"En cada Confesión"

“Señor, ¿cuántas veces tendré que perdonar a mi hermano las ofensas que me haga?” (Mt: 18, 21)



De los escritos de la S. D.  Luisa Piccarreta Vol. 18, cap. 11(5) noviembre 5, 1925

“Vuela aún y escucharás los gemidos angustiosos del Espíritu Santo en el Sacramento de la penitencia 


¡Cuánta ingratitud, cuántos abusos y profanaciones por parte de quien lo administra y por parte de quien lo recibe! 

En este Sacramento mi sangre se pone en acto sobre el pecador arrepentido para descender a su alma para lavarlo, para embellecerlo, sanarlo y fortificarlo, para restituirle la Gracia perdida, para ponerle en las manos las llaves del Cielo que el pecado le había arrancado, para sellar sobre su frente el beso pacífico del perdón.

Pero, ¡ay! cuántos gemidos desgarradores al ver acercarse a las almas a este Sacramento de la penitencia sin dolor, por costumbre, casi por un desahogo del corazón humano; 

otras, horrible es decirlo, en vez de ir a encontrar la vida del alma, de la Gracia, van a encontrar la muerte, a desahogar sus pasiones, 

así que el Sacramento se reduce a una burla, a una buena charla, y mi sangre en vez de descender en ellas como lavado, desciende como fuego que las esteriliza mayormente. 


Así que en cada confesión nuestro Amor llora inconsolablemente, y sollozando repite: 

‘Ingratitud humana, cómo eres grande, por todas partes buscas ofenderme, y mientras te ofrezco la vida tú cambias en muerte la misma vida que te ofrezco.’

¿Ves entonces cómo nuestros gemidos esperan tu correspondencia de amor en el Sacramento de la penitencia?” 

..."