"Se debe llamar a Jesús en todo para obrar junto con Él"
"El hombre propone y Dios dispone.
Yo inmediatamente dispongo a su alrededor las cosas que se necesitan"
De los escritos de la S. D. Luisa PiccarretaVol. 11, cap. 32 Agosto 20, 1912
Se debe llamar a Jesús en todo para obrar junto con Él. El hombre propone y Dios dispone
Se debe llamar a Jesús en todo para obrar junto con Él. El hombre propone y Dios dispone
Continuando, mi siempre amable Jesús apenas se ha hecho oír y me ha dicho: "Hija mía, cuánto me desagrada ver al alma encogida en sí misma, verla obrar sola, mientras estando Yo junto a ella la miro, y viéndola muchas veces que no sabe hacer bien lo que hace, Yo estoy esperando que me llame y me diga:
Continuando, mi siempre amable Jesús apenas se ha hecho oír y me ha dicho: "Hija mía, cuánto me desagrada ver al alma encogida en sí misma, verla obrar sola, mientras estando Yo junto a ella la miro, y viéndola muchas veces que no sabe hacer bien lo que hace, Yo estoy esperando que me llame y me diga:
“Quiero hacer esta cosa y no sé hacerla, ven Tú a hacerla junto conmigo, y todo sabré hacer bien”.
“Quiero hacer esta cosa y no sé hacerla, ven Tú a hacerla junto conmigo, y todo sabré hacer bien”.
Por ejemplo:
Por ejemplo:
“Quiero amar, ven junto conmigo a amar;
“Quiero amar, ven junto conmigo a amar;
quiero rezar, ven Tú a rezar junto conmigo;
quiero rezar, ven Tú a rezar junto conmigo;
quiero hacer este sacrificio, ven Tú a darme tu fuerza pues yo me siento débil”.
quiero hacer este sacrificio, ven Tú a darme tu fuerza pues yo me siento débil”.
Y así de todo lo demás, y Yo con mucho gusto, con sumo placer mío me prestaría a todo.
Y así de todo lo demás, y Yo con mucho gusto, con sumo placer mío me prestaría a todo.
Yo soy como un maestro que habiendo dado el tema a un alumno suyo, se está junto a él para ver qué hace su discípulo, y el alumno no sabiéndolo hacer bien se enoja, se afana, se turba, quizá llora, pero no dice:
Yo soy como un maestro que habiendo dado el tema a un alumno suyo, se está junto a él para ver qué hace su discípulo, y el alumno no sabiéndolo hacer bien se enoja, se afana, se turba, quizá llora, pero no dice:
“Maestro, enséñame cómo debo hacer esto”.
“Maestro, enséñame cómo debo hacer esto”.
¿Cuál no será la mortificación del maestro viéndose tratado por el alumno como una nada? Tal es mi condición”.
¿Cuál no será la mortificación del maestro viéndose tratado por el alumno como una nada? Tal es mi condición”.
Después ha agregado: “Se dice:
Después ha agregado: “Se dice:
“El hombre propone y Dios dispone”.
“El hombre propone y Dios dispone”.
En cuanto el alma se propone hacer un bien, ser santa, Yo inmediatamente dispongo a su alrededor las cosas que se necesitan:
En cuanto el alma se propone hacer un bien, ser santa, Yo inmediatamente dispongo a su alrededor las cosas que se necesitan:
Luz, gracias, conocimiento de Mí, desapegos, y si con esto no lo logro,
Luz, gracias, conocimiento de Mí, desapegos, y si con esto no lo logro,
entonces por vía de mortificaciones nada le hago faltar para darle la cosa que el alma se ha propuesto, pero, ¡oh, cuántas por la fuerza se salen de este trabajo que mi Amor les ha tejido alrededor! Pocas son las que resisten y me hacen cumplir mi trabajo”.
entonces por vía de mortificaciones nada le hago faltar para darle la cosa que el alma se ha propuesto, pero, ¡oh, cuántas por la fuerza se salen de este trabajo que mi Amor les ha tejido alrededor! Pocas son las que resisten y me hacen cumplir mi trabajo”.
Fiat Divina Voluntad!