y en cada circunstancia, y todos, doctos e ignorantes, pequeños y grandes, sacerdotes y seglares, reyes y súbditos, todos me piden que mi Voluntad se haga como en el Cielo así en la tierra.