estos miembros dislocados que

me dan tanto dolor

son todas las almas que no hacen mi Voluntad

20-2 (6) Septiembre 20, 1926


“Hija mía, estos miembros dislocados que

me dan tanto dolor

son todas las almas que no hacen mi Voluntad;

Yo con venir a la tierra me constituí cabeza de la familia humana y ellas son mis miembros, pero

estos miembros venían formados, anudados nuevamente, vinculados, por medio de los humores vitales de mi Voluntad; conforme Ella corre en ellos, así vienen puestos en comunicación con mi cuerpo y quedan reafirmados cada uno en su puesto.

Mi Voluntad como médico piadoso no sólo hace correr sus humores vitales y divinos para formar la circulación necesaria entre la cabeza y los miembros, sino que les forma su perfecto vendaje para hacer que queden atados y firmes los miembros bajo su cabeza.

Ahora, faltando mi Voluntad en ellos,

falta quien ponga el calor, la sangre, la fuerza, el mando de la cabeza para volver obrantes los miembros, falta quien los vende si están dislocados, falta todo, se puede decir que todas las comunicaciones entre los miembros y la cabeza están rotas, y están en mi cuerpo para darme dolor.

Es sólo mi Voluntad la que pone de acuerdo y en comunicación

al Creador y a la criatura,

al Redentor y a los redimidos,

al Santificador y a los santificados;

sin Ella, la Creación, la Redención, son como si fueran nada para ellos, porque falta quien haga correr la vida y los bienes que contienen;

los mismos Sacramentos les servirán de condena, porque

faltando mi Voluntad en ellos falta quien rompa el velo de los Sacramentos para darles el fruto y la vida que contienen.

Por eso mi Voluntad es todo, sin Ella nuestras obras más bellas, nuestros prodigios más grandes, quedan extraños a las pobres criaturas, porque Ella sola es la depositaria de todas nuestras obras y por lo tanto sólo por medio suyo son dadas a luz a las criaturas. ¡Oh! si todos supieran qué significa hacer o no hacer mi Voluntad, todos se pondrían de acuerdo con Ella para recibir todos los bienes posibles e imaginables y la transmisión de la misma Vida Divina.”

Fiat