El Sol, símbolo de la Potencia de la Divina Voluntad

Vol. 31, cap. 11 (2)

"... Tú debes saber que su potencia es tanta, que de todos los siglos forma uno solo, y su imperio se extiende dondequiera, y de todos los actos forma un solo acto. Los siglos desaparecen delante a su poder, y todos los actos buenos de las criaturas no son otra cosa que tantos átomos, que unidos forman un solo acto, los cuales reconocen su potencia y postrados a sus pies forman la gloria, la adoración de las humanas generaciones a esta Voluntad Suprema.

Símbolo de ello es el sol, que no es otra cosa que tantos átomos de luz, que unidos forman el sol que da luz a toda la tierra; pero aquellos átomos están armados de una potencia divina, y cada uno contiene una potencia maravillosa, tanto que sólo con tocar la tierra, las plantas, comunican bienes y efectos maravillosos que forman una vida distinta en cada planta y flor. Así los actos de las criaturas, si bien son átomos, contienen la potencia maravillosa de mi Voluntad, por lo tanto están preñados de admirables efectos..."