Cómo el poder Divino pondrá un límite a los males del hombre y le dirá “Basta. Hasta aquí”


Abril 2, 2020

Lectura y comentario:

Padre Carlos Massieu

AUDIO

26:38 minutos

Yo soy la resurrección y la vida Juan 11,1-45 Vol. 14-10 Verdad y Luz

“¿Crees esto? “(Jn: 11, 26)


"Mi Potencia

puede hacer resurgir el reino de mi Fiat en medio a las criaturas"



De los escritos de la S. D. Luisa PiccarretaVol.30-24(2) abril 2, 1932


“… Las tantas verdades manifestadas sobre mi Divina Voluntad, ¿no dicen claramente que su reino vendrá sobre la tierra, no por obra humana sino por obra de nuestra Omnipotencia? Cuando Nosotros queremos todo es posible, tan fácilmente hacemos las cosas pequeñas como las grandes,

porque toda la virtud y Potencia está en nuestro acto,

no en lo bien que recibe el acto de nuestra Potencia.

En efecto, cuando estaba sobre la tierra, como en todos mis actos corría mi Potencia, se volvía potente el toque de mis manos, el imperio de mi voz, y así de todo lo demás, y con la misma facilidad llamé a vida a la niña muerta hacía pocas horas, que llamé a vida a Lázaro, muerto desde hacía cuatro días, el cual ya se había corrompido y despedía un hedor insoportable; ordené que le quitaran las vendas y después lo llamé con el imperio de mi voz: ‘Lázaro, ven fuera.’ A mi voz imperante Lázaro resucitó, la corrupción desapareció, el hedor cesó y regresó sano y vigoroso como si no hubiera muerto.

Verdadero ejemplo de cómo mi Potencia puede hacer resurgir el reino de mi Fiat en medio a las criaturas.

Este es un ejemplo palpable y cierto de cómo mi Potencia, a pesar de que el hombre esté corrompido, el hedor de sus culpas más que a cadáver lo infecte, se puede llamar un pobre vendado que tiene necesidad del imperio divino para quitarse las vendas de sus pasiones,

pero si el imperio de mi Potencia lo inviste y quiere, su corrupción no tendrá más vida, y resurgirá sano y más bello que antes.

Por eso, a lo más se puede dudar que mi Divina Voluntad lo quiera, porque podría no merecer tanto bien, pero que mi Potencia no lo pudiera, eso jamás.”

Fiat Divina Voluntad