"Veo que una criatura ha caído en el pecado, y espero, y espero su regreso a mi corazón para perdonarla, y no viéndola venir espero con el perdón en mis manos"

De los escritos de la S. D.  Luisa Piccarreta Vol. 33, cap. 45(2) julio 21, 1935

La pena más íntima y más dolorosa de Jesús es el continuo esperar


“...Hija mía, ánimo, también tu Jesús sufre, y las penas que me dan más dolor son las penas íntimas, que me hacen verter sangre y llamas, pero mi pena mayor es el continuo esperar, 

mis miradas están siempre fijas en las almas y veo que una criatura ha caído en el pecado, y espero, y espero su regreso a mi corazón para perdonarla, y no viéndola venir espero con el perdón en mis manos, ese esperar me recrudece la pena y me forma un tormento tal, de hacerme verter sangre y llamas de mi traspasado corazón, las horas, los días que espero me parecen años, ¡oh! cómo es duro esperar...” 

Fiat