"Cuanto más te abajas en ti misma"





De los escritos de la S. D. Luisa PiccarretaVol 3 Cap 53; Marzo 17, 1900

Dolor del Papa. La humildad

Esta mañana el bendito Jesús me hacía ver al Santo Padre con las alas abiertas, que iba en busca de sus hijos para recogerlos bajo sus alas, y oía sus lamentos que decían: “Hijos míos, hijos míos, cuántas veces he buscado reuniros bajo mis alas y ustedes me huís! ¡Ah, escuchen mis lamentos y tengan compasión de mi dolor!” Y mientras esto decía lloraba amargamente, y parecía que no eran sólo los seglares los que se apartaban del Papa, sino también los sacerdotes, y éstos daban más dolor al Santo Padre. ¡Cuánta pena daba ver al Papa en esta posición! Después de esto he visto a Jesús que hacía eco a los lamentos del Santo Padre y añadía:

“Pocos son los que han permanecido fieles, y estos pocos viven como zorros ocultos en sus propias cuevas, tienen temor de exponerse para arrancar a sus propios hijos de la boca de los lobos;

hablan, proponen, pero todas son palabras dichas al viento, jamás llegan a los hechos”.

Dicho esto ha desaparecido. Después de poco tiempo ha regresado y yo me sentía toda aniquilada en mí misma ante la presencia de Jesús, y Él, viéndome así me ha dicho:

“Hija mía, cuanto más te abajas en ti misma, tanto más me siento atraído a abajarme hacia ti y llenarte de mi gracia, he aquí por qué la humildad es precursora de la luz.”


Fiat Divina Voluntad